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En diabetes, superamos ya la etapa del azúcar; no basta ocuparse sólo de ella, dice especialista
Afortunadamente estamos viviendo la mejor etapa de conocimiento en la historia de la diabetes tipo dos. Ahora sabemos que debe prestarse atención al peso, las grasas, la presión, riñones, entre otras complicaciones, explica el endocrinólogo Enrique Caballero, de la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard.
Hoy estamos tratando de salir de una pandemia, la de Covid-19, pero hay otra que ha existido desde hace muchos años. La diabetes, es un problema de salud mundial, especialmente para México, donde entre 10 y 15% de la población adulta tiene diabetes tipo 2, que es la más común.
En el marco del IV Novo Nordisk Leaders Summit, El Economista charló con el doctor Enrique Caballero, endocrinólogo dedicado a la diabetes, y quien actualmente colabora con la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard, en Massachusetts, con trabajo clínico, de investigación y educación, con especial énfasis en la población latina e hispana.
Él explica que la diabetes es una enfermedad crónica, que en este momento no se puede curar, pero se puede controlar. Se caracteriza porque los niveles de glucosa en sangre –a lo que llamamos azúcar– están elevados; cuando esto sucede, se va a tejidos y órganos en los que normalmente no está presente y que los puede lastimar. “Realmente es difícil pensar en un órgano que se salve de esto, la diabetes puede afectar los ojos, los riñones, la función sexual, la circulación periférica, y hasta la circulación al cerebro (eventos vasculares), de hecho la enfermedad cardiovascular es la número uno de muerte en las personas con diabetes”.
En resumen, la enfermedad descontrolada puede ser una enfermedad devastadora y hay muchos problemas cuando no es tratada adecuadamente.
Estamos en la mejor etapa de conocimiento
El doctor Caballero es entusiasta: “Afortunadamente estamos viviendo la mejor etapa en la historia de la diabetes tipo 2 porque conocemos más de la enfermedad, sabemos cómo se relaciona con las complicaciones, entendemos como los cambios de alimentación y el ejercicio son benéficos, el reto todavía es cómo lograr que la gente adopte estos cambios”.
Otro de los grandes momentos es que existen nuevas opciones terapéuticas para su atención, en este momento hay 12 clases de medicamentos aprobados para el tratamiento de la diabetes tipo 2, no todas en México, pero sí la gran mayoría. “En los últimos 20 años se han agregado más medicamentos que en los 80 años previos. Es un crecimiento importante desde el punto de vista científico, porque se conoce más a la enfermedad y se crean medicamentos para ayudar al control de la enfermedad”.
Un siguiente punto, es que cuando uno habla de diabetes, no debe pensarse sólo como un problema de azúcar, la persona con esta condición frecuentemente tiene otras alteraciones, por ejemplo, el exceso de peso, que es muy común (casi en el 80% de los pacientes); presión elevada (hipertensión); problema de las grasas (colesterol elevado, triglicéridos, HDL bajo); en fin, “no solo es bajar el azúcar sino controlar también otros problemas”.
Los nuevos medicamentos son inteligentes
Entre las ventajas que determinan el buen momento en conocimientos sobre la enfermedad, hoy por primera vez también hay medicamentos que no solamente bajan el azúcar sino que tienen un efecto benéfico en otros elementos, sobre todo en el peso corporal. “Hace algunos años había medicamentos que si bien bajaban el azúcar, que son las sulfonilureas, en combinación con la metformina, que es el caballo de batalla y sigue siendo la piedra angular del tratamiento, ahora se tienen dobles y triples beneficios”.
Los nuevos medicamentos son inteligentes, en el sentido de que trabajan para bajar el azúcar pero nunca la llevan a un nivel que sea peligroso para los pacientes. Además bajan el peso y no causan hipoglucemia. Incluso hay algunos medicamentos que ahora disminuyen el riesgo de enfermedad cardiovascular y renal. “Esto es algo que nunca habíamos experimentado, es una etapa muy diferente la que se está viviendo”, refiere el médico..
De las 12 clases de medicamentos que existen, son dos los que han causado este entusiasmo. Unos son los análogos de GLP1, que es una hormona que se produce en el tracto gastrointestinal y que directamente viaja al páncreas para producir más insulina y disminuir la producción de otra hormona denominada glucagón. “Esto ayuda a que el páncreas trabaje un poco mejor”. Otra virtud es que esta hormona viaja al cerebro y disminuye el apetito, por eso las personas bajan con este medicamento. “El peso en la diabetes tipo 2 siempre es un reto y si tenemos medicamentos que ayudan, son bienvenidos”.
Hasta este momento estos medicamentos sólo habían estado accesibles de modo inyectable, y justo en este Leader Summit Novo Nordisk se está dando a conocer su versión oral (semaglutida).
Otra clase de medicamentos que ha creado mucho entusiasmo son los inhibidores de SGLT2, un medicamento que ayuda a eliminar el azúcar a través de la orina, y también disminuye el peso porque se están eliminando calorías, estos también han demostrado efectividad para disminuir problemas del corazón, riñones y la insuficiencia cardiaca.
“Estos son los medicamentos que han causado revuelo, al grado que las guías médicas ahora han sugerido que estas clases nuevas se usen en las personas con diabetes en algunos casos muy tempranamente, junto con la metformina”.
El especialista reiteró que el reto está aún en el acceso, pues nuestros sistemas de salud no adoptan estas terapias rápidamente. “Sería importante que se analizara que en efecto son medicamentos más caros, pero son mejores medicamentos, e integrarlos a los cuadros básicos podría ayudar a que los médicos pudieran tomar mejores decisiones para sus pacientes, darlos a quienes realmente lo necesitan” y a la larga, generar beneficios económicos al sistema.
Agregó que el presupuesto en diabetes, en cualquier país del mundo, se va en las complicaciones de la enfermedad, es decir, “lo que cuesta mucho dinero son las etapas tardías de la enfermedad. Desde mi punto de vista, usar las terapias más efectivas, en etapas tempranas, sería una forma de cambiar la historia de lo que está pasando con la diabetes”.
Por último, el doctor recordó que la diabetes como enfermedad crónica no solo la puede tratar el médico, requiere de un equipo multidisciplinario donde haya nutriólogas, dietistas, educadoras, psicólogas, ciencias del comportamiento, enfermeros, trabajadores sociales, entre otras especialidades. Pero al final, el paciente es el capitán del equipo, no el médico, el hospital o la clínica. “Ayudar al paciente a que se haga cargo de su enfermedad es la labor principal que tenemos todos los involucrados, porque la diabetes controlada disminuye el riesgo de todas las complicaciones”.