En pleno frío Vive el calor latino

Chamarras abrigadoras, sudaderas, guantes, gorritos y bufandas portan este fin de semana las personas que acudieron al Festival de música Vive Latino 2013.

Ha pasado más de una década desde que se realizó el primer festival que estuvo plagado de bandas en español y que transmitía en vivo el canal de videos Telehit. Ha pasado más de una década y hasta ha cambiado el clima.

Ya no vemos solo a los adolescentes, pues no hay un cambio de estafeta sino una continuidad generacional; vemos entonces a jóvenes padres que llegan al colmo de introducir a sus pequeños bebés en carreolas; el ambiente es familiar y ya no sólo juvenil. En los últimos años el Vive Latino (desde que decidió ser no exclusivamente latino) ha tomado una fortaleza insospechada pero también deseada por algunos de aquellos jóvenes que hace una década fueron sus primeros y hoy sus más leales feligreses.

El frío ha dado contexto a esta nueva edición. Ya no fue el sol ni las altas temperaturas anunciando la primavera; sin embargo, el calor latino ha prevalecido por encima del frío y el viento helado que domeñaron a la Ciudad de México pero no a los fanáticos del rock que se dieron cita por miles este fin de semana en su recinto sagrado, el Foro Sol. Ese calor latino que bailó al ritmo de los Auténticos Decadentes, que saltó y maldijo de la mano de Alex Lora de El Tri, o que impedía escuchar pues cantaba a berridos las canciones de Blur o de los Yeah Yeah Yeahs.

Los más jóvenes siguen siendo la Verdadera Vida del Vive . Ellos quieren verlo todo, corren de uno a otro escenario, juntan las moneditas que pueden para completar para una hamburguesa o aunque sea para unos esquites carísimos, además de ser los únicos que realmente conocen a la mayoría de las bandas que se van a presentar.

Los otros, los mayores, llegamos a 15 años acudiendo como un ritual a esa zona tan cercana al escenario donde es prácticamente imposible mantenerse seco e inmóvil, esa zona donde el sudor y el hedor se hermanan y donde se cifra una lucha por alcanzar a tocar a los ídolos como si acudiéramos a la Meca. Miles de historias se generan cada año en torno a ese nuevo fanatismo. Repasemos algunos momentos que marcaron esta edición.

EL FORO CONVERTIDO EN UNA PISTA DE BAILE

Viernes 15 de marzo. 18:10 de la tarde. El cielo es gris y la noche aún no cae sobre nuestras cabezas. En el escenario emergen colores vivos, trajes color verde limón y azul pastel, gruesas y rubias cabelleras enrastadas. Suenan los metales. Los Auténticos decadentes han hecho su aparición en el escenario principal con una rola que a todos nos resuena en el alma, La guitarra , cuyo coro dice: Yo no quiero trabajar / no quiero ir a estudiar / no me quiero casar / quiero tocar la guitarra todo el día / y que la gente se enamore de mi voz , y la gente baila sin cesar.

MAPS Y ESPIRAL

Dos de las presentaciones más esperadas fueron las de Porter, de Juan Son y los Yeah, Yeah, Yeahs, de Karen O. La canción Espiral , con la que Porter terminó un concierto enmarcado por secuencias visuales muy bien logradas, resonó en los alrededores del recinto. Más tarde, en ese mismo lugar, casi al final de su concierto, los Yeah Yeah Yeahs, interpretaron su canción más emotiva Maps aunque no la más poderosa y juntaron en una sola voz a miles que cantaban: Wait / they don’t love you like I love you .

REENCUENTROS Y COLABORACIONES

Además del reencuentro de Porter, el concierto de Fobia el sábado por la tarde en el escenario principal confirmó que esta banda vive más de la nostalgia que del presente. Sin embargo, ofreció buenas sorpresas al invitar a varios músicos a tocar con ellos, entre los que destacaron los músicos de Molotov, Nacho Vegas, la Gusana Ciega, Jumbo, entre otros. Asimismo, el domingo, llamó la atención el reencuentro en escena de Control Machete, pues a Pato Machete se unieron Fermín IV y Toy Kenobi.

JAY DE LA CUEVA PONE A ROCKEAR A LOS ÁNGELES

Una de las apariciones más comentadas previo a esta edición fue la de Los Ángeles Azules, quienes el sábado en la noche invitaron al escenario a músicos pop como Ximena Sariñana (a quien la voz no le dio lo suficiente) y Jay de la Cueva que dejó en el clóset su ridícula personificación de Brian Amadeus (Moderatto) para aventarse un palomazo con la agrupación, incluso el bajista de Los Ángeles Azules tomó posturas clásicas de un rockero mientras improvisaba con sus instrumento bajo la batuta de Jay. La presentación se transmitía en vivo para quienes esperaban el concierto de Tame Impala y Blur en el escenario principal, fanáticos que sucumbieron a la poderosa cadencia de Cómo te voy a olvidar .

APARICIÓN CLANDESTINA

Si los miles de fanáticos que escucharon a Porter hubieran sabido que la nueva banda de un gran compositor de rock, Omar Rodríguez López, tocaba al mismo tiempo en el segundo escenario con su actual banda Bosnian Rainbows, el lleno absoluto no se hubiera dado, y en lugar de ver el concierto de una banda mexicana que no ha producido nada nuevo que verdaderamente tenga valor se hubieran deslumbrado con lo que el ex integrante de The Mars Volta está haciendo ahora acompañado por Niic Kasper, Deantoni Parks y Teri Gender.

LA SONRISA DE DAMON

Además de que Damon Albarn, líder de Blur, se dirigió al público casi toda ocasión en español para incluso decirles que los ama, bastaba mirar su rostro para entender su alegría, primero fue sorpresa y después total satisfacción ya por cómo los fans se arremolinaban extendiendo sus manos cada que el cantante bajaba del escenario a caminar y cantar de frente a sus fans (fue el único que se acercó al público a esa distancia), o cuando la gente coreaba éxitos como Tender o incluso al final del concierto después de que la gente coreaba Blur / Blur / Blur o Damon / Damon / Damon . El músico de 44 años sonreía como un chiquillo de 20.

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