Estrenan “Toloriu”, la historia de un pueblo catalán que canta “rancheras”, última morada de Xipaguazin

El pasado miércoles, en la Cineteca Nacional, la Delegación del Gobierno de Cataluña en México y Centroamérica y la distribuidora Botánica de Proyectos presentaron el estreno en México del filme documental ‘Toloriu’ (España, 2020), de la cineasta mexicana Patricia Ordaz Cruz. 

Desde un pequeño pueblo semiabandonado en la espesura de los Pirineos catalanes, y una ‘mica’ inaccesible, la directora mexicana Ordaz Cruz, que por entonces estudia un máster en cinematografía en Barcelona, nos transmite la experiencia personal del desarraigo, la nostalgia que siente frente a una fiesta mexicana sin mexicanos, donde los lugareños cantan las ‘rancheras’ haciéndolas propias; la sorpresa de escuchar a los migrantes que han vuelto al pueblo para la ancestral Fiesta del Pino desgañitarse con ‘México lindo y querido’, con guitarras y acordeón, la hace sentir bienvenida y ajena a la vez; nostálgica de un lugar que no le pertenece, pero cuyo vínculo con México data del siglo XVI.

Toloriu, enclavado en el municipio El Pont de Bar, está ubicado a tres horas al norte de Barcelona. Patricia llegó a él buscando una historia que, de sólo escucharla, sentía que le pertenecía: hace quinientos años Joan de Grau, Barón de Toloriu, acompañó a Hernán Cortés a conquistar tierras lejanas y a su regreso –en 1528– llevó consigo como esposa a Xipaguazin, hija de Moctezuma, tlatoani del imperio mexica. Cuenta la leyenda que varios años después, incapaz de adaptarse al frío de las montañas, y habiendo perdido su nombre, el vínculo con su mundo y su lengua, Xipaguazin –bautizada como María– perdió también las ganas de vivir y murió de tristeza.

Patricia Ordaz Cruz, seducida por la leyenda y transida por su propia experiencia de ser una estudiante que está lejos en medio de una pandemia, va tras ella en compañía de unos amigos y se propone filmar su ópera prima, en la que descubrirá mucho de lo que habita en su interior, como migrante mexicana, como mujer, y como transmisora de una historia que une a Cataluña con México, que incluso ella desconocía, y de la que sólo sobreviven vagos recuerdos que cuentan los mayores en un pueblo que se resiste a desaparecer, y una placa grabada en piedra en la fachada de la capilla de Toloriu, que dice: “El Capítulo de los Caballeros de la Corona Azteca de Francia, a la memoria de S.A.I. Princesa Xipaguazin Moctezuma, esposa del noble Juan de Grau, Barón de Toloriu, fallecida en el año 1537”.

¿Cómo hacer tuyo un lugar que no te pertenece?

La cineasta elige la voz en off para dar cuenta de su propia nostalgia mientras recoge los pequeños detalles que conforman la vida de los habitantes de un pueblo en las montañas, pobladas de nieve la mayor parte del año, donde el apellido Grau se va perdiendo en el tiempo y con él el último vínculo directo con el recuerdo de la leyenda de Xipaguazin.

“Los lugares que dejamos van creciendo dentro de nosotros, ¿cómo hacer tuyo un lugar que no te pertenece?”, se escucha decir a la directora en una escena donde se aprecia a unos hombres arrastrando un pino que dará la bienvenida a los que se han ido del pueblo y regresan para la fiesta.

“Yo fui a buscar una leyenda mexicana y encontré una leyenda catalana”, dice Ordaz Cruz, cuando se refiere a las canciones mexicanas que encienden la alegría y animan al baile. Curiosamente es vínculo musical no proviene de aquella leyenda perdida en el tiempo y en la memoria de los abuelos, sino de un momento histórico crudo para Cataluña, cuando el dictador Francisco Franco prohibió la difusión de la lengua y cultura catalanas y solo había una radio en el pueblo que transmitía música “ranchera” mexicana. De allí provienen “El rey”, Volver, Volver”, México lindo y Querido”, y otras un poco más nuevas, como “Palenque”, de Vicente Fernández, que han nutrido su repertorio musical.

En ‘Toloriu’ se entrelazan diversos relatos y corren de manera paralela tres historias: el destino trágico de la princesa Xipaguazin, el abandono de Toloriu por la migración a las ciudades y las reflexiones de la documentalista en primera persona en su encuentro con la gente del pueblo. Es una historia sobre la identidad y la migración desde una mirada contemporánea, que fue catalogada por algunos medios durante su estreno en el Festival de Cine de Málaga como "una particular obra de cine etnográfico" que, como dijo en el estreno Iván Trujillo, director de TV UNAM, “nos hace sentir nostalgia por un lugar que no conocemos”.

‘Toloriu’ es a fin de cuentas un testimonio maravilloso de un pueblo que lucha contra el desarraigo y se aferra a sus memorias y tradiciones culturales, haciendo de ellas un patrimonio para la supervivencia.

La cinta estará en exhibición durante las próximas seis semanas en la Cineteca Nacional y en la Cineteca FICG Guadalajara.

Título: Toloriu

País y año: España, 2020

Dirección y guion: Patricia Ordaz Cruz

Género: Documental

Reparto: Josep Grau, Jordi Grau, Agustí Porta, Francesc Buscallà.

Productoras: Inicia Films, Bohio Produccions

Duración: 60 min.

Patricia Ordaz Cruz

Directora y guionista mexicana formada en destacadas casas de estudio como la Universidad Nacional Autónoma de México, Universidad de California Santa Bárbara y Universitat Pompeu Fabra. 

Viviendo en Barcelona trabajó en áreas de desarrollo e investigación de proyectos de renombrados directores catalanes como Lluís Galter, Neus Ballús y Carla Simón. También ha sido co-productora de trabajos como el mediometraje documental La Concorrente (España - Italia, 2016) del director Alberto Diana y el cortometraje La Banquisa (México - España, 2022)  de Sergio H. Martín. 

Actualmente forma parte del equipo de desarrollo de series y películas para Paramount México y trabaja en el guion de su primer largometraje de ficción.