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Estudiantes del CIDE van al paro indefinido
“Este movimiento tomó fuerza luego de las nulas respuestas que hemos tenido, pero con la participación de toda la comunidad estudiantil se le ha dado la legitimidad que merece. Ya era hora de buscar que nos escuchen”, dijo Francisco Barragán Sánchez, integrante de la asamblea estudiantil.
Este lunes iniciará por consenso estudiantil un paro indefinido con evaluaciones finales y toma de las instalaciones en el Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE). Es la primera vez que los estudiantes de un centro público de investigación, perteneciente al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) realizan un acto de esta naturaleza luego de asegurar que han sido ignorados por sus autoridades.
Francisco Barragán Sánchez, estudiante de la licenciatura en Economía del CIDE e integrante de la asamblea de representantes, platica con El Economista sobre el proceso que surgió al interior para la toma de decisiones.
“Luego de ser ignorados por las autoridades se decidió buscar la creación de una asamblea estudiantil, que es precisamente este mecanismo para poder tener voz y voto dentro de las decisiones que nos competen dentro del CIDE”. Sin embargo, la constitución de esta podría verse como un plan a largo plazo y en este momento se requería tomar decisiones urgentes, por ello actualmente los estudiantes decidieron organizarse a través de un grupo o asamblea de representantes (alrededor de 40 personas) que incluye a cada programa y generación.
Estos representantes por el momento no toman decisiones, pero son la comunicación directa de lo que se va acordando en asamblea, esto busca dar legitimidad al movimiento. Hoy la comunidad estudiantil está unida y en franca comunicación”, asegura Barragán Sánchez.
Hasta ahora se han realizado tres ejercicios de organización, el primero fue para saber nombres y apellidos de la comunidad estudiantil y los programas a los que pertenecían. Predominan las licenciaturas, después maestrías y doctorados; estudiantes en activo son 484 de los cuales votaron 424, “se trata de un 87% de la población estudiantil que da legitimidad al movimiento y a las acciones a seguir”.
También se dieron dos consensos importantes; uno para saber qué medida tomar en caso de no cumplirse el pliego petitorio y la última para saber si estaban de acuerdo con la toma de instalaciones como una medida. “Los resultados favorecieron la acción de hacer un paro sin clases, pero con evaluaciones, esto para proteger a los alumnos de maestría y doctorado, pues ellos tienen que rendir cuentas directamente al Conacyt, y que no tuvieran problemas para el proceso de su beca”. Otras opciones eran paro total que quedó a 20 votos de la decisión final y le siguen paro activo y no hacer paro.
Respecto a la toma de las instalaciones, el 70% de la población estudiantil estuvo de acuerdo con la medida. También se acordó la duración de esta y en la votación el 45% optó por un paro indefinido, el 30% por un paro significativo de 24 horas y las otras opciones eran de una semana, o tres días.
“Esto no es lo que hubiéramos querido”
Estas medidas surgen luego de intentar un diálogo con las autoridades a través de reuniones virtuales que no fructificaron, posteriormente hubo una manifestación afuera del Conacyt en avenida Insurgentes (20 de noviembre), pero también sin éxito, pues no fue recibido el pliego petitorio a pesar de que en ese mismo momento se realizaba una reunión para conocer a los candidatos para dirigir el CIDE.
“El paro no es lo que hubiéramos querido como comunidad estudiantil, pero nos han obligado a esto, que es totalmente legítimo. Antes de ello hubo una buena reflexión sobre las medidas a tomar y aunque existen opiniones de todo tipo, logramos que este movimiento estudiantil llegara a acuerdos y nos fortalece como comunidad plural”.
Barragán Sánchez asegura que este ejercicio es “muy importante” porque en momentos anteriores no se había podido lograr un posicionamiento estudiantil legítimo, “estamos motivados de ser parte de esto y defender a nuestra institución, misma que en el corto plazo ha sufrido diversos golpes, como la eliminación de los fideicomisos sin integrar un nuevo mecanismo de acción, lo que provocó una movilización de diversos centros Conacyt”.
Concluye explicando que quienes piensan que los Centros Conacyt sólo son de investigación “se equivocan”. “Hay una comunidad estudiantil activa y en formación, que claro que investiga, pero que también es parte fundamental de la labor de estas instituciones, la educación. En ese sentido, aunque estamos unidos a los diversos movimientos internos como el de profesores y trabajadores, también buscamos la representación, la voz y el voto”.
Aunque están conscientes de que son parte de una estructura orgánica del gobierno, también consideran que deben gozar de criterio propio para poder investigar sobre los problemas del país. “Algo debe quedar muy claro, el Conacyt a través de sus centros producen conocimiento público y en pro de mejoras para el país”, basta con acceder al repositorio digital para darse cuenta de la diversidad de temas, discusiones y visiones que están presentes a lo largo de las diversas tesis.
Custodia armada
Alrededor de lo que sucederá este lunes existe tensión y miedo, pues luego de que alumnos colocaran letreros en las oficinas de la dirección general del CIDE (jueves 25 de noviembre), mostrando inconformidad, se instaló un grupo de custodios a la entrada de este espacio.
Ante este hecho, la comunidad estudiantil mostró un video “en el que se observa a uno de los guardias listo para desenfundar su arma”. Esto es algo que en ninguna administración pasada se había observado y quedó constancia a través de un comunicado difundido en redes.
“Hacemos directamente responsable al doctor José Antonio Romero Tellaeche de cualquier daño o medida represiva de la que podamos ser víctimas y solicitamos a las autoridades federales y a la opinión pública en general, la condena absoluta de estas medidas intimidatorias; especialmente al interior de los centros educativos del país”, concluye Barragán.
Académicos se posicionan
A la par los miembros de la Asamblea Académica Permanente del CIDE emitieron el pasado 26 de noviembre un pliego petitorio dirigido al próximo director general de la institución.
De entrada se pide el cese al hostigamiento laboral y libertad de expresión de acuerdo con las decisiones del actual director interino, José Antonio Romero Tellaeche, mismas que aseguran, han afectado el desarrollo del centro.
A través de 16 puntos abogan por la garantía de sus derechos, así como de la integridad de los estudiantes en todo momento, además el respeto irrestricto a la libertad de cátedra, y de investigación.
También piden el nombramiento de una secretaria académica y la dirección de la Sede Región Centro a la máxima brevedad.
El funcionamiento regular del Consejo Académico, el Consejo Académico Administrativo (CAAD); el Consejo Académico de Evaluación Divisional (CAED), y las Comisiones Académicas Dictaminadoras (CADIs).
kg