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Existe una profunda relación entre enfermedades del corazón y Covid-19
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), las enfermedades del corazón son la primera causa de muerte (218 mil 885 defunciones), le sigue la Covid-19 (201 mil 163) y la diabetes mellitus (151 mil 214 muertes).
La enfermedad cardiovascular (EVC) es responsable de la gran mayoría de las muertes a nivel mundial. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, 32% de las muertes estuvieron relacionadas con esta causa y se calcula que para el 2030 morirán cerca de 23.6 millones de personas por EVC y seguirá siendo la principal causa de muerte a nivel global.
En México, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut, 2016), uno de cada cuatro mexicanos mayores de 20 años vive con hipertensión arterial, por lo anterior podríamos concluir que “la real pandemia a nivel mundial es la hipertensión arterial”, explica el doctor Alfonso Lara Olivares, médico cirujano especialista en cardiología clínica y ecocardiografía.
“Mientras en el Covid-19 se habla de millones de muertes, para problemas del corazón se habla de miles de millones”. La Sociedad Internacional de Hipertensión dio a conocer el año pasado que en el 2015 se documentaron 1.39 mil millones de hipertensos, de esa cifra 349 millones son de países con altos ingresos y poco más de mil millones provenientes de países de bajos ingresos, hoy la tendencia se mantiene.
Por si fuera poco, la pandemia de Covid-19 también ha tenido repercusiones en los pacientes con enfermedad cardiovascular. En este sentido, Lara Olivares explica que el coronavirus es capaz de inflamar y trombosar en vías respiratorias altas, a nivel pulmonar, íleo, corazón, ojos, hígado, vejiga, riñón, páncreas, cerebro, próstata, testículos, placenta, entre otros.
Específicamente en el corazón las manifestaciones que se han documentado son: miocardiopatía por estrés, miocarditis y daño miocárdico, arritmias cardiacas, shock cardiogénico, isquemia miocárdica o un cor pulmonale. “Todas estas las podemos encontrar en la fase aguda de Covid-19”.
Algunos de los potenciales efectos que se han documentado del coronavirus en el sistema cardiovascular son: riesgo de Infarto al miocárdico (IM), riesgo de Insuficiencia Cardiaca Congestiva (ICC) y arritmias severas. Puede presentarse como un síndrome coronario agudo, daño miocárdico agudo (al músculo), también puede haber derrames periocárdicos y tamponade (hace que se vaya juntando agua alrededor del corazón y oprima), además de complicaciones tromboembólicas.
Ante la hospitalización en la unidad de cuidados intensivos (UCI) por Covid-19, las condiciones preexistentes también son muy importantes y si el paciente tiene hipertensión, tiene un 49% de probabilidades de terminar en una UCI y con enfermedad cardiovascular un 21%,” estos son grandes predictores de cómo le puede ir a un paciente en su lucha contra el Covid-19”.
En la mortalidad también se ve como la ECV encabeza el rango con 10.5%, superando a la diabetes (7.3%), enfermedad crónica respiratoria (6.3%), hipertensión (6%) y cáncer (5.6%). Ahora juntando EVC e hipertensión, sumamos un 16.5 por ciento.
Síndrome Postcovid
El ex jefe de Ecocardiografía del Hospital de Especialidades del Centro Médico Nacional La Raza, asegura que por el momento hay más dudas que certezas, pero se han empezado a documentar secuelas denominadas Síndrome Post Covid-19.
Dentro de ellas el daño cardíaco a largo plazo está presente. “Desde las primeras autopsias se encontró daño miocárdico severo, lo cual llevó a pensar a los expertos que la infección viral hacía un daño directo, otros autores reportan infiltración miocárdica de células inmunológicas, por lo que es necesario un seguimiento a largo plazo de pacientes recuperados de Covid-19, para evaluar el riesgo de ICC y de otras complicaciones crónicas”.
Sin embargo hay estudios que llaman mucho la atención, por ejemplo, uno de ellos explica que las células finales que se presentan después de un infarto y después de Covid-19 a largo plazo son las mismas (miofibroblastos y colágeno fibrilar), “por eso se puede explicar el daño que puede condicionar a largo plazo el Covid-19, es como si en ambos casos hubiera infartado el paciente”.
Hasta hoy se sabe también que la calidad de vida se ve afectada en un 44% de los pacientes post Covid-19, sin importar la severidad, además las secuelas post Covid-19 pueden ser más graves que el cuadro clínico per se, también los síntomas son persistentes en un 87%; por último un 1% de pacientes post Covid19 han presentado una nueva hipertensión.
Por otro lado se ha documentado que después de las 4 semanas de haber presentado Covid-19, en la fase crónica se ha observado una descompensación en el control de la presión arterial y de la frecuencia cardiaca: pueden estar hipotensos o hipertensos, presentar taquicardias o bradicardia. “Es como si todos los mecanismos reguladores fallaran” y se acompaña de sensación de cansancio, cefalea o dificultad para concentrarse.
También hay síndrome de taquicardia postural ortostática (ponerse de pie), que puede causar mareo, inestabilidad, palpitaciones, y se ha descrito disautonomía y síndrome de taquicardia postural, lo que provoca intolerancia al ejercicio, opresión torácica y palpitaciones.
Por ello el doctor Lara Olivares concluye que los pacientes deben ser monitoreados con consultas seriadas para cuidarlos y ver su evolución mediante electrocardiograma, ecocardiograma, radiografía de tórax, tomografía axial computarizada y resonancia magnética.
“Se teme que la insuficiencia cardiaca se convierta en los siguientes meses o años en la principal complicación cardiovascular de Covid-19, esto es muy importante porque el tratamiento es muy caro y hay pacientes que necesitan un resincronizador cardiaco también muy caro, muchos otros pueden terminar en trasplante cardiaco, tema donde hay muchos problemas”, sostiene Lara Olivares.
Un estudio demostró que 78% de los pacientes post Covid19 presentaban anomalías en la resonancia magnética, 71% reportaban disnea y 36% fatiga, una vez superado el cuadro. Lo sorprendente es que la mayoría de los pacientes del estudio no había requerido hospitalizaciónDesde las primeras autopsias se encontró daño miocárdico severo, lo cual llevó a pensar a los expertos que la infección viral hacía un daño directo.Un estudio aún más preocupante señala que 15% de los atletas de la Universidad Estatal de Ohio tuvieron miocarditis después de Covid-19 leve y la mitad tuvo anormalidades en la resonancia magnética. Estamos hablando de personas jóvenes y en este momento la variante predominante está atacando a este grupo poblacional.