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FCE llega a Ecuador con filial
El director del FCE, José Carreño Carlón, suscribió un convenio de cooperación con el Ministerio de Cultura y Patrimonio de Ecuador a través del cual se acordó la apertura de una filial de esta casa editorial en esa nación.
El director del Fondo de Cultura Económica (FCE), José Carreño Carlón, suscribió un convenio de cooperación con el Ministerio de Cultura y Patrimonio de Ecuador a través del cual se acordó la apertura de una filial de esta casa editorial en esa nación, la cual incluirá un Centro Cultural, una librería, un centro distribuidor de libros en la región y una editorial.
Con esta nueva delegación, el FCE fortalecerá y ampliará su presencia en América Latina y otros países del mundo, dando un nuevo paso para la integración de un mercado del libro latinoamericano. Un mercado de 20 países y casi 600 millones de habitantes en busca de superar la incomunicación y el aislamiento , aseguró.
La de Ecuador será la filial número 10 del FCE y se sumará a las que ya existen en Argentina, Brasil, Chile, Colombia, España, Estados Unidos, Guatemala, Perú y Venezuela.
En una reunión con representantes de la cultura y de las editoriales ecuatorianos, el director del FCE manifestó que esta editorial no busca desplazar ni competir con las editoriales de Ecuador ni por autores, ni por lectores , como llegaron a hacerlo en el pasado las grandes editoriales transnacionales.
Al Fondo no le interesa pelear por los todavía exiguos mercados de lectores locales de nuestros países, sino ampliar en ellos la base de lectores. Tampoco quiere simplemente atraer a los autores de otros sellos, sino abrirles el mercado a los autores de la región y a los exponentes del conocimiento y la literatura universal que no suelen ser publicados por no garantizar una taza alta y rápida de retorno , aclaró Carreño Carlón.
Agregó que el FCE pretende concurrir con las editoriales ecuatorianas en el interés común de ampliar la circulación de sus contenidos, llevar a los escritores de Ecuador y del resto de los países latinoamericanos a otras fronteras para lograr un verdadero mercado hispanoamericano del libro.