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“Falta de apoyo federal está terminando con los eventos fílmicos”
Las directoras del GIFF, el FICG y Los Cabos coinciden en que el Imcine debería ser el brazo ejecutor del gobierno federal en la distribución de recursos para los encuentros cinematográficos y no a través de Profest; “con el formato digital estamos atrofiando el ecosistema de producción independiente”, señala Estrella Araiza.
Quien esté ahí, poniendo las condiciones para Profest, no conoce los festivales de cine. Estoy de acuerdo en que Imcine debe ser el brazo que convoque a este tipo de apoyos como lo hace para la producción cinematográfica”.
Sarah Hoch, directora del GIFF.
En un contexto de crisis sanitaria y económica, después de más de un año y medio de incertidumbre y ajustes económicos del Estado que no han favorecido a la exhibición masiva del cine en nuestro país, en particular a los festivales, ¿qué futuro perciben las responsables de los encuentros cinematográficos?
Este planteamiento motivó un panel organizado la tarde de este jueves por la Universidad Anáhuac México, del cual tomaron parte las directoras de tres puntas de lanza de la exhibición cinematográfica nacional: Sarah Hoch, directora del Festival Internacional de Cine de Guanajuato (GIFF); Alejandra Paulín y Maru Garzón, directoras del Festival Internacional de Cine de Los Cabos, y Estrella Araiza, directora del Festival Internacional de Cine de Guadalajara (FICG).
“En muchos años por venir sí nos vamos a quedar híbridos”, estimó de inmediato Sarah Hoch (GIFF) y señaló que la amenaza más grande de los festivales de cine en México son los recortes federales. “Y no es coherente, porque, cuando hay una crisis de salud, económica o social, es cuando el gobierno debe entrar”, lamentó.
Sobre las limitantes de la virtualidad y la imposibilidad de eventos presenciales que permiten el encuentro, la interacción y el intercambio profesional, Estrella Araiza (FICG) comentó: “al llevar todo al formato digital estamos atrofiando el ecosistema de producción independiente. Todavía es muy temprano para ver cuál será el perjuicio, pero va a existir. Todos estos encuentros casuales que no se están dando provocarán que las películas no se generen, porque es justamente el ecosistema de cine independiente el que depende de esta casualidad (del encuentro)”.
Maru Garzón (Los Cabos), por su parte, estimó que los encuentros viven ahora mismo un proceso de transformación encaminado al fortalecimiento de los vínculos colaborativos con la iniciativa privada y la sociedad civil. “En la medida en que podamos reorientar hacia allá los apoyos y las visiones, que cada vez dependan menos de los recursos públicos, lograremos eventos más sanos”.
En contraste, Estrella Araiza declaró que la falta de apoyo federal “es una situación terrible que está terminando con eventos fílmicos en todo el país. Y es verdad que nos podemos acercar a la iniciativa privada y no es que no lo hagamos. Tratamos lo mejor que podemos de conseguir patrocinios. Pero pienso en un festival como Cannes, en donde el apoyo federal es evidente. Si queremos llegar a una presencialidad, que es muy importante hacerlo, sí es necesario que el gobierno lo haga de la mano de nosotros, porque son espacios que también le funcionan”.
Bases de Profest siguen sin ajustarse a festivales de cine
Sarah Hoch se refirió al Programa de Apoyo a Festivales Profest, que hasta ahora es la única herramienta de respaldo del gobierno federal para los encuentros culturales masivos y que este año beneficiará a 110 festivales de todo tipo de disciplinas, entre artes escénicas, de industria editorial, tradicionales y de cine, entre otros.
La directora del GIFF señaló que el Profest no es un modelo adecuado para encuentros cinematográficos, dado que las bases y condiciones de los apoyos limitan considerablemente el uso de los recursos para materiales técnicos; en cambio, favorecen el uso del dinero para el pago de talentos, un esquema que ajusta más con encuentros de artes escénicas e incluso editoriales.
“Con las convocatorias este año de Profest no podemos pagar proyectores, nada de fierros. Un festival de cine es mucho equipo y más ahora, con el covid, cuando tenemos que estar al aire libre. Todo eso cuesta. Tampoco podemos pagar hospedajes, alimentación ni transporte. Esos son los gastos de un festival de cine y no están (considerados en Profest). Es complicado existir si no puedes pagar tu equipo. Si van a dar poquito, que ese poquito sea en los rubros donde hay que aplicar en un festival de cine. No he visto un festival en el mundo que sea autosustentable, no existen. Es una meta que no creo real”, declaró Hoch.
Estrella Araiza instó a no culpar al Imcine de la problemática, dado que, dijo, del instituto no dependen las bolsas de apoyos a festivales, e hizo una propuesta:
“El Imcine tiene todo el conocimiento para hacerse cargo de las convocatorias, porque saben lo que se paga con ese dinero, lo han visto y lo han hecho. Ellos deberían de ser el brazo ejecutor del gobierno federal con relación a los recursos para los festivales de cine”. El resto suscribió.