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Falta de conectividad y dispositivos limitan el aprendizaje online
Más de cuatro millones de jóvenes reanudarán sus estudios superiores o se incorporarán por primera vez a las aulas universitarias de México en estos días.
Entrevista a Pedro Flores Leal, director de Investigación y Posgrado de la UAdeO
Más de cuatro millones de jóvenes reanudarán sus estudios superiores o se incorporarán por primera vez a las aulas universitarias de México en estos días. Debido a la nueva normalidad que ha impuesto la pandemia de Covid-19, la mayoría de ellos lo hará a distancia, en aulas sin mentor, que limitarán el aforo a 50% o vía streaming desde su casa.
A pesar de la pandemia, la matrícula en las universidades registra un incremento en 2020. “Los jóvenes están entusiasmados, tienen ganas de estudiar”, dice el entrevistado a El Economista.
Sin embargo, “será un gran desafío para el sistema educativo nacional, porque la falta de conectividad en el país, la carencia de dispositivos entre los estudiantes y la escasa capacitación de los docentes en el desarrollo de habilidades tecnológicas, van a limitar el aprendizaje, pero hay mismo tiempo nos va hacer acelerar el modelo de enseñanza digital que ya venía proyectándose desde hace años.”, dice el doctor Pedro Flores Leal, director de Investigación y Posgrado de la Universidad Autónoma de Occidente, institución pública del estado de Sinaloa, con una matrícula de 16,000 estudiantes en seis sedes: Culiacán, Mazatlán, Los Mochis, Guasave, Guamúchil y El Fuerte.
El doctor Flores leal señala que la conversión al modelo de enseñanza digital estaba prevista en México para dentro de 5 y 10 años, pero este 2020 pandémico vino a adelantar ese proceso al imponer el distanciamiento social en todos los espacios públicos, incluidas las escuelas y universidades.
“Estamos ante una nueva forma de aprender, que estaba pronosticaba para más adelante de forma intensiva, pero ahorita ya se adelantó y a muchos los ha agarrado desprevenidos”.
“El reto de las universidades públicas, desde que se originó la pandemia, tiene varios elementos que hay que revisar; uno, son las limitantes en los sistemas de aprendizaje virtual; otro, es la falta de capacitación de los profesores para tener competencias en el manejo de ambiente digitales; y en el caso de los estudiantes, nos encontramos con las mismas limitantes, la falta de competencias digitales para aprender, para trabajar en ambientes de aprendizaje donde no está el profesor, y la carencia de instrumentos y de conectividad para realizar trabajos virtuales”, detalla el académico.
Señala que algunas universidades públicas afiliadas a la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES) han hecho encuestas entre sus estudiantes y se han encontrado con que más de 50% de ellos no tiene un dispositivo adecuado o no tienen conexión a internet para realizar las tareas que requiere la enseñanza virtual, y tienen que ir a buscar un lugar donde realizarlas, lo cual, en este contexto de pandemia, los pone en riesgo de contagio.
“Esto genera un gran problema que hay que resolver, porque al tener una nueva administración de todos los servicios en línea, el estudiante tiene que preinscribirse, inscribirse y hacer todos sus trámites en modo digital, y si no tiene los elementos ni la cultura para hacerlo, pues desde ahí ya nos plantea un reto”, señala.
De acuerdo con el Inegi, la carencia de internet en el país ronda 50% a nivel territorial, pero “en muchas zonas donde sí hay conectividad, el servicio es de baja calidad, no es estable, el ancho de banda no te permite el tráfico de un gran volumen de datos, y eso limita que los sistemas de aprendizaje virtual tengan objetos más sofisticados, empezando por los videos”, precisa.
El doctor Flores Leal dice que debido a estas carencias asociadas, falta de conectividad y carencia de una tablet o una computadora, un promedio de 30% de los estudiantes en el país ven frustradas sus aspiraciones de cursar una carrera en línea, aunque señala que en las áreas metropolitanas el porcentaje puede ser menor, pero en las regiones más apartadas de los grandes centros urbanos la imposilidad de acceder a la enseñanza virtual se dispara por arriba de 50 por ciento.
“Ahí las universidades tenemos un gran reto para atender a nuestros estudiantes, para motivarlos a que no abandonen sus estudios, porque a esta carencia tecnológica se suma también la situación económica actual de muchas familias, y entonces los estudiantes tienden a dejar sus estudios para ponerse a trabajar y dedicarse apoyar a la economía familiar”, asegura.
Señala también que muchas universidades han desarrollado estrategias para enfrentar esta nueva normalidad en la enseñanza acelerando la capacitación a sus docentes en el uso de las herramientas digitales, la producción de contenidos online, la instrumentación didáctica y el desarrollo de competencias instruccionales, para que las clases se lleven a cabo de la mejor manera en el ambiente virtual.
Además, comenta que algunas universidades han hecho un esfuerzo por dotar de tablets o computadoras a sus estudiantes de más escasos recursos, o facilitarles becas para el pago de internet, y en otros casos se ha optado por un sistema híbrido, donde los estudiantes acuden al aula universitaria en números limitados para aprovechar la infraestructura instalada y recibir allí sus clases virtuales.
Finalmente, Flores Leal comparte que desde la ANUIES se están haciendo esfuerzos conjuntos en tres grandes vertientes: acelerar las competencias digitales en los profesores y el desarrollo de elementos instruccionales; la administración de tecnologías abiertas para subir contenidos y videoconferencias; compartir infraestructura entre universidades; y finalmente en innovación, en cómo acceder a bases datos, bibliotecas virtuales, y el uso de adelantos tecnológicos para laboratorios donde hay elementos de simulación. “Es un esfuerzo a nivel nacional donde están participando prácticamente todas las universidades del país, con el fin de fortalecer el sistema educativo”, concluye.
¿Quién es Pedro Flores Leal?
Es director de Investigación y Posgrado de la Universidad Autónoma de Occidente (UAdeO). Doctor en Ciencias de la Administración, Instituto Politécnico Nacional con Especialidad en ecosistemas de innovación y transferencia de conocimiento. Profesor de tiempo completo en la UAdeO. Licenciado en Informática por el Instituto Tecnológico de Culiacán; y maestro en Administración de Tecnologías de Información con especialidad en Gestión de Capital Intelectual por el Tec de Monterrey, Campus Monterrey.