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Arte e Ideas

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GIFF abre la discusión sobre los dilemas de las IA´s

La guionista mexicana Natasha Ybarra-Klor, quien forma parte del Sindicato de Guionistas de Estados Unidos, explicó que una de las exigencias es que no se le pueda considerar material literario al material producido por una tecnología de este tipo; en unos cinco años, las IA´s podrían desarrollar conciencia, dice el experto Erik Huesca.

La edición 26 del Festival Internacional de Cine Guanajuato (GIFF), que arrancó sus actividades el fin de semana en la ciudad de León, la primera de sus tres sedes, tuvo su punto magnético en el Forum Cultural Guanajuato con el foro “SinergI.A.”, un espacio de diálogo para reunir, contrastar, abrir el diálogo sobre el dilema de las inteligencias artificiales no sólo en el campo audiovisual sino en un amplio espectro de posibilidades que crece a pasos agigantados.

El GIFF convocó a representantes de compañías tecnológicas, abogados especialistas, representación del Banco Interamericano de Desarrollo, guionistas, actrices, productores y funcionarias, entre otras, quienes dispusieron de dos jornadas para contrastar ideas, presentar casos entusiastas sobre el potencial de las IA’s en el trabajo creativo y también abundar en los dilemas como el desplazamiento laboral y la urgencia de regular el destino de las herramientas.

En este reporte se presentan solamente algunas posturas de todo lo vertido en el tema clave del encuentro fílmico.

“Las inteligencias artificiales son herramientas poderosas, sin duda alguna, útiles, pero también nos atemorizan en la medida en que están cada vez más presentes en nuestras vidas y a veces sentimos que se apoderan de ellas. Sin duda la IA es, ante todo, una herramienta creada por la inteligencia humana, entonces, la pregunta importante es ¿en manos de quién está la herramienta y para qué fines se utiliza?”, planteó María Novaro Peñaloza, directora del Instituto Mexicano de Cinematografía (Imcine).

La directora del GIFF, Sarah Hoch, sumó que la humanidad ha pasado por grandes revoluciones industriales que implican desplazamientos masivos. “Históricamente, estos desplazamientos son laborales, mientras que este desplazamiento es de los cerebros humanos, los creativos, los matemáticos. Son los cerebros los que están en riesgo. Está bien que se diga que no va a pasar nada, que todo va a estar bien, pero les invito a ver la gran fotografía”, conminó.

Un crecimiento vertiginoso

Gabriela Morales, directora general de Ciencias Sociales y Humanidades de la UNESCO, compartió que el valor del mercado de la inteligencia artificial va a presentar un crecimiento anual superior al 37%. “Ha tenido una aceleración impresionante. Sabemos de sus enormes beneficios, nos facilitan la vida, nos ayudan a administrar mejor los sistemas de salud y de educación, nos permitieron desarrollar una vacuna en un año en lugar de ocho, pero también nos plantea retos éticos. No hace falta buscar mucho para encontrarnos ejemplos de sistemas basados en inteligencia artificial que reproducen los sesgos sociales, las injusticias, las desigualdades”.

En el campo específico del audiovisual, Morales expuso que las películas generadas por la IA pueden ser también utilizadas para difundir información errónea o propaganda, o para crear contenido de manipulación emocional. “Si se crea una película impulsada por una IA sin ningún aporte de un cineasta humano y resulta que esa película tiene un impacto en un grupo social, ¿quién es el responsable de garantizar que sea ética? Por eso debe haber un control humano en todos los desarrollos tecnológicos y es lo que hemos estado impulsado en la UNESCO”.

Natasha Ybarra-Klor, guionista e integrante del Sindicato de Guionistas de Estados Unidos (WGA), ayudó a comprender a detalle el panorama sobre la situación gremial en aquel país:

“El tema de la inteligencia artificial es muy claro. Es decir, nosotros lo que estamos pidiendo como sindicato es que no se le pueda considerar material literario a lo producido por una IA, que no se pueda considerar una obra. Se puede utilizar como herramienta, pero no se puede considerar una obra literaria ni material literario del cual podemos partir. En ese sentido, lo que pide el sindicato es que se regule, que se defina con absoluta claridad qué significa obra literaria y material fuente. Pero se niegan a cualquier tipo de regulación y, en todo caso, lo que nos ofrecen es una conversación anual en la que podemos retomar los temas para ver hasta dónde ha avanzado la tecnología. Es decir, no se comprometen a nada”.

Ybarra-Klor, desde su perspectiva, descartó un escenario de desplazamiento definitivo en áreas creativas como la escritura de guiones. Aunque reconoció que ella misma trabaja con Chat GPT para eficientar los procesos más técnicos.

“La herramienta más importante que debe tener un guionista para ser un buen guionista es la intuición. La IA no tiene intuición, por lo tanto, dudo seriamente que algún día Chat GPT llegue a ser buen guionista. Le podemos enseñar a que imite las de otras personas y lo hace bastante bien, pero no tiene esa característica solamente humana que es el talento y el talento no se puede enseñar (…) no tiene alma y el alma es crucial en la creación del arte”.

Para alcanzar la singularidad

Erik Huesca, físico y doctor en Inteligencia Artificial, coautor del libro “Mi vecino es un robot”, aportó matices de gran interés.

“La IA está creada por humanos y éstos tienen una ética y una visión del mundo. Es un sistema que, por mucho que aprenda, no tiene conciencia. La conciencia es el acto de saber que sabes y de que puedes refutar algo que aprendiste. Eso es lo que llamamos singularidad: el momento en que el sistema puede tomar conciencia de qué sabe y qué no. Pero eso no sucede todavía. Para que existan las primeras singularidades, todavía estamos a cinco o seis años”.

Por otro lado, dijo que los sistemas hoy en día son de uso específico y señaló que las IA’s “están de moda” porque son impulsadas por las grandes compañías. “Una de las cosas que aprendieron los corporativos fue a no gastar en empleados si todo el mundo que va a abrazar las IA’s va a trabajar para ellos. Es decir, estamos siendo esclavos digitales de los corporativos”.

La ética de la IA en el campo de la cultura

En el sector de Ciencias Sociales y Humanas de la UNESCO se creó el primer estándar global sobre la ética de la inteligencia artificial. Dicha recomendación dedica un capítulo entero a la cultura donde los países miembros examinan y abordan las repercusiones de los sistemas en las industrias creativas. La recomendación actualmente está suscrita por 193 países miembros.

Entérese: https://www.unesco.org/es/artificial-intelligence

El dilema no es el albedrío de las IA's, sino la ética humana

ricardo.quiroga@eleconomista.mx

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