Lectura 5:00 min

GIFF echa un vistazo al futuro de la inteligencia artificial en el cine

“Las IA’s serán más inteligentes que nosotros”, señala el especialista Alvin Wang; a lo largo del siglo XXI, cada persona, con ayuda de una inteligencia artificial podrá convertirse en el director e incluso protagonista de su propia película. Los desafíos, la democratización del uso tecnológico y una educación eficaz, sostuvo en charla durante el Festival Internacional de Cine Guanajuato.

Alvin Wang charla sobre IA en el GIFF. Foto EE: Especial

lunes 22 de julio de 2024 - 19:16

“La inteligencia artificial no es más que capturar, organizar datos, analizar esos datos para tratar de predecir lo que puede pasar según la tendencia de esos datos, y eso sólo se logra teniendo gran capacidad de poder de cómputo”, Luis Gerardo García, director para América Latina de PNY Technologies

En su edición 2023, el Festival Internacional de Cine Guanajuato (GIFF) abordó de lleno los temas adyacentes sobre el uso, los desafíos y los temores de las inteligencias artificiales, principalmente en la industria audiovisual, pero también en la vida diaria, como una tecnología que finalmente promete revolucionar distintos aspectos de la vida cotidiana, incluyendo la de producción y consumo cultural, empezando por los contenidos cinematográficos.

Este año, el encuentro fílmico durante su primera ciudad sede, en León, retomó la conversación sobre la rápida evolución tanto del hardware como del software y los derroteros que se nos presentan en la vida diaria, profesional, creativa y, por supuesto, el dilema que esto representa para nosotros como especie.

“El arte y la creatividad humana son irremplazables. Al final del camino, lo que quieres comunicar y lo que quieres plasmar como arte no lo va a poder hacer una computadora. Quizás te va a poder ayudar a llegar más rápido y lo va a poder replicar de una forma sorprendente, pero el sentimiento nunca lo va a poder transmitir”, anticipó de inicio Luis Gerardo García, director para América Latina de PNY Technologies, dedicada a la fabricación de tarjeta de video, durante una de las conferencias planteadas dentro del programa tecnológico del GIFF.

Lo que sí nos puede pasar es que el que entienda a usar la IA y la aproveche para su profesión, eso sí va a poner en riesgo nuestro trabajo. No la inteligencia artificial como tal sino aquella persona que sepa sacarle provecho”, matizó.

No obstante, comentó, la fuente medular de toda inteligencia artificial, la materia prima, son las bases de datos de todo tipo, desde los archivos médicos, financieros, macroeconómicos, demográficos, sociales, matemáticos y, por supuesto, toda la actividad registrada sobre nuestro comportamiento de las redes sociales y las aplicaciones de navegación y compras, entre muchas otras.

“Todo eso va a parar a masivas cantidades de datos. Pero para ponerles orden, necesitamos algoritmos generativos y para ellos, una gran capacidad de cómputo”, precisó y compartió que si bien en los último 15 años, el desarrollo de hardware de capacidades nunca antes vistas ya se venía desarrollando, fue a partir del 2020, con la explosión de la pandemia, que toda la capacidad de cómputo comenzó su incremento descomunal.

¿Hacia dónde vamos?

Ahora bien, ¿a la par de esta capacidad de desarrollo tecnológico sin precedentes, qué futuro a largo plazo nos depara?

De esta serie de conversatorios también tomó parte Alvin Wang Graylin, empresario y escritor, especialista en desarrollo de dispositivos de realidad virtual, de IA’s y procesamiento de lenguaje natural en sistemas computacionales.

Éste definió que las IA’s enfrentarán tres fases de desarrollo a lo largo del siglo XXI y que nos encontramos trabajando en la primera de ellas.

“Hoy es una herramienta, como lo ha sido la mayoría de la tecnología en la historia. Pero muy pronto no lo será más; se va a convertir en nuestra agente, tendrá un incremento en la productividad en nuestras vidas, en prácticamente todas las actividades diarias, tanto las personales como las profesionales. Y lo hará con tal eficiencia que podremos ser libres de nuestro trabajo y enfocarnos mucho más en nuestra creatividad y en otras actividades que son relevantes para nosotros”, mencionó el especialista.

Pero la tercera etapa, aseguró, a llevarse a cabo entre los próximos 11 y 50 años, será la más relevante y quizás la que más pueda asustar en el presente: “las IA’s se convertirán en nuestro patrón”, señaló, pero matizó:

“Tomarán toda la cultura, las lenguas, los memes e historia que hemos creado a lo largo de miles de años y los almacenarán dentro de su mente. Entonces, serán naturalmente más inteligentes que nosotros (…) pero no deberíamos sentirnos intimidados o celosos de que las IA’s lleguen hasta esta instancia; deberemos estar orgullosos, porque éstas vinieron de nosotros”, señaló.

¿Cómo será la experiencia del cine?

“Hoy en día son los directores o los estudios quienes crean extraordinarias películas para nosotros, pero en el futuro nosotros seremos quienes podremos crear nuestros propios mundos y generar personajes con IA dentro de estos mundos que puedan comunicarse con nosotros para crear grandes historias”, respondió Alvin Wang Graylin.

Agregó que serán las propias IA’s las que nos van a animar a aprender sobre planeación y producción con la ayuda de estos asistentes virtuales. “Incluso si alguien quiere ser el personaje principal de su película. Cualquiera podrá decir: ‘mira, aquí hay un ejemplar de mi novela favorita, quiero ser el personaje central, llévanos dentro de este mundo’. Eso será posible”.

Cuando esto suceda, aseguró Wang, los medios audiovisuales como los asimilamos hoy en día cambiarán definitivamente. “Todos nos convertiremos en potenciales creadores de contenidos y podremos compartirlos abiertamente. Si las tecnologías pueden ayudar a más personas a concentrarse en la creatividad, surgirán nuevos genios creativos de todos lados”, señaló.

No obstante, el gran desafío y la oportunidad para el desarrollo de estas nuevas tecnologías, aceptó, será la democratización de los dispositivos tecnológicos y el desarrollo de mejores sistemas educativos, que incentiven el aspecto lúdico como el centro del aprendizaje.