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Arte e Ideas

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Gran éxito científico con ?mucho camino por andar

Hay vacuna y la posibilidad de un diagnóstico temprano, pero la amenaza de este agresivo cáncer ?aún no está erradicada.

El jueves pasado, la revista Nature publicó un suplemento especial dedicado al virus de papiloma humano (VPH), el responsable de una de las infecciones de transmisión sexual más frecuentes que puede pasar inadvertido, causar desde benignas verrugas genitales hasta tumores cancerígenos en el cérvix, ano, boca y garganta.

Herb Brody explica en el comentario editorial que es tentador caracterizar la historia del VPH como un triunfo de la ciencia , dado que con el examen Papanicolau se le detecta desde hace tiempo y ahora existe una vacuna, pero Brody resiste la tentación y espera que quede claro que aún hace falta mucho trabajo con el VPH.

A la fecha, se han aislado y caracterizado más de 180 tipos de VPH que difieren entre sí en su secuencia de ADN. De estos, unos 40 infectan el tracto genital. La mayoría de los VPH son de bajo riesgo y causan predominantemente verrugas. Unos cuantos tipos son considerados de alto riesgo y están asociados con formas invasivas que pueden causar cáncer.

El descubrimiento del VPH, su posterior asociación como causa del cáncer del cuello uterino, y el rápido desarrollo de métodos de detección y una vacuna profiláctica marcaron un hito en la historia de la salud pública -explica Patti Gravitt, epidemióloga molecular de la Escuela de Salud Pública en Baltimore, Maryland-. En ese sentido hemos sido muy afortunados al tener tanto éxito en pasar de la investigación en ciencia básica a la aplicación de ese conocimiento. Pero es importante decir que aún hay muchas preguntas importantes que requieren una respuesta y que tienen gran relevancia en el contexto de las medidas que necesitamos tomar para desarrollar medidas que permitan proteger a las mujeres contra el cáncer de cérvix .

Gravitt, quien también es directora de investigación en la Facultad de Medicina de la Universidad de Perdana en Malasia y creadora de una forma de detección de uso comercial, revisa con nosotros algunas de estas interrogantes.

Con la vacuna y el diagnóstico ?temprano, ¿qué falta por hacer?

Falta mucho por hacer en el tema de la implementación de estas medidas preventivas. Para que sean exitosas debemos comprender cuál es el riesgo de desarrollar cáncer en distintas poblaciones y a diferentes edades.

En países no desarrollados el número de mujeres que desarrolla cáncer de cérvix es mucho mayor. ¿Cuáles son los aspectos más relevantes en los que deberían concentrarse las políticas públicas de salud en estos países, México entre ellos?

La prioridad debe estar en lograr la mayor cobertura en la vacunación de las mujeres jóvenes [la vacuna sólo es efectiva cuando la persona aún no ha sido infectada con el virus] y de la promoción de un diagnóstico temprano. La revisión periódica es crítica. En muchos países las mujeres se resisten a hacerse las pruebas de detección por pena a someterse al examen pélvico [Papanicolau], aún cuando dicho examen está disponible en los centros de salud. Esta prueba es una de las más eficaces y confiables para detectar el cáncer en etapas tempranas, momento en el cual es tratable.

La vacuna podría tener un efecto negativo en las jóvenes si transmite la falsa idea de que ya no son necesarias las revisiones periódicas. Además, sólo protege contra los dos tipos (genotipos) más comunes de VPH que pueden causar cáncer. Pero otros genotipos, aunque menos frecuentes, también pueden ser cancerígenos...

En este punto los medios de comunicación tienen un papel relevante al ayudarnos a mantener bien informada a su audiencia.

Lo más importante es promover buenas prácticas de salud y para ello lo más importante es que la sociedad esté bien informada.

Aunque es cierto que hay algunos genotipos que también pueden causar cáncer (como VPH 52 y 58), se sabe que en todos los países la mitad de todos los cánceres son causados por los genotipos con los que están elaboradas las vacunas (VPH 16 y 18).

Vacunas que protegen contra otros genotipos ya están en pruebas clínicas en este momento.

En su grupo de investigación, ¿qué aspecto del VPH les interesa más comprender?

Estamos realmente interesados en comprender qué pasa con la infección con el VPH a lo largo de la vida de una persona. Sabemos que hay una gran incidencia [número de personas infectadas] en los jóvenes cuando inician su vida sexual. Pero en la gran mayoría la infección ya no es detectable uno o dos años después. Queremos saber si el hecho de que no podamos encontrar evidencia de la presencia del virus significa que esas personas eliminaron al virus de su cuerpo o si el virus entró en una etapa de latencia que nos hace imposible detectarlo. Si lo que ocurre es lo último, quiero entender cómo es que el virus entra a esa etapa de latencia.

(Laura Vargas-Parada es autora de uno de los artículos del especial de Nature.)

ABC del VPH

El VPH se transmite a través de las relaciones sexuales e infecta por igual a hombres y mujeres.

La infección con VPH es tan común que al menos el 50% de los hombres y mujeres sexualmente activos lo contraen en algún momento de su vida.

Una persona infectada puede no tener signos ni síntomas, es por ello que la mayoría no sabe que está infectada.

En algunos casos la infección no se cura y puede causar verrugas genitales, verrugas en la garganta, cáncer de cérvix y otros tipos de cáncer menos frecuentes.

El cáncer de cérvix es una de las principales causas de muerte en mujeres alrededor del mundo. De acuerdo al GDF, en América Latina se estiman 30,000 muertes anuales y en México se registraron 4,270 defunciones en 2005. En el 2009, el Distrito Federal presentó 322 decesos, siendo 23% mujeres en edad reproductiva.

Para reducir la probabilidad ?de infectarse se recomienda:

Vacunar a las mujeres entre los 9 y 12 años de edad. Existen dos vacunas comerciales: Cervarix y Gardasil. Ambas protegen contra la infección de los genotipos 16 y 18 de VPH. Gardasil también protege contra los genotipos que producen la mayoría de las verrugas genitales. Las vacunas se administran en tres inyecciones y es importante recibir las tres dosis. En las mujeres de mayor edad es muy importante la revisión anual que permite detectar el cáncer a tiempo.

Para los hombres la recomendación es vacunarse con Gardasil entre los 11 y 12 años de edad.

Para hombres y mujeres el uso del condón también reduce el riesgo de contraer el VPH así como otras infecciones de transmisión sexual. A mayor número de parejas sexuales aumenta la probabilidad de contraer el VPH.

Es importante notar que no existen medicamentos para tratar la infección con el virus de VPH, sólo tratamientos para las enfermedades que causa.

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