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Arte e Ideas

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HAWC, único en el mundo

El HAWC en Puebla a diferencia de otros observatorios que funcionan con espejos, lentes o antenas, funciona con agua.

Este viernes quedará inaugurado el observatorio HAWC (High Altitude Water Cherenkov) en Puebla, único en su género a nivel mundial, pues a diferencia de otros observatorios que funcionan con espejos, lentes o antenas, éste funciona con agua y no tiene partes móviles, tiene la capacidad de detectar rayos cósmicos y gamma, es decir, partículas y radiación billones de veces más energéticas que la luz visible. Esto permitirá la exploración de los eventos astrofísicos más extremos como los hoyos negros, la actividad solar, explosiones de supernova, entre otros.

La presentación de este nuevo observatorio que está proyectado a 10 años estuvo a cargo de Enrique Cabrero, director general del Conacyt, y France Córdova, directora de la Fundación Nacional de Ciencias en Estados Unidos. En conferencia de prensa, Cabrero aseguró que este proyecto es un ejemplo exitoso de colaboración bilateral.

Córdova confirmó: Tenemos un fuerte interés en fomentar la cooperación entre el sector industrial y las universidades; además, ambos países desean atraer más jóvenes para que se conviertan en científicos e ingenieros, tenemos tantos proyectos en conjunto que estamos seguros de que esta colaboración durará por muchos años .

Al hablar de las características de HAWC, Andrés Sandoval, responsable del observatorio como laboratorio nacional, explicó: El hecho de que sea un observatorio único ha hecho que toda la comunidad esté muy involucrada en el diseño y concepción de estos detectores; a su vez, esto ha permitido dar formación de estudiantes, técnicos e ingenieros [...] Estamos orgullosos de que todo esto esté sucediendo en México, hacer ciencia de frontera con herramientas de nuestro país es invaluable .

¿Qué es HAWC?

Ubicado en las laderas del volcán Sierra Negra junto al Pico de Orizaba, a 4,100 metros sobre el nivel del mar, con un campo de visión instantáneo de 120° centrados en el zenit, el HAWC podrá observar dos tercios de la bóveda celeste cada día.

De entre varios candidatos en distintas partes del mundo, México fue seleccionado por tres grandes razones: es un sitio con gran altitud, tiene gran cercanía con el Gran Telescopio Milimétrico que proveía la infraestructura de camino de acceso, red eléctrica y fibra óptica, lo que representaba una menor inversión, y la experiencia de la comunidad científica mexicana.

Andrés Sandoval explicó: Es una superficie de 30,000 metros cuadrados, tres veces una cancha de futbol soccer, en la cual se han instalado 300 detectores (grandes contenedores) de luz Cherenkov de 4.5 metros de altura y 7.3 metros de diámetro que contienen cada uno 180,000 litros de agua y cuatro detectores de luz de muy alta sensibilidad , posteriormente sistemas muy complejos recibirán la información que será analizada por los institutos de Física y Astronomía de la UNAM.

El proyecto ya tiene logros

Aunque este año se inaugura formalmente, HAWC ha registrado desde sus primeros 30 detectores colocados en el 2012 más de 100,000 millones de eventos que han proporcionado datos interesantes sobre algunos fenómenos astrofísicos.

Una de las primeras cosas que HAWC observó de manera exitosa fue la sombra de la Luna producida por los rayos cósmicos. Cuando éstos se acercan a la Tierra desde distintos ángulos, algunos impactan nuestro satélite como gotas de lluvia en una sombrilla, de manera que la Luna los intercepta y genera una zona de sombra, es decir, una zona de menor cantidad de rayos cósmicos.

Esto ya había sido observado anteriormente, lo interesante para nosotros es su utilidad para calibrar los instrumentos de HAWC y así confirmar que apunta en la dirección correcta con la resolución adecuada , dijo Sandoval.

Además, HAWC ya ha observado la Nebulosa del Cangrejo (una remanente de supernova) y el blazar Markarian 412, a 400 millones de años luz. Markarian 421, como todos los blazares, tiene en su centro un hoyo negro supermasivo que emite dos chorros de partículas y rayos gamma a muy alta energía, uno de los cuales apunta directamente en nuestra dirección , aseguró Magdalena González, investigadora involucrada en el proyecto.

Experiencia para el mundo

HAWC se diseñó y construyó gracias a la colaboración de 29 instituciones, 14 de ellas mexicanas (como los institutos de Astronomía, Ciencias Nucleares y Física de la UNAM, y el Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica) y 15 de EU.

El director del Instituto de Astronomía de la UNAM, William H. Lee, destacó: HAWC es un magnífico ejemplo de lo que se puede lograr cuando muchas personas se ponen de acuerdo y tienen un objetivo claro; es un proyecto que se hizo en tiempo y forma, en calendario y presupuesto, cosa que debería ser ejemplo para muchos sectores .

Aprender del universo es una recompensa en sí misma, entender por qué estamos aquí ya es algo valioso, pero el desarrollo de un proyecto como este tiene dos motivaciones más, una de investigación básica para generar profesionistas en áreas tan sofisticadas y otra institucional, pues HAWC se convierte en un asunto estratégico nacional, no es lo mismo comprar las cosas afuera que instalarlas y manejarlas desde adentro , concluyó H. Lee.

nelly.toche@eleconomista.mx

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