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Arte e Ideas

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Hay que hipertecnologizar, pero también hiperhumanizar, aseguran rectores

“Hoy vemos a las grandes empresas que acumulan grandes cantidades de información y empiezan a entrarle a la educación, preocupa que las universidades queden fuera de este cambio”, afirma el rector general de la Universidad de Guadalajara, Ricardo Villanueva, durante la Cumbre de Rectoras y Rectores México – España 2024.

Ricardo Villanueva Lomelí, rector general de la UDG. Foto EE: Especial

Ricardo Villanueva Lomelí, rector general de la UDG. Foto EE: Especial

Durante la Cumbre de Rectoras y Rectores México – España 2024, se llevó a cabo la sesión de trabajo denominada Las instituciones de Educación Superior como espacio de encuentro de España y México. En este espacio el rector general de la Universidad de Guadalajara, Ricardo Villanueva Lomelí, reflexionó sobre la velocidad con que se está moviendo el mundo, al respecto preguntó a sus pares “¿Las universidades estamos listas para defender el valor civilizatorio que tenemos?” Expresó que una preocupación es vivir en un país donde alguien que estudia filosofía en una escuela privada, tardará 40 años para recuperar lo que invirtió en su matrícula y ocho si lo hace en una institución pública, de acuerdo con el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), entonces ¿quién va a querer hacer esto? “Si la filosofía ya no tiene ese peso social es preocupante, me abruma que este mundo se quede sin ética, sin filosofía, y que el único lenguaje que hablemos sea el económico”.

Dijo que por ejemplo, hace mucho que decidimos que la economía sería una ciencia exacta, cuando es también una ciencia social. “Si las universidades cedemos ante el gran reto de que no solo formamos profesionistas, sino ciudadanos y seres humanos, el riesgo es alto”.

Y también fue crítico: “El gran poder que tenemos las universidades, es el del monopolio de los títulos, nosotros decidimos quién puede construir un edificio, abrir a un paciente, o llevar un juicio, pero hoy vemos a las grandes empresas que acumulan grandes cantidades de información y empiezan a entrarle a la educación, preocupa que las universidades queden fuera de este cambio”.

Agregó que alguien que sabe programar IOS encuentra mucho más fácil trabajo que alguien que dura cinco años para lograr una ingeniería en informática, además, para el lenguaje económico es más barato alguien que invirtió seis meses en formarse que alguien que invierte cinco años. Pero la pregunta sigue siendo, ¿sólo formamos profesionistas o seres humanos que sepan de filosofía y de ética, para poder tomar decisiones desde diversos ángulos como derechos humanos?

El rector opina que hoy necesitamos ingenieros que sepan de filosofía y de ética, porque hoy alguien decidirá en un carro automatizado quien vive o muere, porque tiene que haber un algoritmo que en caso de accidente determine si el volante se va a la derecha o a la izquierda. ¿Cómo competir con esa velocidad?

Aseguró que se han cometido errores como quitar las etimologías grecolatinas del plan de estudios de bachillerato, quitar materias de ética por esa obsesión por carreras profesionalizantes, “deberíamos regresar a lo básico. Otros temas que se deben agregar a la dinámica educativa es la desigualdad y el cambio climático”.

Por su parte el doctor Antonio Largo Cabrerizo, rector de la Universidad de Valladolid dijo que hemos visto como México y España a nivel universitario nunca se han dado la espalda pasara lo que pasara en el mundo político, “esa es una reflexión esencial, pero hemos visto ahora que las universidades tenemos que dejar nuestro papel reactivo y tomar un papel propositivo, sabemos que hay barreras que dificultan la modernización de las instituciones, las titulaciones conjuntas, el intercambio de estudiantes, para solucionar esto hay que proponer identificando áreas esenciales de desarrollo, por ejemplo: Miedo a la democracia, las redes sociales y su papel, las fakenews, la transversalidad, medio ambiente, aire y agua limpios”.

El grupo de rectores concluyó que el mundo se está hipertecnologizando y tratar de frenar eso es imposible, porque el ser humano se sigue cuestionando, el reto no es cómo frenar al mundo y la tecnología hay que usarla y aprovecharla, pero se requiere de reformas e ingenierías para estar a la altura de la rapidez del momento. “Hoy hay autoaprendizaje como nunca antes, eso es fabuloso, pero también es riesgoso y hay que estar a la altura. Los seres humanos ya se están formando en YouTube también el reto es usar la tecnología en las universidades, pero humanizar al mismo ritmo y ahí sí vamos muy lento, es una agenda pendiente. Hay que hipertecnologizar, pero también hiperhumanizar”.

También participaron Miguel Ángel Castro, rector de la Universidad de Sevilla y Leonardo Lomelí Vanegas, rector de la Universidad Nacional Autónoma de México.

nelly.toche@eleconomista.mx

Periodista de ciencia en la sección Arte, Ideas y Gente de El Economista. Cuenta con maestría en periodismo sobre Políticas Públicas por el CIDE y es licenciada en Ciencias de la Comunicación por la UVM.

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