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Hubo un mexicano a bordo del Titanic
En su libro "El caballero del Titanic", la escritora Guadalupe Loaeza cuenta la historia de Manuel R. Uruchurtu, político mexicano que destacó durante el Porfiriato.
El Titanic y la historia que lo envuelve es un icono mundial del Siglo XX. Sin embargo, para los mexicanos había sido un tema un poco alejado, hasta hoy, que ha aparecido en el mercado editorial en español el libro El caballero del Titanic, de Guadalupe Loaeza , señaló anoche Alejandro Rosas.
Historiador de profesión y amante estudioso del Titanic, Rosas fue, al lado de Alejandro Gárate Uruchurtu y la autora, comentarista durante la presentación del volumen que describe la historia del único mexicano a bordo de esa nave, y quien concedió su asiento en el bote salvavidas a una pasajera inglesa de segunda clase.
En su momento, ese grandioso buque representó el progreso a través del acero, la telegrafía inalámbrica, el cinematógrafo y de manera paralela, los últimos años de la época Victoriana; seis días antes de que zarpara, Marconi anunció el radar, que de haberlo tenido, tal vez el Titanic no habría chocado fatalmente, evocó Rosas.
Luego, el especialista en el tema enlistó las razones por las que, desde su punto de vista de lector, historiador y apasionado de la leyenda, El caballero del Titanic es un libro que vale la pena conocer.
Primero, dijo, porque a pesar de haber sido una tragedia mundial, no había una visión mexicana sobre esa tragedia universal .
En segundo lugar, agregó, porque cuenta la historia de dos personajes: Manuel R. Uruchurtu, un político mexicano que destacó durante el Porfiriato, y de Elizabeth Rammell Nye, la mujer por la cual él perdió la vida.
Y en ese contexto, añadió, la obra recupera la vida cotidiana permitiendo conocer el devenir social de esos días.
La historia del Titanic se convierte, de ese modo, en un espléndido pretexto para contar historias muy personales porque, en síntesis, lo que nos ofrece la autora es la aportación de una mexicana a la historia de ese barco que fue construido para no hundirse nunca , citó el historiador Rosas para finiquitar su participación.
Acto seguido, Alejandro Gárate Uruchurtu, sobrino nieto del fabuloso individuo que da vida al libro, comentó que El caballero del Titanic es el resultado de un largo periodo de investigación, charlas, consultas, documentación en diversas y variadas fuentes, así como de la perseverante voluntad de Guadalupe Loaeza .
Narró que desde sus años de infancia, escuchó hablar a sus familiares y amigos cercanos que acudían a su casa sobre el Titanic, donde viajaba su tío abuelo. Con el tiempo, y desde hace 20 años, él es miembro de la Sociedad Histórica del Titanic, por eso conoce perfectamente los laberintos y vericuetos de esa leyenda.
La familia estuvo en condiciones de proporcionar a la escritora sus documentos, así como valiosa información sobre Manuel R. Uruchurtu, sonorense nacido en 1872, abogado, militar y político amigo de don Ramón Corral, quien llegó a ser vicepresidente de la República Mexicana , subrayó el descendiente del caballero.
Alejandro Gárate Uruchurtu escribió el prólogo del libro del que Loaeza explicó que le llevó alrededor de 10 años madurar la idea, investigar y escribir. Tenía yo unos ocho o nueve años de edad cuando conocí la historia del Titanic y desde entonces me atrapó la curiosidad por conocer lo referente a esa historia , comentó.
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