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J. Volpi defrauda al sistema,? pero complace a sus lectores

El tramposo millonario nos revela cómo es posible que iniciativas personales muevan al mundo y causen crisis.

viernes 14 de marzo de 2014 - 03:21

El libro Memorial del engaño nos cuenta la historia de un defraudador: J. Volpi, un hombre que se apropió de 15,000 millones de dólares de sus clientes, fondos de pensiones, hospitales, socios, y que fue, entre muchos otros, uno de los causantes de la reciente crisis económica mundial que a tantas personas ha perjudicado.

De hecho, es el propio J. Volpi (no confundir a este criminal estadounidense de origen judío con el reconocido escritor mexicano o bueno, sí hay que confundirlo, pero sólo un poco) el que nos cuenta su historia y, de paso, la de su padre, Noah, un funcionario del Tesoro estadounidense y, a diferencia de su vástago, un hombre íntegro y, quizá por haber crecido durante la crisis de los años 30, muy preocupado por los desposeídos.

Volpi, lo leemos en su libro, es un cínico, se sabe un criminal que perjudicó a mucha gente, pero también sabe que no es el único y que hay quienes causaron más daño que él al generar un ambiente que hizo posible que él defraudara a sus clientes y que, en última instancia, causó la crisis global.

Banqueros, políticos y funcionarios del Tesoro, la Reserva Federal, del Fondo Monetario Internacional, del Banco Mundial Todos manteníamos la misma fe, o eso decíamos: esta vez será distinto, las alarmas son inciertas, los temores infundados, podemos seguir endeudándonos y enriqueciéndonos sin tregua, que los mercados, sanos como toros, sabrán autorregularse .

Volpi es, también, un desvergonzado, y en su libro admite que le gustaría excusarse como lo han hecho todos esos otros. Le gustaría rebajar mi arrepentimiento y mi vergüenza no ante los desahucios y la pobreza de millones sino ante mi impericia y moderar la rabia ante mis pérdidas . Pero él, a diferencia de esos hidalgos , admite: Yo soy una lacra, a la que se juzga necesario perseguir por medio mundo como si fuera un torturador o un criminal de guerra, mientras a ellos, los funcionarios y prohombres en quienes depositamos nuestra fe y nuestra confianza les basta con pedir una disculpa .

QUE NO ES EL ESCRITOR

Hay que decir que el tal Volpi escribe Memorial del engaño como si realmente hubiera cultivado el oficio en lugar de haberse dedicado a hacer dinero a partir del dinero y a abusar de la confianza del prójimo.

No se trata sólo de que su prosa sea limpia, sino de que recrea de manera magistral a sus personajes, a su madre, a sus hijos confundidos, a sus colegas cuando está en JP Morgan, a personajes históricos como Harry Dexter White (ex secretario del Tesoro en EU, fundador del FMI, quien murió poco después de presentarse en una audiencia judicial para defenderse de acusaciones de, es en serio, ser comunista) y, por supuesto, a sí mismo como narrador de su historia.

La trama está, también, bien tejida. Y las historias de las tropelías de J. Volpi se mezclan con la historia de su padre (quien murió al caer de un edificio tratando de agarrar a una paloma), historia que Volpi va indagando en documentos y pláticas con su madre.

Además, Volpi, didáctico, nos va explicando los intríngulis del mundo financiero. Aunque también lo hace con incómoda suficiencia. Juzgue el lector si no es pedante:

Queridos y simples mortales: como adivino sus ojos enrojecidos y espantosamente abiertos, síntomas inequívocos de frustración y azoro, me veo obligado a hacer un paréntesis para tratar de explicarles, en unos cuantos párrafos -anticipo su impericia matemática- qué son los Derivados Financieros .

LA ENTREVISTA

En esa huida por todo el mundo , J. Volpi pasó hace unos días por México y accedió a platicar con este reportero en una cafebrería.

Tratándose de un experto práctico (no teórico) en abusar de los sistemas financieros, le pregunté cómo ve el sistema mexicano, y dijo que quizá por la costumbre de enfrentar crisis cada pocos años tienen una estabilidad económica sorprendente .

Pero, agregó quizá con el íntegro Noah en la memoria, es una estabilidad que no deja de esconder el índice de desigualdad más alto del mundo. Ustedes tienen a los hombres más ricos del mundo y a los más pobres viviendo a unas cuadras de distancia .

Twitter: @manuelino_