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Jesuitas de la UCA son expulsados de su vivienda en Managua
Tras la confiscación de la Universidad Centroamericana ordenada por el régimen de Daniel Ortega, "los seis religiosos de la comunidad obedecieron las órdenes de la autoridad y se retiraron de la vivienda. Los jesuitas desalojados se encuentran bien en un lugar seguro”, informó la provincia centroamericana de la congregación.

Foto: Cortesía
Como consecuencia de la ocupación y confiscación de la Universidad Centroamericana (UCA), la universidad jesuita de Nicaragua, desde la tarde de este sábado, la policía desalojó de su casa a la comunidad de religiosos que laboraban en ese centro educativo.
“A comienzos de la tarde de este sábado, 19 de agosto, la policía nicaragüense se presentó junto a miembros del poder judicial en la vivienda de los jesuitas, residencia Villa Carmen (al lado de la UCA, pero propiedad de la Compañía de Jesús), para exigir su desalojo argumentando que esa vivienda es también propiedad del Estado de Nicaragua”, denuncia en un comunicado la Provincia de la Compañía de Jesús en Centroamérica.
“Los miembros de la comunidad mostraron a los agentes la documentación de escritura de propiedad que afecta a la vivienda como un bien diferente de la UCA y propiedad de la Compañía de Jesús; sin embargo, los agentes hicieron caso omiso de la documentación y se les ordenó dejar la casa, permitiéndoles sacar únicamente algunos objetos de uso personal”, añade el documento.
“Los seis miembros de la comunidad obedecieron las órdenes de la autoridad y se retiraron de la vivienda. Los jesuitas desalojados se encuentran bien en un lugar seguro”, precisan.
“La Provincia Centroamericana de la Compañía de Jesús condena este atropello y manifiesta su confianza en que el Señor de la Historia siga acogiendo bajo su bandera a los jesuitas de Nicaragua en estos momentos”, concluye el comunicado.
En día pasados, el gobierno de Daniel Ortega ordenó confiscar los bienes muebles e inmuebles y congelar los fondos de la universidad jesuita en Nicaragua, bajo las acusaciones de ser un “centro de terrorismo” y “organizar grupos delincuenciales”.
La condena por el “atentado a la autonomía universitaria, libertad académica y a los derechos humanos”, se ha hecho visible durante estos días, lo mismo desde la Asociación de Universidades Confiadas a la Compañía de Jesús en América Latina (AUSJAL), de la cual forma parte la UCA Nicaragua, junto con otras 30 universidades en América Latina y El Caribe, así como desde las provincias de la Compañía de Jesús en distintos países y del gobierno general de la orden, encabezado por Arturo Sosa Abascal, que han sumado palabras de solidaridad con la universidad y con los jesuitas nicaragüenses, ante la ocupación violenta de sus instalaciones por parte de las fuerzas gubernamentales.
El jesuita, doctor Luis Arriaga Valenzuela, rector de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México y presidente de la AUSJAL, condenó la ocupación escribió este sábado en su columna de El Universal: “Los muchos saberes que, para bien de la sociedad nicaragüense, fueron cultivados hasta hace unos días por la UCA en Managua hoy se encuentran aparentemente silenciados. Sin embargo, sería un error creer que la vida de una comunidad universitaria se reduce a lo realizado en sus aulas. Ese quehacer no podrá ser silenciado por una decisión arbitraria que atenta contra el derecho a la educación y la libertad de pensamiento. Quizá no abundan, pero son notables los arduos trabajos de quienes, en medio de circunstancias adversas, en diversos lugares, han sido capaces de ejercer la crítica frente a los abusos del poder, ante la cotidianidad de los mecanismos de dominación y ante la barbarie institucionalizada.
Con la toma de la UCA Nicaragua ya suman 27 centros de estudios superiores confiscados por el régimen de Ortega.
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