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Jorge Marín extiende sus “Alas” a Chicago
Frente a la estatua de Benito Juárez, en la Plaza de las Américas de Chicago, este 5 de mayo, fecha nacional en México y Estados Unidos, se inauguró la exposición de la pieza icónica del escultor mexicano.
En una fecha representativa para México y Estados Unidos -5 de mayo- que conmemora el triunfo del ejército mexicano frente a las huestes francesas de Napoleón III, la efigie Benito Juárez, vista en perspectiva, parece lucir las alas de la victoria en la Plaza de las Américas en Chicago, donde la tarde de este jueves se inauguró la ya icónica pieza "Alas de México", del escultor Jorge Marín.
Frente a la estatua del Benemérito de las Américas, flanqueada por banderas de todos los países del continente, la instalación “Alas de México” podrá ser admirada por los más de 9 millones de habitantes de la Ciudad de los Vientos, 1.6 millones de ellos de origen mexicano, que constituyen la comunidad latina más numerosa en la urbe y una de los conglomerados nacionales más grandes en Estados Unidos.
Y aunque las "Alas" de Marín remiten necesariamente a México, lo cierto es que la pieza expresa un lenguaje universal. “Al bronce, Marín le da alas: alas de ángel”, escribió Carlos Fuentes en 2011 para el prólogo del libro conmemorativo de los diez años de la escultura. Y los ángeles son comunes y evocadores en todas las culturas.
Jorge Marín, que en su faceta de escultor se ha convertido en un promotor del arte en el espacio público, se encuentra a sus anchas -con sus alas extendidas- en Chicago, de ciudad de gran relevancia en el arte contemporáneo y una de las que más han invertido y apostado por la estética del paisaje urbano.
La instalación “Alas de México” emprendió el vuelo en la Ciudad de México en el año 2010, y a la fecha ha recorrido más de 25 ciudades del mundo, entre ellas Dubái, Toledo, Beirut, Cantón, Estambul, Hong Kong, Shanghái, El Cairo, Oslo, y Anaheim; y tiene sede permanente en Los Ángeles, Madrid, Chihuahua, Quebec, Singapur, Berlín Tel Aviv, y Ciudad de México, por mencionar algunas.
En todos lados, la gente hace fila para tomarse la foto; por ejemplo, en Dubái, es la pieza escultórica más “instagrameable”; se han contabilizado más de 5 millones de personas que posan con las alas detrás.
¿Qué pasa con esta pieza? ¿Por qué jala tanto? -pregunto al artista. “De inmediato yo diría que porque es una obra interactiva, se completa con el espectador, y en segundo lugar, esa pieza tiene el gran logro, y perdón porque yo lo diga, de que tiene la capacidad de jalar al espectador y de seducirle, e invitarlo a participar”.
La ceremonia inaugural, a la que asistió el autor vía remota, estuvo acompañada por Lori Lightfoot, alcaldesa de la ciudad de Chicago; Reyna Torres, cónsul general de México en la ciudad; Roberto Velasco, jefe de la Unidad para América del Norte de la Secretaría de Relaciones Exteriores de México; Jesús “Chuy” García, congresista de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos de América, entre otros funcionarios y patrocinadores.
La instalación permanecerá seis meses en Chicago; paralelamente se exhibe frente al consulado mexicano en la ciudad de Brookhaven, del sureño estado de Georgia, y otras obras también de la autoría de Jorge Marín ocupan espacio en calles, parques y frente a museos de esa ciudad.
“Alas de México”, seguirá convocando a miles de personas que deseen verse con alas, para fantasear con volar o imaginarse como ángeles, y unirá muchas y diversas voces, como escribió Fuentes: “(…) como si una lengua común, irlandesa, gaélica, manx, bretona, celtíbera, se reuniesen aquí, por un momento, en escultura, y gracias al bronce, le cantaran a México”.
kg