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Arte e Ideas

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Juana Dolores, una “princesa” política sobre el escenario

La actriz y escritora catalana, quien se encuentra en México para presentar dos obras en el Festival Internacional de Teatro Universitario de la UNAM, señala que gran parte del arte de la actualidad se ha convertido en “simplemente un páramo ideológico”.

En España el feminismo es algo que está de moda, es marketing. A veces se vincula con el anticapitalismo, pero muchas más veces es capitalismo puro y duro”.

Juana Dolores, actriz, performer y escritora.

“Asistimos a la derrota ideológica del comunismo. El comunismo, el socialismo y el marxismo han sido derrotados. En ningún sitio se ha podido llegar a un sistema comunista real. Aquellos que dicen que todos los sistemas comunistas (intentados) han fallado, no tienen idea de lo que es el comunismo. Es la combinación de un proceso socialista y, por tanto, es la abolición de toda clase social y económica, y eso jamás ha sucedido. Lo que hoy nos encontramos son muchas voces que hacen de la lucha de clases y de la revolución algo que solamente forma parte de su programa político”.

Son palabras de la actriz, performer y escritora catala feminista Juana Dolores (Cataluña, 1992), declarada marxista, quien este jueves y mañana viernes presenta dos piezas escénicas marcadamente políticas como parte de la edición número 30 del Festival Internacional de Teatro Universitario, que se lleva a cabo en distintas sedes de la UNAM desde el 1 y hasta el 10 de septiembre.

Para dar un esbozo sobre ambas piezas mencionadas basta con leer sus nombres. Se trata del monólogo performático #Juana Dolores# *demasiado diva para un movimiento asambleario* y de la obra Hit me if I'm pretty o la princesa moderna, de las cuales se ofrecerán mayores detalles más adelante en esta nota. Pero antes, vale la pena completar la idea expresada por la artista con la que inicia este texto.

“Por eso es importante partir de esta derrota ideológica, desde la autocrítica. La militancia marxista ahora misma debe de partir de la formación de cuadros y de pensar cómo organizarnos socialmente para iniciar un proceso revolucionario de aquí a 20 años. Ésa es mi visión. Pero, vamos, las contradicciones como marxista las va a tener cualquier militante, se dedique a lo que se dedique, bajo este sistema capitalista horrible”, agrega con lujo de convencimiento quien en 2020 además fue reconocida por su labor como autora con el premio de poesía Amadeu Oller para poetas debutantes en lengua catalana no mayores de 30 años.

Dos obras, dos proclamas

Ahora bien, hablemos de las piezas que traen a México a la poeta y actriz, su primera expedición artística fuera del país ibérico.

La primera ellas, a presentarse este jueves en el Auditorio del MUAC, es #Juana Dolores# *demasiado diva para un movimiento asambleario* que, se explica, se trata de un monólogo performativo dirigido, escrito e interpretado por la artista española sobre la rabieta de clase de una niña-adolescente que descontextualiza la ideología marxista-leninista para reinterpretarla desde el sueño de convertirse en vedette.

La segunda, a ejecutarse este viernes, es Hit me if I'm pretty o la princesa moderna, que se trata de “un mitin político a partir de El príncipe, de Maquiavelo. En esta presentación, Juana Dolores feminiza y sexualiza la figura del príncipe protagonizando una princesa nacional y popular, tan bella como violenta, que, tras haber conocido a los hombres más guapos, más inteligentes, más sensibles, más tiranos y malvados, regresa a su castillo y proclama, desde una ofensiva feminista, la soberanía del objeto de deseo al servicio del partido revolucionario”.

Las contradicciones de ser marxista

Volvamos al tema de las contradicciones que señala Juana Dolores sobre ser abiertamente marxista y trabajadora del arte dentro del sistema que se abomina.

“Las contradicciones que tiene un artista marxista cuando trabaja son las mismas que puede tener cualquier marxista, socialista o comunista cuando trabaja. Yo me pregunto cuántos ingenieros marxistas hay o cuántos médicos marxistas. Al final, los ingenieros no dejan de ser también un eslabón más del sistema capitalista, pero todo el mundo trabaja en lo que puede”.

Y más adelante expresa: “los artistas no tienen por qué cambiar el mundo con sus obras. Y por eso considero interesante que los artistas hagan un planteamiento sobre su militancia política porque el carácter esencial de los artistas y los intelectuales ha sido siempre la disidencia hacia los sistemas políticos, económicos y culturales. Entonces, me espanta que la cultura, que es un territorio o uno de los ámbitos que deberían estar más politizados, porque tiene todas las herramientas para hacerlo, sea simplemente un páramo ideológico”, expresa para referirse al arte como un sitio donde las ideologías reposan sin ser cuestionadas.

Finalmente, señala que la cultura también tiene un sesgo de clase, puesto que no es accesible económicamente para todas las personas sin excepción.

“No todo el mundo puede pagar 20 euros para ir a ver una obra de teatro, no todo el mundo puede comprar libros. Además, no sólo se trata de unas condiciones materiales y económicas específicas, también hay algo que se llama capital cultural, que es aquello que hace que alguien sepa o considere que la cultura y el conocimiento son importantes, y lo son porque pueden ser herramientas para despertar nuestra conciencia de clase y, por tanto, instruirnos y organizarnos políticamente. Entonces, es evidente que las clases trabajadoras y en situación de pobreza no tienen un derecho franco de acceso a la cultura”.

#Juana Dolores# *demasiado diva para un movimiento asambleario*

  • Monólogo performativo
  • Jueves 7 de septiembre, 19:00 horas
  • Auditorio del MUAC
  • Entrada libre

Hit me if I’m pretty o la princesa moderna

  • Performance
  • Viernes 8 de septiembre, 19:00 horas
  • Auditorio del MUAC
  • Entrada libre

ricardo.quiroga@eleconomista.mx

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