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Arte e Ideas

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Justin Bieber, un ídolo bien hecho

Dos conciertos en el Foro Sol, más de 100,000 asistentes, en su mayoría adolescentes, son prueba del éxito de Justin Bieber, cantante de apenas 17 años, descubierto en YouTube.

¡Yostiiiiiiiiiinnn!... ¡Bibeeeerrrr!, gritos en altos decibeles escapan de las gargantas de niñas entre los 5 y 15 años de edad. Es la Biebermanía , dice mi hija de 11.

Dos conciertos en el Foro Sol, más de 100,000 asistentes, en su mayoría adolescentes, son prueba del éxito de Justin Bieber, cantante de apenas 17 años, descubierto en YouTube.

Bieber es el ejemplo claro de cómo se puede tomar a alguien con talento y convertirlo en un ídolo pop, porque no bastaban su talento y cara bonita, era necesario un buen asesoramiento para que hoy, Justin haga conciertos por el mundo y venda millones de discos.

Para estas alturas, todos saben que Justin es asesorado por Usher, quien le ha enseñado a su pupilo a ser una estrella y, sobretodo, a vender muy bien su imagen.

Por eso, nada en Justin Bieber es improvisado, cada uno de sus movimientos está planeado; desde su forma de cantar hasta las palabras a las Bieberfans, Justin tiene un guión y no se arriesga.

Pero al cantante le basta aparecer en el escenario para provocar la locura, canta con su voz aguda, desafina un poco, medio baila, posa y se deja querer.

Pero ojo, en verdad que Justin Bieber tiene talento y lo prueba cuando toca la guitarra, la batería y el piano y sus fans lo reconocen, aunque gritan más cuando en la pantalla aparecen sus fotos de niño tierno.

El show vale la pena, Bieber pese a las críticas tiene talento y aprovecha a cada momento para cambiar vestuario o comportarse como rapero, aunque es demasiado cute para ser un bad boy.

Las niñas están en los hombros de sus resignados padres, algunas bailan, las más chicas de plano se duermen en el piso, pero la multitud le grita de todo a su Justin y presumen sus mejillas tatuadas de color morado con su amor por J.B.

El chamaco hace un repaso por sus éxitos, "Smile", "Never let you go", "One lonely girl", "Never say never" y hasta un cover de Michel Jackson con todo y su versión del famoso moon walk.

El domingo repitió su primer show del sábado y canta cerca de 1 hora y 30 minutos, donde, por desgracia Justin incluyó un ridículo numerito de un programa musical de Televisa que se debe a más a interés comerciales que a cuestiones creativas.

Pero llego el fin y con ésto, Bieber cantó su máximo éxito "Baby" y el Foro Sol se convirtió en un pandemónium de púberes gritándole al querubín, a Justin, quien se despoja de su chamarra, y playera para terminar de un brinco su concierto dejando a sus fans en pleno llanto y con el sabor en el oído de que sí, Justin puede llegar a ser un gran artista.

Tomados de la mano

Justin se va en la oscuridad mientras los padres intentamos hacer lo mismo y sin soltar a nuestras hijas corremos a la salida del Foro Sol.

Pero los "cuellos de botella", la poca señalización de salidas, los peligrosos bicitaxis, los vendedores ambulantes (piratas y legales) y la falta de organización de Ocesa para conducir al público de manera segura a su destino, está a segundos de causar una desgracia.

Algunas niñas se caen, otras intentan desesperadamente comunicarse con sus padres que han perdido, otras pelean por la playera o el dije de Justin, todo en las penumbras.

La gente trata de salir del lugar entre los jardines, vallas y hasta en medio de los granaderos que no hacen otra cosa que estorbar.

Esto ya parece el New's Divine , dice una madre que lucha para que la turba no aplaste a su hija de escasos seis años que jura una y otra vez a su mamá no volver a un concierto de su ídolo.

vgutierrez @eleconomista.com.mx

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