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Arte e Ideas

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La Casa de las Águilas en Templo Mayor estrena techumbre

La nueva cubierta está fabricada con polímeros que la hacen más resistente y ligera; garantiza un periodo útil de entre 10 y 15 años, señaló la directora del Museo del Templo Mayor.

La Casa de las Águilas del Templo Mayor, uno de los puntos de valor patrimonial de primer orden en la zona cero del Centro Histórico de la Ciudad de México y, por la trascendencia de sus vestigios, uno de los que requieren mayor protección, está estrenando nueva techumbre después de más de un año de minuciosos trabajos de desmontaje y restitución de la vieja estructura, que colapsó la noche del 28 de abril del año pasado por una atípica granizada que cayó sobre la capital mexicana.

Para esta nueva estructura, se detalló este martes durante el recorrido oficial de reapertura encabezado por la secretaria de Cultura federal, Alejandra Frausto Guerrero, y la directora del Museo del Templo Mayor, Patricia Ledesma Bouchan, se decidió repetir con una tridilosa, es decir, una estructura tridimensional inclinada que sostiene un galvatecho, aunque con polímeros mucho más ligeros y resistentes que aquellos con los que se fabricó la cubierta que protegió este sitio por más de 40 años.

La ligereza de los materiales permitió la ampliación de la techumbre hasta alcanzar un área total de 800 metros cuadrados que permiten una protección más efectiva del sitio, para problemas como la filtración de agua durante las épocas de lluvia. El costo final del trabajo fue de 14 millones de pesos más IVA que fueron pagados por el seguro del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) con Agroasemex.

“Alguien me preguntó por qué no hacíamos un techo como el del Louvre. Le expliqué que estamos en un sitio que es parte del Patrimonio de la Humanidad, entonces teníamos que cuidar que no compitiera la cubierta moderna con los edificios históricos. Tiene que ser una construcción moderna discreta. Por otro lado, no podíamos poner soportes muy grandes, porque estaríamos destruyendo el piso prehispánico. También me preguntaron por qué no habíamos puesto una velaria, pero una estructura de este tipo requiere de mucho mantenimiento y, además, en el Centro Histórico los niveles de contaminación y lluvia ácida son terribles. El galvatecho es el más resistente para esos efectos con una vida útil de entre 10 y 15 años con un mantenimiento constante”, compartió la funcionaria, aunque indicó que una vez pasado este periodo solamente se deberá cambiar la cubierta del polímero.

El diseño de esta nueva techumbre fue responsabilidad de la empresa TGC Ingeniería, que resolvió emplear los mismos puntos de soporte de la estructura anterior (12 en total) para no invadir el interior de los vestigios, sin embargo, estos puntos fueron reforzados con concreto sin afectar el basamento y desde estos puntos las salidas ahora son en forma de vértice y no verticales, lo que permite a la estructura soportar mucho más peso.

Reconoce labor de Matos

En la conferencia y recorrido destacó la ausencia del director del INAH, Diego Prieto Hernández, y del arqueólogo y antropólogo Eduardo Matos Moctezuma, fundador del Proyecto Templo Mayor.

En referencia al ganador este año del Premio Princesa de Asturias de Ciencias Sociales, Frausto Guerrero declaró: “el Templo Mayor es un sitio vivo, siempre se estará manifestando y lo que nos corresponde en nuestro tiempo, como servidores públicos, es preservarlo, hacer los planes de salvaguarda necesarios. Aquí hay un equipo extraordinario de arqueología urbana desde hace décadas, que permite que conozcamos estos tesoros, por supuesto con el multipremiado maestro Matos a la cabeza”.

Por su parte, José Luis Perea González, secretario técnico del INAH, en representación de Diego Prieto Hernández, amplió que los trabajos de renovación en el Templo Mayor aún no han terminado. El siguiente paso será la sustitución de las cubiertas de la Etapa 2 y los templos Rojos norte y sur, cuyas estructuras tienen la misma edad que tenía la cubierta de la Casa de las Águilas, por lo que también es preciso garantizar la protección de estas zonas con los nuevos materiales.

“Estos trabajos serán realizados en lo que resta de este año gracias a una ampliación presupuestal aportada por la Secretaría de Cultura. Esperamos terminar durante el primer trimestre de 2023. Además, se está realizando la modernización de la infraestructura eléctrica del museo”. Para estos trabajos, se indicó que Cultura federal aportó 7 millones de pesos.

La relevancia de la Casa de las Águilas

La Casa de las Águilas no era propiamente un inmueble integral del Templo Mayor sino un edificio muy próximo. Esto sugiere que era un punto muy importante donde, según los estudios de Leonardo López Luján, muy posiblemente se realizaban ceremonias privadas de la alta nobleza mexica. En este sitio se pueden apreciar altorrelieves de estilo neotolteca que dan constancia de rituales de autosacrificio efectuados por gobernantes, sacerdotes y guerreros. “Es probable que aquí se hayan hecho los rituales de cambio de gobernante. Cuando moría uno, sus restos se traían acá, se mantenían un par de días y aquí hacía la penitencia el nuevo gobernante”, declaró la directora del Museo del Templo Mayor.

ricardo.quiroga@eleconomista.mx

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