Lectura 5:00 min
La composición, una forma de decir lo que está pasando en este país: Arturo Márquez
La Orquesta Filarmónica de Sonora y el Coro del Teatro del Bicentenario ofrecerán este jueves en el Teatro Juárez un concierto interpretando música de cuatro compositores mexicanos: Rodolfo Campodónico, Nubia Jaime-Donjuan, Venus Rey Jr. y Arturo Márquez. Cantata “Sueños”, de Márquez, será la cereza de la gala.
El 51° Festival Internacional Cervantino (FIC) sigue mostrando lo mejor de sus invitados principales. Tanto Estados Unidos como Sonora, han hecho grandes revelaciones en esta fiesta cultural y es el turno de la Orquesta Filarmónica de Sonora y el Coro del Teatro del Bicentenario, quienes este jueves en el Teatro Juáreza estarán interpretando música de cuatro compositores mexicanos destacados como lo son Rodolfo Campodónico, Nubia Jaime-Donjuan, Venus Rey Jr. y Arturo Márquez.
La primera parte del programa incluirá la una obra titulada “Suite Sonora” del compositor Venus Rey Jr., originario de Ciudad de México, que por primera vez presentará su música en el Cervantino, y cerrará con el danzón “Maso Ye’eme” de la hermosillense Nubia Jaime-Donjuan.
La segunda parte contiene dos obras para coro y orquesta del compositor Arturo Márquez, “Alas" y la cantata "Sueños”. La primera está dedicada a Malala, la joven activista Premio Nobel de la Paz 2014.
A propósito de este encuentro musical, Arturo Márquez, reconocido por utilizar formas y estilos musicales mexicanos e incorporarlos en sus composiciones, Premio Nacional de Ciencias y Artes en 2009, en la categoría de Bellas Artes, y siempre recordado por su famoso Danzón N° 2, el cual ha sido interpretado en una infinidad de países, agradeció la oportunidad de participar de este festival tan esperado por quienes componen la vida cultural en el país e incluso el mundo.
Aseguró que poder compartir sus composiciones es momento de gozo, pues en su trabajo hay siempre un aspecto complejo pues, “por un lado, hay que respetar la estructura, y por otro, que la música sea reflexiva y de conciencia, para que realmente sea una posibilidad hacia quien escucha, es una simbiosis”.
El compositor nacido en Álamos, Sonora, agregó: “Uno tiene que estar totalmente consciente de lo que quiere transmitir, que esté presente el sentido social, estético, después de eso algo muy importante es cómo transformar esas sílabas en música, qué ritmo le vamos a poner y cómo vamos a formar las frases”.
Narra que, por ejemplo, trabajó con el poeta Eduardo Langagne de una manera muy cercana para que él lograra versos a como él los necesitaba. “Alguna vez algún compositor me dijo, ‘yo puedo musicalizar hasta el directorio telefónico, esa es una virtud, pero yo no le encuentro a ese elemento nada atractivo, ni estético ni poético’”. También habló de la música moderna en la cual podemos encontrar rimas, pero letras sin sentido y eso, hay que cuidarlo.
“Yo he estado preocupado desde hace 40 años o más, recuerdo cuando en 1983 hice una obra para dos pianos, había que pegarle al piano y a las cuerdas, la obra se llamaba Mutismo, y era como un reflejo de lo que yo leía como una gran mordaza que tenía la sociedad de no poder decir lo que debería. Gran parte de las obras que he hecho tienen que ver con alguna preocupación social”.
Comparte que en 1994 cuando compuso el Danzón N° 2, fue basado en una danza de salón, pero en ese momento en México había una profunda preocupación por lo que sucedía en Chiapas. “Empieza con toda la cadencia del danzón, pero luego hay unas partes que son muy duras. Siento que muchos compositores nos preocupamos y lo vemos reflejado en nuestras obras, tal vez no somos tan directos como las palabras, pero es una forma interna de decir lo que está pasando en este país”.
A un día de que su obra retumbe en el bello Teatro Juárez, dijo que “el arte es un encuentro entre el corazón, la emoción y la técnica, y en algunos momentos uno de los dos quiere ganar, pero ahí está la sensatez artística para encontrar un equilibrio”. Además, se dijo feliz de volver a Guanajuato “Qué gran oportunidad para regresar con la cantata Sueños”.
Por último, adelantó que estrenará una obra con el texto de Saúl Juárez Vega sobre la pandemia, “una cantata que plasmará la pesadilla que vivimos, una especie de fanfarria de haber sufrido y haber vivido. Será para coro, orquesta de metales y percusiones”.
La interpretación y el valor de la palabra
Por su parte, Laura Cmet, quien será la directora invitada para este concierto, compartió en conferencia de prensa que para ella es un privilegio interpretar la música de extraordinarios compositores y, además, tener la oportunidad de estar junto a ellos.
“Hay música donde los músicos las conciben sin texto, música pura donde los intérpretes tenemos que encontrar el significado y simbología. En este caso la obra “Alas” y cantata “Sueños”, están concebidas con esta importancia en el texto, entonces, lo que hay que encontrar es equilibrio entre la música que por sí sola habla, y que por eso el maestro Márquez también eligió determinados instrumentos para cada sección, ritmos y armonías, está en nosotros los intérpretes entender la obra para luego hacerla sonar”.
Agrega que la función de quien dirige una orquesta es maravillosa, “es una función de coordinación y para ello sobre todo debe haber mucha empatía, saber ponerse en el lugar del otro, no es la persona que dice absolutamente lo que hay que hacer, uno escucha e interactúa con los músicos, luego toma decisiones para la mejor interacción de la música. Acá ha surgido una simbiosis, porque he podido preguntarle al compositor, tenerlo al lado y preguntarle ¿estoy entendiendo bien?”, concluyó.
Concierto Cantata “Sueños”, de Arturo Márquez
- Orquesta Filarmónica de Sonora y Coro del Teatro del Bicentenario
- Laura Cmet, directora invitada
- Jaime Castro Pineda, director del coro
- Duración: 72 minutos
- 26 de octubre, 21:00 horas, en el Teatro Juárez (Guanajuato)