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La gran huella de la pandemia sobre el mercado del libro
El año pasado hubo un repunte del 7.7% en la venta de libros físicos, pero quedó 19% debajo de los registros prepandemia. La producción de ejemplares ha mostrado una tendencia decreciente desde 2018. La expectativa para este año es que la industria siga retomando impulso pero sin alcanzar aún los niveles de 2019.
En las gráficas del comportamiento de la industria editorial mexicana de los últimos años, tanto en los índices de producción como en los de ventas, es apreciable la profundidad de la huella a más de dos años y medio de la pandemia.
Es posible analizar esa huella con perspectiva sobre los indicadores del mercado del libro en el país hasta 2021, presentados este martes por la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana (Caniem) en el marco de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL).
Así la pasaron los editores
La producción de ejemplares en nuestro país por parte de las editoriales ha decrecido no solo por la emergencia sanitaria sino que este decrecimiento es evidente y tendencial desde 2018. Aquel año el nivel de producción fue de 134.8 millones de ejemplares, mientras que para 2021 fue de 98.1 millones. En términos prácticos, la reducción de la producción editorial en el país ha sido de 34% entre 2018 y 2021.
El año pasado, las editoriales vendieron 99.2 millones de ejemplares, cuando en 2020 reportaron 98.9 millones, es decir que entre un año y el otro el incremento de ventas en unidades fue mínimo (0.3%). Como parámetro, en 2019 se vendieron 123 millones de unidades y en 2018, 133.5 millones. Aquí también se observa una tendencia decreciente incluso antes de la pandemia. Para simplificar, en 2021 el reporte de ejemplares vendidos quedó 19.3% por debajo del 2019.
Con todo esto, la facturación neta para libros impresos en 2021 fue de 9,119 millones de pesos, que representaron una recuperación del 7.7% frente al 2020 (8,470 mdp), pero un 18.8% por debajo del 2019 (11,233 mdp).
“Al desagregar estos datos por subsector editorial, se observa que mientras los subsectores de texto, interés general y religiosos presentaron un crecimiento en su venta, las editoriales de libros técnicos continúan registrando datos negativos, específicamente con una reducción del 16% de la facturación”, detalló Ignacio Uribe Ferrari, director ejecutivo de Grupo Edilar e integrante de la Comisión de Gestión de Datos de la cámara.
Los libros educativos sí pesan
Uno de los rubros en los que el presidente de la Caniem, Hugo Setzer Letsche, hizo énfasis durante la presentación de los datos fue en el de libros educativos, a razón de que históricamente los libros para educación básica, tanto los destinados para el mercado abierto como los libros de texto para el gobierno, suponen la mitad de la producción editorial del país y son la segunda fuente de facturación de la industria. Este sector es un universo en sí mismo que vale la pena analizar.
Específicamente en 2021 la participación en volumen de las ediciones para educación básica, entre las que se venden a librerías y escuelas y las que se venden directamente al Estado, fue de 50.4% y su facturación fue de 46.8 por ciento.
El reporte de la Caniem sobre canales de comercialización indica que la facturación por la venta de libros a escuelas, colegios y universidades descendió casi un 10% (de 2,123 millones de pesos en 2020 a 1,924 mdp en 2021), pero las ventas a gobierno aumentaron prácticamente 30% (de 1,279.3 mdp en 2020 a 1,821.7 mdp en 2021), en gran medida gracias al regreso a clases durante el año pasado.
Setzer Letsche explicó que “en el sector del texto para secundaria no hubo una caída tan fuerte porque (durante los meses más complicados de la pandemia) continuamos con el programa de secundaria a través de la Conaliteg".
La venta en volumen de libros de texto para secundaria representó casi el 38% en volumen y el 16.3% de la facturación de la industria. La diferencia de porcentajes entre volumen y facturación, precisó el presidente de la cámara, responde a que debido al alto volumen de ejemplares, los editores están en posibilidades de dar precios al Estado muy por debajo de los precios que tendrían esos ejemplares en el mercado abierto.
¿Y qué pasó con los digitales?
Es de destacar que la facturación por el comercio de libros electrónicos en 2021 pasó de 368.1 millones de pesos en 2020 a 347.2 millones en 2021, se redujo el interés por los títulos editoriales de fondo e incrementaron las ventas de novedades. La variación alcanzó para que el peso de este formato dentro del sector editorial en general se mantuviera en el 4 por ciento.
Con todo lo anterior, la expectativa del 2022 es que la industria recupere un volumen de producción de 4.35% y en facturación por libros impresos remonte un 8.2%, lo que indica que el mercado al cierre de este año todavía quedaría por debajo de los parámetros de 2019.
"Una primera meta es recuperar los niveles de 2019, pero no es para quedarnos ahí sino seguir creciendo y pensamos que lo podemos hacer tanto en formatos impresos como electrónicos y audiolibros, con todo lo que nos permite la tecnología", concluyó Setzer Letsche. No obstante, señaló Uribe Ferrari, ha habido un incremento en la piratería digital y es necesario no perder ese foco.
Participación por temática (facturación de 2021):
Educación básica:
- 46.8% Infantiles, juveniles y didácticos:
- 11.2% Enseñanza de lenguas:
- 14.5% Ficción y temas afines:
- 5.7% Libros religiosos:
- 8.3% Otros (salud, desarrollo personal, ciencia, economía)
- 13.5% Facilitan el acceso al sistema de metadatos
Ronald Schild, director ejecutivo de la empresa alemana MVB, una de las principales proveedoras de infraestructura digital para el mercado del libro en el mundo, con presencia en México desde 2019 a través de la compañía Metabooks, anunció el lanzamiento del servicio Metabooks Basic, una versión gratuita para editores y libreros minoristas, así como una reducción del 20% del costo de suscripción total para sus clientes. Hasta ahora este servicio de metadatos, anunció, ha alcanzado el 80% de los títulos más vendidos del mercado.