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La importancia de lágrimas artificiales sin conservadores
El 70% de los pacientes que acuden a consulta con un oculista, presentan daño en la superficie ocular y la causa de éste es el uso de gotas oftálmicas con conservadores
Actualmente, factores como la contaminación, la ingesta de medicamentos, el incremento de dispositivos de aire acondicionado; así como el uso prolongado de aparatos electrónicos (computadoras, tabletas, teléfonos celulares u otros gadgets), indujeron a la exacerbación de los síntomas que provocan la sequedad ocular, síndrome que afecta a 1 de cada 4 mexicanos.
“Con este ritmo de vida, lo que conlleva es que estos pacientes que se someten a más de cuatro horas de dispositivos, retrasan el reflejo de parpadeo. El ser humano está programado para parpadear entre 12 y 15 veces por minuto, pero estos pacientes disminuyen el parpadeo hasta uno o dos por minuto. Esto es un alto grado de exposición a la intemperie”, explicó Mauricio Cedillo, Cirujano Oftalmólogo con Alta Especialidad en Córnea y Cirugía Refractiva.
Por otro lado, se ha demostrado que el 70% de los pacientes que acuden a la consulta por cualquier causa, presentan daño en la superficie ocular y que la principal causa de este daño es el uso de gotas oftálmicas con conservadores.
En entrevista, el doctor explica que las lágrimas artificiales tienen más de 50 años en el mercado, pero hasta hace relativamente poco (10 años), se introdujeron las primeras lágrimas artificiales sin conservadores. “El consenso mundial para el ojo seco, habla de que una lágrima artificial que se utiliza por más de cuatro veces al día, obligatoriamente debe ser libre de conservadores para evitar la toxicidad ocular secundaria”.
Las famosas lágrimas artificiales contienen en su mayoría hialuronato de sodio, un polímero estable, con una alta propiedad hidrófila, que no genera respuesta inmune y tiene capacidad visco-elástica, por lo que puede mostrar una propiedad lubricante cubriendo la superficie del tejido.
Pero ¿cuál es la importancia de evitar los conservadores? Los efectos nocivos de los conservantes se han demostrado sobre la córnea, la conjuntiva y la película lagrimal, provocando irritación, inflamación y sequedad ocular, independientemente del principio activo y de la duración del tratamiento.
“Al quitar por completo estos conservadores, disminuye por mucho la manera en la cual agreden la capa superficial del ojo (epitelio corneal), la cual podría verse reflejada en referir sensación de cuerpo extraño, irritación, ojo rojo y hasta dolor. Desafortunadamente el deterioro de esta capa conlleva a exacerbar o aumentar los problemas haciendo que el paciente acuda a un oftalmólogo, de ahí que se requiera incluso una prescripción oftalmológica”, contrario a lo que se hacía comúnmente por la población, debido a que algunos de estos productos se podían conseguir en venta libre.
Dijo que afortunadamente estos medicamentos sin conservadores hoy día requieren de receta médica para ser abastecidos. “Con esto, como especialistas tenemos la tranquilidad de que se está prescribiendo el medicamento adecuado”.
Agregó que éste afortunadamente no es un tema de costos, pues el tratamiento hoy es accesible a través de más de tres laboratorios en el país, y con suficiente abasto “en más del 95% de las farmacias lo puedes encontrar…Lo que debemos hacer es acercarnos con toda confianza al oftalmólogo, inmediatamente que se note alguna baja visión, dolor ocular, cuerpo extraño o cualquier sintomatología. Lo que no deben de hacer es aguantarse o acudir a remedios caseros”.
Por último, el especialista explicó que diferenciar estos productos es fácil. “La mayoría de lágrimas artificiales tienen la leyenda “sin conservadores”, esto hace la diferencia en la experiencia de los pacientes”, concluyó.
nelly.toche@eleconomista.mx