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Arte e Ideas

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La innovación y la investigación son parte de la educación

Buscan visibilizar las ideas más disruptivas del continente y conectar a sus creadores con expertos en emprendimiento e innovación

Foto: EE:ZULLEYKA HOYO

Foto: EE:ZULLEYKA HOYOEE:ZULLEYKA HOYO

Hoy 35 jóvenes se suman a los más de 220 innovadores y emprendedores premiados a través del proyecto Innovators Under 35, por primera vez en su versión Latinoamérica con sede en México se da la oportunidad de visibilizar las ideas más disruptivas del continente y conectar a sus creadores con los expertos nacionales e internacionales más destacados en emprendimiento e innovación.

Uno de los ejemplos es Barbarita Lara de Chile, quien fue una de las ganadoras en la Categoría Inventores con su proyecto Sistema de Información de Emergencia (Sie). 

Aunque los sistemas de comunicación se han convertido en una herramienta importante e incluso indispensable para las sociedades actuales, en casos de crisis y desastres naturales tienden a fallar, este es un punto clave cuando  la información rápida, precisa  y fiable, es fundamental para salvar vidas.

Esto México lo ha comprobado recientemente y lo tiene más presente y aprendido que nunca, pero lugares como Chile comparten estos mismos fenómenos,  “Generalmente tenemos dos desastres naturales potentes al año, en el 2010 yo viví mi primer terremoto, este afecto prácticamente el 80% de las comunicaciones y nos paralizó a todos, simplemente nadie sabía qué hacer y no estábamos preparados”.

En respuesta a sistemas de información ineficientes en escenarios de crisis es que Barbarita imaginó un sistema capaz de enviar datos codificados  con información sobre el suceso a smartphones.

Hoy esto es una realidad. “Si se pudo ganar una guerra solamente utilizando el código morse, encriptando información, codificándola y mandándola, ¿por qué no podemos utilizar esto para el bien de las personas?”, dijo en entrevista.

“Está reconocido que la radio es el método más seguro para no perder contacto con la información en catástrofes, lo que nosotros hacemos es encriptar la información en audio en alta frecuencia, (inaudible para el oído humano), con los mensajes enviados por las vías formales (generalmente el gobierno), después lo metemos en la misa señal de radio, cuya infraestructura ya existe en la mayoría de los países, para que se pueda decodificar y en cualquier lugar donde pueda llegar la radio tú puedes recibir los mensajes con tu celular o un ordenador que previamente tenga descargada la aplicación pero sin necesidad de conexión a internet o una red telefónica,”.

Las universidades privadas en México asumen un nuevo papel

Innovators Under 35 es un proyecto organizado por MIT Technology Review en español (publicación del Instituto Tecnológico de Massachusetts) y vio aliados importantes en la Universidad Panamericana y Opinno para realizar la versión Latinoamericana.

Sobre esta alianza, José Antonio Lozano Díez, rector general de la UP e Ipade, explicó que en México las universidades privadas son relativamente nuevas, las de mayor prestigio tienen alrededor de 50 años de existencia y durante muchos años el enfoque para estas instituciones fue simplemente formar buenos profesionistas y ahí terminaba la labor, “hoy las universidades privadas entendemos que somos corresponsales del desarrollo del país y que no podemos vivir de espaldas a lo que sucede fuera de las aulas”.

Dijo que esto se junta con una necesidad de innovación innata de las nuevas generaciones, pues ellos ven en la tecnología una solución de futuro y eso los apasiona, además son generaciones más colaborativas y eso genera un ambiente idóneo para la investigación e innovación.

Prueba de ello es que alumnos de la UP y del MIT en el verano del 2018 colocarán dos micro satélites en el espacio, “que sucediera eso con alumnos de una universidad privada, pequeña y mexicana, parecía un sueño pero ya se está consiguiendo porque la tecnología nos está permitiendo esas cosas, por ello podríamos hablar de un nuevo momento para las universidades en México”.

Y más allá, indicó Lozano, “si conseguimos que la cuádruple hélice se forme bien como modelo colaborativo (universidades, empresas, gobierno y sociedad) vamos a conseguir que México en los próximos años sea potencia en innovación”.

Por su parte Alvar Sáenz Otero, director del laboratorio de Sistemas Espaciales del MIT, aseguró en entrevista que afortunadamente y separado del ambiente político, en el mundo académico las alianzas siguen trabajando en encontrar las áreas comunes de investigación, “siento que en las últimas décadas el área académica ha sobrepasado las barreras políticas”.

Específicamente en el área de investigación aeroespacial, dijo que no hay una barrera internacional, la barrera que existe es económica, pero eso es a nivel de cualquier nación, “yo desde el MIT trabajo mucho en conseguir fondos, es mi parte como director y a los estudiantes utilizarlo bien, por ello las alianzas complementan esos fondos que probablemente no llegarían por un solo lado”.

Agregó que, por ejemplo, que existiera una Agencia Espacial Mexicana, fue un punto importante de referencia para saber que podían voltear a México y que podía existir investigación en esta área, “la semilla es importante, en este caso fue la AEM y de ahí aunque la agencia no ha crecido tanto, lo que sí ha crecido es el querer investigar y eso es muy importante”.

En ese sentido, dijo que las universidades privadas ya están empujando también la investigación, esto no pasa todavía en todo el mundo, pero nosotros nos dimos cuenta de ello aquí; es un cambio importante de pocos años, que bueno que se dieron cuenta que la innovación y la investigación es parte de la educación, por eso el MIT ya tiene claro que se puede acercar a esta (la UP) y a otras instituciones privadas en México y generar alianzas importantes. 

nelly.toche@eleconomista.mx

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