"La isla siniestra", qué hilo negro tan bien hecho

Claro, uno oye los nombres de Martin Scorsese y Leonardo DiCaprio y se espera la octava maravilla del mundo, así que si sólo recibe una muy buena película no se puede sino sentir un poco frustrado.

Bien actuada, en una impresionante locación y maravillosamente filmada, "La isla siniestra" ( Shutter Island) nos entrega una buena historia un tanto pertubadora y que si bien por momentos se vuelve predecible, el magnífico desenlace, la última frase en realidad hace que todo valga la pena.

Cuidado con la locura

Toman precauciones como si la locura fuera contagiosa , es una de las primeras frases que escuchamos del agente federal Teddy Daniels (Di Caprio, muy bien) en la isla donde el Dr. Cawley (Ben Kingsley, estupendo, como siempre) dirige un manicomio para delincuentes peligrosos.

Los agentes Daniels y su subalterno Chuck Aule (Mark Ruffalo) llegan a la isla porque una paciente se ha escapado. El caso es extraño, desde la miríada de policías con cara de pocos amigos que abundan por todas partes, pasando por el propio Dr Cawley que parece esconder algo hasta la inusitada tormenta que de pronto se desencadena dejando a la isla aislada.

Daniels tal vez podría comprender algo si no fuera por los extraños sueños que lo atormentan por las noches… o ¿es en ellos donde puede encontrar las claves de lo que realmente sucede en la isla?… Quién sabe. La locura tal vez sí es contagiosa.

Insisto, una buena cinta. ¿Podíamos pedir más? Sí, pero con eso es suficiente.