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Arte e Ideas

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La otra Tijuana

El festival Entijuanarte busca mejorar la imagen de la ciudad fronteriza a través de la producción artística.

Es claro, Entijuanarte busca darle una mejor cara a Tijuana, ciudad que lentamente se recupera de momentos difíciles ante la violencia, la crisis económica y las características propias de ser una ciudad fronteriza.

"Estamos haciendo algo nuevo, vamos hacia delante y queremos mostrar que en Tijuana hay grandes ideas y más gente buena que mala", explicó en entrevista Julio Rodriguez, quien junto a Cecilia Ochoa dirigen Entijuanarte. Frontera creativa.

"Entijuanarte nació por una necesidad cultural en la ciudad y cada año crecemos mucho con la presencia de artistas, arte público y visitantes, y vamos por buen camino pues es una manera diferente de ver a Tijuana", agregó Cecilia Ochoa.

No es un esfuerzo del gobierno, es la iniciativa privada la que se encarga de producir Entijuanarte, acontecimiento que tuvo una inversión de 5 millones de pesos para los tres días de exposiciones y eventos que gozaron de bastante éxito.

"Cada año es más difícil juntar el dinero para seguir. Por ejemplo, ahora, tenemos un déficit de 2 millones de pesos pero seguimos trabajando y ojalá recibamos más apoyos.

"Es un proyecto que ya demostró que funciona", agregó su director, quien reconoció algunos apoyos gubernamentales, pero mínimos.

Entijuanarte es una fiesta que se realiza alrededor de La Bola del Centro Cultural Tijuana (CECUT) y para esta edición llevó el tema de "Evolución".

Aquí, diferentes artistas presentan pintura, fotografía, música, performance y diferentes propuestas que logran congregar en tres días a más de 45,000 personas, no sólo de Tijuana, el evento ya cuenta con visitantes del resto del país y del sur de Estados Unidos.

"El festival tienen un impacto social muy importante y nosotros queremos llegar a ser como otros festivales importantes en México", dijo Ochoa.

El artista Manuel Felguérez fue homenajeado en el marco de Entijuanarte, donde inauguró una exposición y opinó: "El arte es un respiro para una sociedad, es un viaje a lo espiritual y me sorprende todo lo que es Entijuanarte".

Niños, familias enteras y jóvenes invaden los puestos, comen tacos de asada, al vapor y toman vino sin ningún problema y sin la obsesiva presencia de policías, algo que tira por la borda eso de que Tijuana es una ciudad peligrosa.

"Si no es con arte con qué cambias la imagen de Tijuana. Entijuanarte es una gran idea que hay que seguir apoyando para que crezca cada vez más y la gente vea que aquí no se te va a aparecer el diablo", explicó el artista David Silva, quien posa junto a sus pinturas revolucionarias en su stand que le costó 3,000 pesos.

Por su parte, el fotoperiodista Pedro Valtierra fue claro: "Siempre será mejor ver en las calles manifestaciones artísticas que al ejercito patrullando".

Manuel Fuelguérez dijo: "Las mejores expresiones del arte no se ven en épocas de auge, sino en las grandes crisis por eso es que hay cosas tan interesantes de los jóvenes artistas aquí".

Tijuana busca revivir

No es un secreto, después del atentado a las torres gemelas el mundo cambió y Tijuana, paraíso para los estadounidenses también pues dejaron de venir ante la inseguridad, la crisis económica y la extrema seguridad para entrar y salir de EU.

"Recibíamos 7 millones de turistas pero ante la violencia y la crisis económica bajó 30% pero vamos recuperándonos", dijo Alan Bautista, director de Mercadotecnia de la Secretaría de Turismo de Baja California.

El entrevistado aseguró que Tijuana ya no es nota roja, pues los problemas han bajado mucho en la ciudad y ahora se habla de otros lugares donde pasan más cosas malas que buenas.

Sin embargo, es notorio que lo que era Tijuana... ya no lo es. Hoy, por ejemplo, la legendaria avenida Revolución, "la revu", luce sombría, 80% de sus locales cerrados y varios de los dueños de lugares como la mítica Cantina el Dandy del sur aseguran estar pasándola mal.

"Era como Las Vegas... pero ya no. Llevo más de 50 años aquí y nunca creí que Tijuana se viera así", dijo Rosa Aída, dueña del lugar.

A pesar de esto, poco a poco la calle comienza a revivir con nuevos lugares de diversión y un plan de remodelación de la zona impulsado por los locatarios que busca darle nueva vida a la que fuera una de las calles más famosas del mundo.

"Pasamos por un tiempo de violencia pero ya está regresando la gente... sobre todo los mexicanos; los gringos ya casi no vienen", explicó Alberto Padilla, dueño de un karaoke, quien paga al mes 1,000 dólares de renta.

Sí, el "nuevo turismo de Tijuana son los mexicanos, antes, 90% eran estadounidenses que llegaban sedientos de sexo, tequila y marihuana pero esto se acabó.

"En épocas de crisis, el mercado nacional te mantiene y te fortalece pero en el 2011 iremos con una campaña muy fuerte al sur de Estados Unidos para que regresen, pues son muy importantes para la economía de la ciudad", agregó Bautista.

En las calles no se ven muchos policías o soldados como en Acapulco y otras ciudades, en Tijuana, todo es discreto, aunque, de pronto aparece la policía con sus capuchas negras y armas largas pero el ambiente es menos tenso que en otros sitios y la vida nocturna parece querer volver a explotar.

Para varios tijuanenses, la imagen de Tijuana como una ciudad violenta es falsa y piden que regrese el turismo.

vgutierrez@eleconomista.com.mx

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