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La pandemia capitaliza en las bibliotecas universitarias la educación virtual post Covid-19
El presidente del Consejo Nacional para Asuntos Bibliotecarios de las Instituciones de Educación Superior habló en la FUL de la integración de nuevas herramientas
La educación virtual post Covid-19 tiene muchas ventajas y permitirá disponer de recursos ilimitados de aprendizaje en aulas virtuales. Existen varias herramientas que dentro de programas de “desarrollo de habilidades informacionales”, podremos dar a conocer a alumnos de primer ingreso, profesores, investigadores y público en general.
Habla el doctor Arturo Sánchez López, presidente del Consejo Nacional para Asuntos Bibliotecarios de las Instituciones de Educación Superior, en el marco de las Décimas Jornadas Universitarias de Biblioteconomía, innovación y transformación de las Bibliotecas Universitarias en la pandemia, que organizó la Feria Universitaria del Libro, en su edición 33, con el tema Desafíos de las bibliotecas universitarias frente a la educación virtual post Covid-19.
Esta pandemia afecta a todos y esto requiere de alumnos y maestros un esfuerzo fundamental en este tipo de educación, aseguró el académico, quien enumeró sus ventajas: evitar el desplazamiento ante el riesgo de infección por Covid-19 y pérdida de tiempos, ahorro de dinero. Pero en especial una ampliación de la “perceptibilidad tecnológica”.
Puntualizó que en las clases virtuales, los alumnos de las universidades también han registrado un aumento en la puntualidad, una asistencia mayor al 90 % a las clases presenciales. Y de acuerdo con su experiencia comentó una mejora en la habilidad en la comunicación y la capacidad de resolver los problemas.
Con la educación virtual, aseguró el profesor, se estimula la creatividad, la atención en el estudio, la responsabilidad, la autonomía en los trabajos y se refuerza la disciplina del estudiante; las clases son más dinámicas y se incentiva la participación, se pierde la timidez y aumenta la seguridad. Se promueve el uso de tecnologías de la información y la comunicación, agregó.
Pero en especial, el experto habló de una ampliación de lo que llamó la “perceptibilidad tecnológica”. Sánchez López, quien también es director del Sistema de Bibliotecas de la Universidad Autónoma de Chiapas, imparte clases en línea desde 2003, por lo que a lo largo de estos años trabajó la educación presencial y virtual de manera paralela.
Durante este tiempo, Sánchez López logró alternar este aprendizaje y desarrollar los programas de estudio en sus clases presenciales, pero también subió tareas en línea, abrió entre sus alumnos la participación en chats virtuales, “tan es así que un maestro puede grabar y colocar su exposición en una página web o en su propia página de profesor. La adaptación a la educación virtual es un asunto de dos actores educativos: alumnos y maestros”, dijo.
Aseguró que existen herramientas socializadas por la mayoría de la población, como Google, Google Meet, Zoom, Skype, Blue Jeans, que sin duda hay que introducir a los profesores a su manejo como parte de esta educación virtual.
Sánchez López ha publicado en libros colectivos Las nuevas tecnologías de información y comunicación aplicadas a la práctica docente: un curso en línea, en 2009 y La aplicación de las TIC en la acción tutorial en docentes de la Licenciatura en Bibliotecología y Gestión de Información.
Justo en la tercera parte de su exposición, dedicada a la Biblioteca Universitaria aseguró que éstas pueden apoyar de manera fundamental a la educación virtual post Covid-19.
Las Bibliotecas Universitarias pueden capitalizar esta gran oportunidad frente a la pandemia, la acción está, comentó, en diseñar programas virtuales de desarrollo de habilidades informacionales en apoyo a la educación en línea. Lo importante es que se solicite y agende a las instituciones que así lo requieran, incluso extenderlo de manera interna, para beneficiar a profesores, investigadores y alumnos.
Además de las herramientas citadas, el doctor en Educación mencionó que las Bibliotecas Universitarias cuentan con otro tipo de herramientas: repositorios institucionales como las bibliotecas digitales (tesis y libros), catálogos automatizados, bases de datos. Muchos de ellos se pueden consultar desde cualquier parte del mundo.
Es lo que actualmente podemos ofrecer y brindar a nuestras comunidades universitarias en estos tiempos de pandemia, concluyó.