Las artes escénicas se vuelcan a los efectos de la violencia

La edición 51 del Festival Internacional Cervantino (FIC), la cual concluye el próximo fin de semana, tuvo entre sus invitados a un grupo nacional e internacional de promotores, productoras y gestoras culturales, quienes viajaron hasta la capital guanajuatense para conocer aquello que sucede tras bambalinas en este encuentro cultural que este año ofrece unas 110 actividades artísticas con unos 2,200 artistas de 31 países.

Entre este grupo estuvieron representantes de encuentros y proyectos culturales como el Festival Internacional de Artes Vivas de Loja, en Ecuador; el Green Music Center de la Universidad Estatal de Sonoma, California; la firma Artpark & Company, gestora del festival ArtPark, en Nueva York; del Centro de Artes Escénicas del Centro John F. Kennedy, en Washington D.C., y del Departamento de Asuntos Culturales y Eventos Especiales de la Ciudad de Chicago, entre otros.

Su presencia se aprovechó para ofrecer un acercamiento con la prensa y compartir sus impresiones sobre el Cervantino, pero, sobre todo, para reflexionar sobre los temas que inquietan en la actualidad a las y los creadores y a los encuentros culturales como éste.

En la actualidad, describió José Antonio Mora Burneo, actual director de Artes y Gestión Cultural del Ministerio de Cultura y Patrimonio de Ecuador, los creadores escénicos se han volcado sobre temas como los orígenes, las raíces culturales, pero también el desplazamiento y, sin duda, los conflictos de género.

En resumen, señaló el programador ecuatoriano, “lamentablemente es la violencia (lo que ocupa a las artes escénicas), la violencia de género y la que produce esos desplazamientos. En América Latina la violencia interna se está manifestando mucho más y, obviamente, sobre el escenario toma mucha más fuerza. Y el público lo asume desde un sentido de crítica, se apropia del tema y se ve reflejado”.

Efectos y acciones de la pandemia

Entre mayo del 2022 y mayo de 2023, en México los eventos culturales vieron incrementados sus números de asistencia –de 41.2% al 48.7%–, según la última actualización del Módulo de Eventos Culturales Seleccionados del Inegi. No obstante, el teatro y la danza han sido las disciplinas que menos margen de recuperación han tenido frente a otras disciplinas como las proyecciones de cine, la música en vivo y las exposiciones.

Sin embargo, también ha crecido el porcentaje de desinterés entre la población encuestada por el teatro y la danza. Es posible indagar en los detalles de estos números en la información agregada a esta nota.

Los gremios escénicos sostienen una transformación radical desde hace tres años. Esto lo confirmó la coreógrafa contemporánea y gestora cultural mexicana Thossy Thamar Cáceres García durante este encuentro.

“Por eso mismo, los artistas están buscando espacios escénicos distintos a los tradicionales. El hecho de haber estado encerrados tanto tiempo y de habernos acostumbrado a un montón de contenidos en la palma de la mano, ha hecho que los artistas se pregunten cómo reconstruir comunidad, cómo reflexionar sobre lo que nos sucede socialmente y cómo empezar a gestar pequeñas diferencias. Por eso creo que se empieza a ver un arte con mucho más impacto social, nacido desde esfuerzos comunitarios, en los que se ocupan los teatros pero desde otras miradas o bien se sale a las calles y se busca descentralizar”, estimó.

Persiste desapego hacia las artes en Guanajuato

En México, “sigue siendo un lujo ir al teatro”

Hay grandes aciertos en la historia del Cervantino cuando se trata de programas para acercar las artes al grueso de la población, uno de ellos es el programa de circuitos cervantinos impulsado por la presente administración federal, pero persiste una brecha de interés y de acceso para el grueso de la población local hacia los grandes espectáculos artísticos, en particular en aquellos que suceden al interior de los recintos. Hay todavía una brecha de elitismo en el consumo cultural de la ciudad.

Así lo percibe Joan Carel Yebra Parra, egresada de la licenciatura en Letras Españolas por la Universidad de Guanajuato, docente de secundaria y preparatoria en la capital guanajuatense y, desde hace una década, periodista colaboradora del portal golfa.mx durante el festival.

“La mayoría de la población de la ciudad no está bien formada en cuestiones de arte, está muy desapegada”, asegura. “Para la gente de la ciudad que trabaja en oficios, que vive del turismo y otras ocupaciones, que es la mayoría, el Cervantino resulta importante porque hay trabajo. Pero, en mi experiencia como maestra, no hay un interés general de este sector por la programación cultural”, señala.

“La gente sabe que hay bibliotecas y teatros, pero sólo por geolocalización, porque la gran mayoría no ha entrado nunca (…) quizás sus experiencias cervantinas son los artistas urbanos que están en la calle. Es triste ver que, cuando este sector se llega a interesar, se va para atrás porque no le alcanza. Y no es que los espectáculos sean muy caros, pero para la economía de la mayoría, sigue siendo un lujo ir al teatro”.

ricardo.quiroga@eleconomista.mx