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Arte e Ideas

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Las batallas de la industria editorial mexicana por la recuperación

En el marco de la FIL Guadalajara, la Caniem presentó  los Indicadores del Sector Editorial Privado en México 2022-2023. Se estima que la pérdida por la cancelación de las ventas de libros de texto al Estado se aproxime al 14% en facturación.

 

Hugo Setzer Letsche y Sonia Batres, en la conferencia de la Caniem. Foto EE: Ricardo Quiroga

Hugo Setzer Letsche y Sonia Batres, en la conferencia de la Caniem. Foto EE: Ricardo Quiroga

En 2022, el incremento del precio de los libros de un año al otro fue de entre el 15 y el 20%, esto como efecto del incremento del papel de cerca del 40% durante ese periodo, lo que sugiere que la industria editorial mexicana tuvo que amortiguar varios de los incrementos para que éstos no terminaran impactando en el precio final de los libros.

Así lo dio a conocer la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana (Caniem) durante la presentación de los Indicadores del Sector Editorial Privado en México 2022-2023, como tradicionalmente se realiza en el marco de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara.

Ahí, el presidente de la Cámara, Hugo Setzer Letsche, señaló que “afortunadamente, en el 2023 ya se nota una estabilización e incluso una pequeña baja en los precios del papel y eso nos está dando un respiro para no tener un aumento más importante en los precios de los libros”.

Y, pese a que la mayoría de las cifras presentadas en el reporte corresponden al 2022, el presidente de la Caniem estimó que la cifra a perder este año por las ventas al Estado de Libros de Texto Gratuitos para secundaria en 2023 será de unos 1,500 millones de pesos. Esto a partir de los ingresos que la industria percibió por las ventas al Estado en el año pasado.

“Aunque no todo, porque este año todavía vendimos una parte, que es el programa de inglés para secundaria, pero el resto es una cantidad más o menos de este tamaño”, declaró Setzer y agregó que la venta de libros para este nivel educativo representó el 35% de la industria en ejemplares y un 14% de la facturación total del año pasado.

Producción versus facturación

En la serie de gráficas que complementan este texto se puede observar el comportamiento de la producción y venta de libros impresos en el país de 2018 a 2022, así como la facturación neta en el mismo periodo de tiempo.

En ella es posible constatar una tendencia a la reducción de la producción de libros impresos, de 134.8 millones de unidades en 2018 a 89.1 millones producidas en 2021, es decir que en 2021 se dejaron de producir 45.7 millones de ejemplares frente a 2018. Esto es prácticamente una merma del 34% en la producción editorial por unidades en tan sólo tres años.

Se observa que durante el inestable 2020 se produjeron más ejemplares de los que finalmente se vendieron, mientras que en 2021 se fabricaron menos unidades de las vendidas. Lo anterior sugiere que la industria se apoyó en el stock (los ejemplares en las bodegas) para encarar un segundo año de pandemia donde aún no había garantías de recuperación sanitaria y, por lo tanto, comercial.

Después de cinco años de reducciones en la producción, 2022 fue el primer año de crecimiento, con 104.1 millones de ejemplares fabricados y una cantidad similar en ventas. Sin embargo, la cifra del año pasado se quedó abajo del nivel de producción prepandemia. ¿Qué sugiere esta tendencia? ¿Menos lectores en el país o menos clientes interesados, como el gobierno?

Ahora bien, en términos de facturación, la Caniem proporciona datos interesantes, en particular una gráfica comparativa entre valores corrientes, es decir, el valor del dinero según el año en el que se factura, y valores constantes, es decir que en ellos no se toman en cuenta los incrementos por inflación (el dinero cada año vale menos) y, en su lugar, se estima el valor de la facturación a partir del año base, en este caso 2018.

Si bien se muestra que para 2022 la facturación finalmente pudo superar el valor de los ingresos de la industria editorial en 2019, el año prepandemia, en realidad, en términos reales los ingresos por la venta de libros físicos en 2022 (según su valor del año base 2018) se quedó abajo no nada más del 2019 sino del 2018. Esta interpretación se puede observar en las gráficas de esta nota.

A la baja, el libro digital

Entre otros datos que se dieron a conocer este martes: contrario al temor que había en años anteriores sobre el desplazamiento del libro impreso por el digital y aunque la pandemia aportó las condiciones para la proliferación de este formato en aquellos momentos donde era imposible el acceso a los materiales físicos, el formato digital está comenzando a perder terreno: bajó del 4% de participación en 2020 al 3% en 2022.

De acuerdo con el reciente reporte, la facturación por las ediciones digitales durante 2022 fue de 298 millones 283,269 pesos, un -9.3% frente al 2021. Curiosamente, fueron las novedades para libros digitales las que decrecieron de 29% al 23% entre 2018 y 2022, mientras que los libros de fondo incrementaron del 71% al 77% de consumo en e-books durante el mismo periodo.

“Aunque a lo largo de la pandemia sí tuvimos un crecimiento importante en la demanda de formatos digitales, al día de hoy, con los números del año pasado, podemos ver que está disminuyendo la solicitud de formatos digitales. En parte esto podría explicarse en una buena medida porque nuestro volumen de venta todavía está conformado de manera muy importante por los libros de texto y es complicado que un estudiante se maneje solamente en formatos digitales”, detalló Sonia Batres, coordinadora de la Comisión de Estadística y Análisis de Datos de la Caniem.

Por otro lado, dentro de la clasificación de las preferencias del público por categorías temáticas en el país, los libros de no ficción se mantienen como dominantes del mercado, con un 44% en 2023, de acuerdo con los datos aportados por Nielsen BookScan, seguidos por las publicaciones infantiles y juveniles (31.1%) y la ficción para adultos (19.7%).

Las tres categorías anteriores suman un 94.8% del mercado total del libro, el 5.2% restante es inclasificable dado que no hay información suficiente. Sin embargo, en los últimos cinco años este porcentaje “inclasificable” se ha ido reduciendo, del 15.7% en 2019 al 6.4% en 2021, a ese 5.2% del presente año, según se indica en el reporte, “gracias a una mejor gestión de metadatos”. A propósito, es necesario que la empresa alemana Metabooks, dedicada a la gestión y asesoría sobre el manejo de los metadatos, se estableció en nuestro país en 2019.

La industria del libro en México durante 2022

  • 104’890,079 ejemplares impresos vendidos
  • 5.7% por encima del 2021
  • 11,266’687,146 pesos facturados por libros impresos
  • 23% por encima de la facturación de 2021
  • 298’283,269 pesos facturados por libros digitales
  • -9.3 de reducción frente a las ventas digitales de 2021

Precio promedio en libros nacionales

  • 2018: 72.7 pesos
  • 2019: 84.6 pesos
  • 2020: 81.2 pesos
  • 2021: 81.8 pesos
  • 2022: 91.5 pesos

Crecen las ediciones importadas

Participación en el mercado mexicano

  • 2018: 7%
  • 2019: 5%
  • 2020: 7%
  • 2021: 8%
  • 2022: 11%

Preferencias por categorías temáticas en 2023

(Porcentaje por ejemplares vendidos)

  • Ficción para adultos: 18.2%
  • No ficción: 51.8%
  • Infantiles, juveniles y educacionales: 24%
  • Inclasificable: 6%
  • Fuente: Nielsen BookScan (estimación previa)

ricardo.quiroga@eleconomista.mx

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