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Las mentadas de Norten
Da gusto que un notable arquitecto se ocupe de la política y la economía cultural. Ojalá despertara el diálogo.
El Día de las Madres, Enrique Norten dio misa. Una homilía demoledora que tituló Infraestructura cultural (Milenio). Al parecer no generó contratiempos en la navegación gobernante. Tampoco en los comentócratas de la comunidad cultural. No lo recuerdo en decires tan airados. ¿Será porque ya no está su amigo Rafael Tovar? El sumo arquitecto mira así el plano con la nueva Secretaría de Cultura: Implementar nuevas políticas y leyes fiscales, turísticas y ambientales que favorezcan las inversiones y el compromiso de la sociedad civil con la cultura mexicana . Pácatelas. Se nota que le pasó de noche la discusión de la ley de cultura. Nos hubiera hecho tanto bien su enjundia para obtener lo que pregona.
Norten sentencia que 26,000 trabajadores del sector cultural gubernamental y más de 12,000 millones de pesos de presupuesto no dan para una sola institución pública de cultura en el país que tenga la calidad y que se pueda ver a los ojos con las mejores del mundo . ¿Cosa de ciegos o de ombligos? Bueno, basta ver lo que el creador del nuevo campus de la universidad CENTRO ha vivido con su Museo Elevado de Villahermosa (Musevi), para comprender su indignación. Entre las demasiado pocas piezas que se salvan de la precariedad y la obsolescencia están, cito algunas, el Museo Amparo (obra suya), el Parque Escultórico de Culiacán, el Centro Cultural San Pablo (Oaxaca) o el Museo Jumex. Por supuesto ni un guiño al espléndido Museo Internacional Barroco (Puebla, arquitectura del Premio Pritzker Toyo Ito) el que entra en lo que llama obras públicas operadas por grupos y con capitales mayoritariamente privados . Quizá Norten debió pronunciar Asociaciones Público Privadas, un modelo que bien implementado puede solucionar parte de lo que le inconforma.
No es sólo la infraestructura. En su diagnóstico, el dueño de TEN Arquitectos mira la escasa calidad de programas, de contenidos artísticos y educativos de gobierno. Señala las limitaciones económicas y humanas.
Pide más calidad, menos instituciones. Solicita a los funcionarios del ramo una limpieza . Renovar, reducir y eliminar infraestructura subutilizada o arcaica. Levantar nuevo equipamiento que sirva y represente mejor al México del siglo XXI, que ayude a ordenar y reinventar nuestras ciudades . El flamante consejero de la secretaria García Cepeda dice que nos merecemos un Museo Metropolitano como el de Nueva York. Una Galería Tate, de Londres. Un Louvre, de París. Un Reina Sofía, de Madrid.
Bueno, cómo no apoyarlo también cuando estima que la añoranza es por una Filarmónica de Berlín, en lugar de la Chafónica Nacional. ¿Será que Norten conoce las recientes peticiones laborales de los trabajadores del INAH? ¿Ha estado en la torre de investigación del INBA? ¿Se opuso a los legisladores que autorizaron una secretaría y una ley que va justamente en sentido contrario a lo que anhela? ¿Ha hablado con los secretarios Meade, Guajardo y Videgaray?
Que le hagan caso al sumo arquitecto es otro boleto. Yo se lo compro con mucho entusiasmo. Exhortar a todos los mexicanos para hacernos responsables de la cultura como el mejor producto de exportación , ya que es nuestra más valiosa potencia diplomática , suena como a estrofas para las campañas del próximo proceso electoral. Con el poder que tiene, Enrique Norten tendría que dedicar su tiempo a apoyar la organización de la estrategia por venir en todos los frentes que involucran el sector cultural.
Con tan sobradas razones con que analiza algunas aristas del desarrollo, haría mejor estando del lado de quienes llevamos años tras la reforma cultural que el país requiere.