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Arte e Ideas

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Las nuevas preguntas

Los directores del Gran Telescopio Milimétrico y del Instituto de Astronomía de la UNAM opinan sobre ALMA y sus hallazgos.

Para David Hughes, director científico del Gran Telescopio Milimétrico (GTM), que se ubica en el estado de Puebla, la primera pregunta que se desprende del descubrimiento de las galaxias más tempranas observadas en la historia del Universo, es cómo es posible la formación de galaxias a 1,000 millones de años después del Big Bang , refirió.

El científico expresó su entusiasmo por los descubrimientos del ALMA: Es muy interesante porque es mi campo de investigación, yo soy uno de los investigadores originales que descubrió la población de las galaxias submilimétricas en 1998… Para mí el descubrimiento de una población de galaxias submilimétricas en un universo muy lejano es una continuación de este campo de investigación .

William Lee Alardin, director del Instituto de Astronomía de la UNAM, se hace la misma pregunta. Son galaxias, básicamente de hace 1,000 millones de años después del nacimiento del Universo (que tiene como 14,000 millones de años), y que están formando estrellas a un ritmo muy grande… No es fácil entender cómo, en relativamente poco tiempo de ser formadas estas galaxias, han llegado a un nivel de formación estelar tan alto , agregó.

Pareciera que todo empezó casi inmediatamente después de la gran explosión (Big Bang) y esto resulta interesante, por eso los nuevos descubrimientos hay que cuadrarlos con lo que ya sabemos, por otros métodos, sobre la evolución temprana. ALMA es una manera de ver muy lejos y muy al pasado en la historia de la evolución del Universo , puntualizó Alardin.

IMPORTANCIA DE ALMA

Hughes publicó en la revista Nature -en 1998- uno de los dos primeros artículos en los que se describió el descubrimiento de galaxias submilimétricas, que son galaxias muy oscurecidas y luminosas en el Universo lejano, pero no tan lejano como lo hicieron los investigadores de ALMA.

Lee Alardin expresó que la inauguración de ALMA representa una gran oportunidad para la comunidad académica mundial y que, a pesar de que México no es un socio directo de ALMA , a través de la asociación que tiene el país con el Observatorio Radioastronómico Nacional de Estados Unidos (NRAO por su sigla en inglés) se puede tener acceso competitivo a ALMA. Eso quiere decir que se puede solicitar tiempo de observación de manera competitiva .

Lee Alardin y David Hughes coincidieron en que en México se hace radioastronomía de calidad, aunque -precisó Hughes- sean apenas 20 astrónomos los que hacen realmente observaciones milimétricas en el país.

¿ALMA vs GTM?

El mexicano GTM y ALMA son similares entre sí y únicos en el mundo por su capacidad de captar ondas milimétricas. Las 66 antenas de ALMA ofrecen una mayor precisión mientras que el Gran Telescopio Milimétrico (GTM), formado por una sola antena, por ahora de 32 metros y que se pretende concluir a finales del 2014 con 50 metros, hace mapas de áreas más grandes.

La ventaja de ALMA es la oportunidad de hacer astronomía milimétrica con el mismo detalle y resolución del telescopio espacial Hubble. El GTM no tiene la resolución para ver el detalle en la morfología de los objetos como lo puede hacer ALMA, pero seguramente tendremos la oportunidad de detectar el mismo objeto en un área más grande , enfatizó Hughes.

El instrumento que hace único al GTM es el espectrómetro, capaz de medir emisión molecular a grandes distancias en el Universo, es decir, se puede medir en menos de una hora la distancia y la edad de los objetos.

Para Hughes, el GTM y el ALMA son instrumentos complementarios.

Para William Lee hay aspectos de competencia y complementariedad entre el ALMA, que estudia el hemisferio sur y el GTM que observa el hemisferio norte: Observan regiones del cielo distintas, en ese sentido son complementarias, compiten en el sentido de que van a observar la misma clase de fuentes .Por último, David Hughes aseguró que sin duda habrá colaboraciones entre los investigadores del ALMA y el GTM para abonar a las preguntas que aún falta por responder sobre el origen del Universo.

elizabeth.ruiz@eleconomista.mx

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