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Arte e Ideas

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Letras del Gabo, en el país donde no era bienvenido

En México varios archivos se encuentran en peligro o en medio de la polémica.

Gran polémica generó la venta de los archivos de Gabriel García Márquez a la Universidad de Texas en Estados Unidos y no a su natal Colombia.

Y aumentó más cuando Rodrigo, hijo del Gabo, aseguró que el gobierno colombiano no había mostrado interés en los archivos; algo que fue desmentido por Consuelo Gaitan, directora de la Biblioteca Nacional de Colombia.

Fue tanto el ruido que la familia García Márquez emitió un comunicado en el que explicaron: Decidimos que el archivo de los documentos literarios y del correo fueran al Centro Harry Ransom por ser uno de los lugares que hace este tipo de archivo y preservación de documentos mejor que nadie .

Pero las críticas continuaron ante la decisión familiar, pues al escritor durante años le negaron la entrada a Estados Unidos por la cercanía que tenía con Fidel Castro; sin embargo, ahora su tesoro estará en ese territorio.

Incluso, el archivo del Gabo se vendió a través de un dealer, un tiburón del mercado llamado Glenn Horowitz quien, según el periódico colombiano El Tiempo, vendió en 5 millones de dólares a la Universidad de Texas los papeles de Watergate hace unos años.

Por eso en Colombia se especula que el precio del archivo del Gabo rondó esa cantidad, aunque la transacción se dio en secreto y no fue subastada.

En ningún momento se ofreció este archivo a otros centros y en ningún momento se subastó ni se buscó al mejor postor , aclaró la familia en el mismo comunicado.

En todo este tema, hasta México se vio involucrado, pues se rumoró que nuestro país había rechazado comprar el valioso archivo, a pesar de que México fue la segunda patria del nobel de Literatura y aquí fue donde escribió su exitosa novela Cien años de soledad.

Algo que de inmediato fue desmentido por Rafael Tovar y de Teresa, presidente del Conaculta, quien negó algún acercamiento con la familia.

Habrá cosas que queremos dejar en México, ya que fue la casa del Gabo durante 50 años , finaliza el comunicado firmado por su viuda Mercedes y sus hijos Rodrigo y Gonzalo.

Archivos en problemas

Pero el tema de García Márquez, que en Colombia se aborda como la pérdida de un tesoro , es interesante y despierta interés en el tema de los archivos y bibliotecas personales, así como la obligación de familiares y gobiernos por resguardarlos.

En México, Consuelo Sáizar, entonces presidenta de Conaculta, compró las bibliotecas de Antonio Castro Leal, José Luis Martínez, Jaime García Terrés y Carlos Monsiváis, y hasta remodeló la Biblioteca de México, con más de 500 millones de pesos; sin embargo, el dinero invertido en el proyecto estuvo repleto de críticas y de suspicacias, por ejemplo, Sáizar pagó por la biblioteca de su gran amigo Monsiváis 13 millones de pesos.

Otros han salido del país o abaratados el tesoro en librerías de viejo. Una de las pérdidas más famosas fue el archivo de Luis Barragán, que acabó en Suiza bajo el resguardo de empresas privadas.

Uno de los últimos casos, en cuanto a archivos hablamos, es la batalla familiar del escritor mexicano Salvador Elizondo (1932-2006). Su viuda, la fotógrafa Paulina Lavista, y su hijo, Pablo Elizondo Lavista, escenifican una batalla en los medios, pues el hijo argumenta que su madre quiere venderlo a Texas. Sí, igual que el del Gabo.

A propósito de la incesante intención de mi madre por deshacerse del archivo de Salvador Elizondo argumentando su profundo amor entre sí y su largo matrimonio con él, debo decir que detrás de ello hay una intención profunda y malvada por beneficiarse económicamente y en un contexto de ilegalidad y de mentiras , escribe en su blog el artista, quien convocó a una conferencia para debatir el tema.

Sin embargo, Paulina Lavista ha asegurado en múltiples oportunidades que el acervo de Elizondo está en buenas condiciones y promovido.

El Gabo, en buenas manos

Para Eduardo Cruz Vázquez, quien dirige el Grupo de Reflexión sobre Economía y Cultura (Grecu), en la UAM-Xochimilco el tema de los archivos es complicado. Soy de la idea de que no todo puede ser preservado y pagado por el Estado, pero entiendo que hay cierto legado que impone la intervención del gasto público, pues supone que ese bien privado se suma al patrimonio nacional en beneficio de la sociedad. Creo que esto es reflejo de la falta de estímulos fiscales y de inversión para custodiar bienes y hacerlos accesibles.

Tiene un costado de legítimos intereses privados de las familias, que saben del doble beneficio: obtienen dinero y saben que lo vendido queda en buenas manos. Otro, la ausencia de una política, respaldada con fondos, para casos excepcionales de rescate. En suma, al menos por lo que refiere al Gabo, la familia tomó la mejor decisión , comenta.

Éstos son algunos ejemplos de archivos y bibliotecas atesoradas y protegidas por sus dueños hasta sus últimos días que, después, acaban en el mejor de los casos protegidos, pero otros se pierden en librerías de viejo, coleccionistas privados o de plano se venden por kilo, a pesar de que algún día fueron tesoros.

vgutierrez@eleconomista.com.mx

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