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Llevan alfarería mexicana al MoMA
En un páramo oaxaqueño un turista le pregunta a una mujer anciana con huipil: Oiga, ¿aquí hacen barro? Ella responde: Uy, sí, pero nomás quedo yo . Sus hijos ya no viven en México, se han ido a Estados Unidos como mojados para poder mandar algunos pesos porque la vida como alfareros dejó de ser redituable.

En un páramo oaxaqueño un turista le pregunta a una mujer anciana con huipil: Oiga, ¿aquí hacen barro? Ella responde: Uy, sí, pero nomás quedo yo . Sus hijos ya no viven en México, se han ido a Estados Unidos como mojados para poder mandar algunos pesos porque la vida como alfareros dejó de ser redituable.
A pesar de que existen pueblos muy fuertes en alfarería como San Bartolo Coyotepec, que el año pasado ganó el Premio Nacional de Ciencias y Artes, hay otras donde ya sólo queda una señora que conserva ese conocimiento ancestral que ya nadie va a heredar.
Kythzia Barrera, diseñadora y empresaria, supo ver los muchos problemas que en el actual sistema económico enfrentan muchos pueblos que todavía viven de la alfarería y se preguntó si su profesión, el diseño, podía ofrecer alguna oportunidad comercial.
Kythzia se inspiró, en cierta medida, en su abuela zapoteca, que es un mito para ella, pues nunca la conoció (salvó en un timbre que vio hace unas semanas) y creó, después de desarrollar en una universidad de Holanda una investigación con la cual el diseño pudiera ser una herramienta de empoderamiento para los alfareros, una A. C., la cual lleva por nombre Innovando la Tradición.
En esta A.C. se apoya el desarrollo de las 68 comunidades alfareras de Oaxaca, en las cuales hay alrededor de 6,000 artesanos. Los productos que ellos crean los comercializan a través del colectivo 1050 Grados, y después de dos años de hacerlo se les ha presentado una oportunidad incomparable: el MoMa en sus sedes Nueva York y Tokio los seleccionó como parte del proyecto Destination Mexico.
Emocionada, Kythzia dice: Ya entramos, ahora el reto es mantenernos. Pero es una super oportunidad. La verdadera ganancia en este caso es estar ahí y que las artesanas de Oaxaca con su tradición vendan en el MoMA. De hecho, Fundación Harp va a poner los boletos de avión para que podamos llevar a cuatro artesanas a la inauguración del 26 de abril .
DESTINO OAXACA
Desde el 2005, bajo el proyecto Destination Design, el Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA) dedica dos veces al año una parte del inventario de sus tiendas a productos de diseñadores de una ciudad o un país determinado. El proyecto ha operado anteriormente con Finlandia, Dinamarca, Buenos Aires, Berlín, Japón, Seúl, Brasil, Portugal y Estambul.
La selección de los 60 diseñadores y empresas mexicanas corrió a cargo de gerentes de producto de la división de ventas del Museo de Arte Moderno de Nueva York, después de la curaduría de Ana Elena Mallet y un grupo de especialistas de la universidad CENTRO, quienes revisaron y evaluaron cerca de 500 productos de más de 300 diseñadores.
El MoMA, a través de la colección de productos Destination Mexico, invertirá en los diseñadores, comprando sus productos. Éste es el volumen más grande en la historia de los proyectos Destination Design que realiza el MoMA.
Los mejores vendidos, desde que se inaugure hasta abril, se quedan en el catálogo del Museo. Nosotros llevamos tres piezas y mandamos 400 piezas tanto a Nueva York como a Tokio. No sabemos a qué precio los van a vender al público. Pero para que te des una idea, llevamos una pieza que aquí la vendemos en 600 pesos, pero a eso habrá que sumarle gastos de transporte, empaque y certificaciones , comentó la diseñadora.
UNA DEGRADACIÓN MULTIFACTORIAL
Hay muchas razones del porqué está disminuyendo la producción de alfarería no sólo en Oaxaca, sino en el país. Kythzia y su socio Diego Mier y Teherán, también diseñador, nos comentan algunas razones.
Yo tengo la teoría de que de estas 68 comunidades estamos frente a la última generación de alfareros, quizá sobrevivan unas 15, los más fuertes más los que producen comales porque tortillas comemos todos, todos los días. Entonces, la fuerza de la cultura alimentaria soporta esta industria de las uñas .
En cuanto a las razones, una tiene que ver con la relación con la modernidad, la falta de reconocimiento y apoyo social, tanto por parte de nosotros como del gobierno, que no ha incentivado que estas industrias se modernicen ni tengan acceso a otros mercados. Otro factor es la migración, el 90% de los hogares oaxaqueños tienen un familiar en Estados Unidos , dice Kythzia.
Por su parte, Diego Mier añade: Eso se complementa con los ciclos de cosecha, porque cuando no se trabaja en el campo la gente se dedicaba al barro, pero una vez que la producción y los productores del campo disminuyeron se desarticula y descompone esa dinámica, no se pueden dedicar ni al campo ni a la cerámica y tienen que emigrar .
EL PROYECTO
Innovando la Tradición surge como un proyecto personal de Kythzia, quien intentaba saber cómo el diseño podía convertirse en un factor de cambio social: La A.C. es una plataforma creativa de artesanos, diseñadores y artistas donde se revaloran los vínculos de la alfarería con el mundo moderno, manteniendo su tradición pero actualizándola .
De acuerdo con Diego Mier, la tradición alfarera proviene de una necesidad: resolver aspectos de la vida doméstica: Dónde calentar las tortillas, dónde cocer los frijoles, dónde almacenar el agua, dónde limpiar el maíz. Y esa necesidad es la que los llevó a desarrollar una tecnología del barro, cubiertas con cerámica, un material totalmente biodegradable.
El proyecto de maestría que Kythzia desarrolló en Holanda concluyó con la siguiente tesis: Rescatando el valor simbólico de la alfarería para hacer nuevos diseños es la única manera en la que esos productos pueden competir, entonces es importante diversificar el producto para moverlo de mercado .
La A.C. comenzó dando capacitaciones a los artesanos con metodologías de diseño participativo: En el fondo son ellos nuestros maestros. La capacitación es de ida y vuelta, no vertical , añade la empresaria.
aflores@eleconomista.com.mx