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Llevará décadas revertir daños por recorte del 75% al INAH, aseguran
Los derechos y actividades culturales están garantizados, dice la Secretaría de Cultura; esa afirmación “es todo y es nada”: Bolfy Cottom.
El golpe del decreto para el no ejercicio del 75% del presupuesto disponible en las dependencias y entidades de la Administración Pública Federal, entre ellas, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) será dramático. Los efectos adversos a mediano y largo plazo costarán mucho más que el ahorro que pueda generar el Estados con esta reserva y llevará décadas revertirlos.
Así lo confirmó un grupo de antropólogos, arqueólogos, restauradores, historiadores y docentes del INAH en conferencia de prensa virtual efectuada la tarde de este miércoles con el objetivo de informar los pormenores de la entrega y recepción de la carta dirigida al presidente de México, con copia a los secretarios de Hacienda y Cultura y al director del INAH, en la que 6,152 firmantes de más de 200 instituciones académicas y culturales solicitan exentar al instituto de la aplicación del decreto que le impide el ejercicio total del presupuesto asignado para 2020 por la Cámara de Diputados que asciende a 3,918 millones de pesos.
El antropólogo Bolfy Cottom, investigador de la Dirección de Estudios Históricos del INAH, explicó que la carta no ha llegado a manos del presidente Andrés Manuel López Obrador porque la Oficialía de Partes se negó a recibirla argumentando que la ventanilla para entregarla era la oficina de Atención Ciudadana y ésta por el momento está cerrada al público, “pero la señorita de la Oficialía nos dijo que podíamos mandar la carta por correo postal a la dirección del Palacio Nacional”, detalló el investigador.
“Esta defensa del instituto no es una lucha en contra de nadie, no es estar en contra del actual gobierno ni de ningún servidor público”, declaró Cottom y aseguró que agotarán todas las instancias para hacer del conocimiento presidencial el contenido de la carta.
También informaron en la conferencia que el envío de las copias de la carta a la Secretaría de Cultura y a la Dirección General del INAH se efectuó por correo electrónico, porque ambas dependencias están cerradas debido a la pandemia de Covid-19, y hasta esa hora, 4 de la tarde de ayer, solo habían recibido acuse de recibo de parte del director general del INAH, Diego Prieto.
Respuesta de la Secretaría de Cultura
No obstante, la Secretaría emitió un boletín conjuntamente con el INBAL, INAH e Imcine en la que sin hacer referencia a la carta suscrita por destacadas personalidades de las ciencias sociales nacionales y de otros países señala: “El proyecto de la Cuarta Transformación ha implicado cambios institucionales de carácter estructural que se han concretado en las prioridades y acciones del sector. No podemos aspirar a hacer valer los derechos a la cultura si no hemos conformado un suelo más equitativo para creadores, artistas y audiencias. Tampoco podemos seguir trabajando con instituciones culturales desarticuladas, con estructuras poco eficientes y un esquema programático-presupuestal inercial”.
En el comunicado se reconoce a INBAL, INAH e Imcine como instituciones (donde) “tenemos una buena parte del motor espiritual de esta nación” pero se señala también la necesidad de “corregir aquello que las hace vulnerables o que no les permite un desarrollo más eficiente”, y expresa la voluntad de fortalecerlas “con miras más lejanas” y que no queden “sometidas a voluntades políticas ni personales y a la altura del patrimonio que representan y gestionan.”
El comunicado desarrolla cuatro puntos, y abre el primero señalando: “Las actividades sustantivas de todo el sector no se verán afectadas con los reajustes presupuestarios”, y que la Secretaría de Cultura garantizará “el ejercicio de los derechos culturales”, sin afectar “las becas y estímulos a la creación e investigación, el mantenimiento de zonas arqueológicas, la difusión de la historia de México, el apoyo a las artesanas y artesanos, los apoyosa la comunidad cinematográfica, las exposiciones en sus distintosformatos, los programas dirigidos a niños, adolescentes y jóvenes”, sostiene el documento.
Por su parte, Bolfi Cottom respondió de inmediato: “La Secretaría de Cultura ha emitido un comunicado en el que expresa que se compromete junto con los institutos a garantizar los recursos para la investigación, conservación y difusión del patrimonio cultural. Eso es todo y es nada. Es una afirmación que no es nueva. Si estamos estableciendo una comunicación con la mejor voluntad de buscar la solución del problema, mínimamente tenemos que recibir una respuesta formal, específica, en la que nos den a conocer si han hecho alguna gestión, si se ha llegado a algún acuerdo con Hacienda, si está en proceso; porque, si no, una afirmación tan abstracta nos deja en la misma circunstancia”, dijo Cottom, y agregó que, “en este momento, a pesar de la postura pública, la nula acción de Cultura federal es equiparable al abandono”.
En ese comunicado, Cultura federal además aseguró que en el INAH se invierten poco más de 1,000 millones de pesos anuales en investigación. Sin embargo, el historiador e investigador de la Dirección de Estudios Históricos del INAH, Eduardo Flores Clair, dio a conocer que nada más hasta antes de la pandemia el INAH ya arrastraba un déficit anual de 1,200 millones de pesos. Por ello, dijo, “el INAH vive una de sus peores crisis. Es casi como la madre de las crisis”.
“Ahorita el no invertir el 1% del PIB (en Cultura) ya nos está arrastrando a problemas muy graves. Van a pasar décadas para poder revertir este problema. Tenemos que invertir lo más rápido posible, no sólo en cultura, sino en programas educativos. Si no podemos frenar el deterioro con el presupuesto suficiente para atenderlo, no vamos a poder revertirlo en décadas”, dijo Flores Clair.