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Lluvia de estrellas "Perseidas": orígen y hasta cuándo serán visibles
Aunque su observación puede verse afectada por la contaminación lumínica y las condiciones climáticas, es un evento que conecta la historia mítica con el universo.
Perseo, uno de los héroes más famosos de la mitología griega, es conocido no solo por ser hijo de Zeus, el rey de los dioses, sino también por sus numerosas aventuras heroicas. Acompañado por su fiel Pegaso, un majestuoso caballo alado, Perseo vivió una de sus hazañas más memorables cuando derrotó a la temida Medusa, un ser cuyo poder era convertir en piedra a quien la mirara. Esta victoria no solo le otorgó fama, sino que también le permitió salvar a la hermosa Andrómeda, quien estaba encadenada a una roca para ser devorada por un monstruo marino.
De acuerdo con una publicación en la Gaceta UNAM, Julieta Fierro Gossman, investigadora del Instituto de Astronomía de dicha casa de estudios, destaca que esta historia de amor y valentía quedó inmortalizada en el cielo, a través de las constelaciones que llevan los nombres de los protagonistas: Perseo, Andrómeda y Casiopea, la madre de la joven rescatada.
Cada año, este relato mítico cobra vida a través de un espectáculo astronómico conocido como las Perseidas, una lluvia de estrellas que recibe su nombre de la constelación de Perseo. De hecho, puede verse desde el 17 de julio hasta el 24 de agosto. Su máximo punto de observación desde la Tierra será entre el 11 y 12 de agosto, pero aun podrán ser visible hasta la última semana del mes.
¿Qué hay detrás de la lluvia de estrellas de Perseidas?
Los cometas son objetos grandes que mantienen estructuras amorfas. Están hechos de fragmentos de hielo y rocas de polvo.
Orbitan alrededor del Sol y se calientan en su trayectoria. A lo largo de su órbita se van desintegrando y dejan fragmentos que caen en la Tierra. Se calientan, se incendian y les sale una cola.
Esta lluvia de estrellas se encuentra más allá de la órbita de Plutón, sus fragmentos se encuentran a más de 1,600 grados de temperatura y se mueven a una velocidad de 50 km por segundo.
Para apreciar mejor este fenómeno, es recomendable buscar un sitio despejado y alejado de las luces de la ciudad, donde las Perseidas pueden ser observadas en todo su esplendor.