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Los caminos de la música

En la ciudad hay lugares muy audaces para disfrutar de nuevas propuestas sonoras. Y, a diferencia de los grandes foros, tienen la ventaja de permitir una cercanía entre músicos y audiencia.

sábado 11 de diciembre de 2010 - 06:48

En la ciudad de México hay un constante surgimiento de bandas con propuestas que abarcan un amplio espectro de géneros y de audiencias, pero son pocos los espacios que existen para que estas agrupaciones puedan darse a conocer.

En los años ochenta y noventa surgieron lugares emblemáticos como el Rock Stock, Rockotitlán, La Diabla y La Última Carcajada de la Cumbancha, de los que saltaron a la fama bandas como Botellita de Jerez, Bon y los Enemigos del Silencio, Los Caifanes, Los Amantes de Lola, La Maldita Vecindad, La Castañeda, La Lupita o Café Tacvba. Y estos lugares de entretenimiento, conocidos popularmente como antros , así como tuvieron su momento de auge, dejaron de existir.

Así que los grupos emergentes siempre están en una búsqueda permanente por tener un circuito en el que puedan dejarse escuchar y curtirse en los escenarios.

Hay nuevos lugares muy audaces que logran consolidarse, algunos con la ventaja de permitir una cercanía entre músicos y audiencia, acondicionados para satisfacer las necesidades de los grupos y convertirse en un escaparate.

Tienen en común su variada programación, se encuentran en lugares de fácil acceso en la ciudad, son cómodos y al visitarlos uno se puede dar una idea de lo que está ocurriendo en la escena musical.