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Los ceremoniosos orígenes del tamal
La Feria del Tamal se celebra a partir de este martes 29 de enero y hasta el domingo 3 de febrero, en un horario de 10 de la mañana a 8 de la noche, con una variedad culinaria que conforman más de 50 expositores con procedencia de seis países de América Latina.
La Feria del Tamal se celebra a partir de este martes 29 de enero y hasta el domingo 3 de febrero, en un horario de 10 de la mañana a 8 de la noche, con una variedad culinaria que conforman más de 50 expositores con procedencia de seis países de América Latina, entre los que destacan Colombia, Venezuela y Panamá, así como cocineros nacionales de 13 estados de la República Mexicana.
Al respecto, la etnóloga por la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH), Norma Matyeli García Rodríguez, comentó en entrevista para El Economista que la tradición de comer tamales el 2 de febrero en el Día de la Candelaria obedece a un sincretismo religioso que encuentra su origen en el judeocristianismo; pero que también tiene raíces en las sociedades de Mesoamérica desde hace más de 7000 años.
“La tradición viene de un sincretismo religioso, en la contemporaneidad, pues se juntan varios elementos prehispánicos y de la conquista religiosa”, comentó.
La 27 Feria del Tamal, organizada por la Secretaría de Cultura en el Museo de Culturas Populares que se ubica en el centro de Coyoacán, se ha convertido en una tradición para los capitalinos que acuden a degustar el tradicional platillo y que este año cumple su vigésimo séptimo aniversario.
El maíz sigue siendo el alimento sagrado
El objetivo de este encuentro entre cocineros tradicionales en distintas regiones de América se centra en dar a conocer las variadas recetas de tamales, bebidas y alimentos elaborados con maíz dentro y fuera de México.
Los platillos, en su mayoría, se encuentran hechos del grano que tiene su origen en América, al igual que algunas de las bebidas de origen sureño como el tejate que ofrece la señora Rosa María Pérez, una cocinera tradicional del estado de Oaxaca.
El tamal, del náhuatl tamalli, es un alimento que data de tiempos prehispánicos. Las crónicas del siglo XVI dan cuenta de su existencia como un elemento presente, tanto en los ritos ceremoniales como en la vida diaria.
“El tamal es de origen mesoamericano, es por eso que aquí en la exposición tenemos la colaboración de otros países para que la gente pueda degustar y saber que este platillo es de origen prehispánico y que con este se veneraba a los dioses. Y que ahora en la contemporaneidad del festejo se asocia con partir la rosca, pero que en su origen denotaba una acción de tributo que conjuntaba una dinámica de identidad mesoamericana y ahora como parte de la religión dominante, el catolicismo”, explicó la etnóloga Norma Matyeli García Rodríguez.
La tradición de comer tamales también se asocia con el uso ceremonial del maíz en rituales como el inicio del ciclo agrícola, Atlcahualo, que se celebraba el primer mes del calendario mexica.
Según su procedencia, el tamal, como lo conocemos en México, es llamado de distintas maneras e incluso tiene diversas presentaciones y preparaciones como en Venezuela y Colombia países en los que le llaman “hayaca”, o “humita” en Perú, mientras que en Argentina y Chile le han llamado “nacatamal”.
Sin embargo, como parte de una cultura viva este delicioso platillo llamado de múltiples maneras y que también en físico presenta diferencias importantes, ha encontrado, y está en proceso de alcanzar más combinaciones, que los cocineros, ansiosos, esperan descubrir.