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Marcial Maciel? es un manjar como personaje
La película de Luis Urquiza hace un retrato sobre el líder de los Legionarios de Cristo y cuenta los abusos sexuales en un seminario.
La película mexicana Obediencia perfecta se filmó con discreción, casi en secreto, la producción y los actores guardaron hermetismo ante lo delicado del tema: actos pederastas dentro de la Iglesia.
Luis Urquiza tardó varios años en levantar el proyecto, después esperó seis meses a Televisa, que mediante su división cine prometió apoyarlo financieramente, pero nunca lo hicieron.
Después, recibió apoyo del Estado y la terminó; entonces, el director guardó su película y no la envió a festivales de cine. Él quería estrenarla comercialmente.
Finalmente, mañana lo hará con alrededor de 480 copias, un número menor a lo que le habían prometido (800 copias), pero de todas maneras es un buen lanzamiento.
Y el estreno no podía llegar en mejor momento: hace unos días se llevó a cabo, entre polémicas, la canonización de Juan Pablo II, quien se dice que protegió a Marcial Maciel y el tema se encuentra sobre la mesa.
En entrevista con El Economista, Luis Urquiza, quien algún día quiso ser sacerdote, habla de la polémica y detalles que acompañan a Obediencia perfecta.
¿Qué te impulsó para contar?la historia?
La historia me atrajo porque la gran mayoría de los sacerdotes (los personajes realmente) son seres contradictorios, son personas que van con un discurso y hacen otra cosa. Son seres que van con una doble moral.
¿Buscas denunciar con la película los abusos?
No es sólo denuncia, yo quería contar una historia interesante que sin duda es complicada, y Maciel es un criminal apetecible, un manjar como personaje, y Juan Manuel Bernal lo hace extraordinario; también los niños y todos los que participaron en el proyecto.
PEro claro que hay denuncia,?un mensaje, ¿no?
Sí, para que no vuelva a sucederle a un niño, porque un abuso le jode la vida. Claro que hay un compromiso y un mensaje para los padres, de que cuiden a los niños, de que se hable del tema y se discuta.
La película costó 24 millones de pesos, ¿qué tan difícil fue levantar el proyecto?
Duro, pero es una producción de Astillero Films con el apoyo de Foprocine, Imcine y los Estudios Churubusco y, en su momento, Videocine me dijo que nos apoyarían, pero no me apoyaron. Y sí, no fue tan sencillo, pero es el Estado quien decidió apoyarnos.
¿Has sufrido censura por tocar? un tema tan delicado?
No es fácil hablar del tema, pero, por ejemplo, voy regresando de Cuernavaca, donde fui a promocionarla y no hay ningún póster en los cines. La radio y periódicos nos han apoyado, pero la televisión abierta no se ha abierto y creo que es un tema que se debe debatir y los medios tienen una responsabilidad social, pero bueno, no todo es el canal 2 y el 13.
Mandaste Obediencia perfecta al festival de Cannes, pero no fue seleccionada. ¿Por qué no fue a otros?
Después de que no sucedió nada en Cannes preferí guardarla, no quise que fuera a ningún festival para que no llegara manoseada ni vista por todo el mundo: prefiero que sea el público, el que paga el boleto, el mejor juez.
¿Cómo conseguiste los derechos para usar Sympathy for the Devil de los Stones en la película?
Fue curioso, primero, por medio de Televisa decían que el grupo pedía más de 200,000 dólares. Luego, por nuestro lado, mandamos a la oficina de los Rolling Stones directamente el clip de la película donde queríamos usar la música y accedieron por menos de 20,000 dólares y sin duda es un momento importante.
¿Qué te deja la película ahora ?que estás a punto de estrenar?
Confío en que la gente va a ir a verla porque es una gran película que hice con cuidado y dedicación. Espero que les ayude a las familias a hablar del tema y a reflexionar.
vgutierrez@eleconomista.com.mx