Lectura 5:00 min
Margo Glantz o “poner la pluma al servicio del cuerpo”
Una autora que sabe sacar hebra literaria donde nadie más puede, quien antepone el cuerpo y el deseo en sus textos, y quien ha sabido romper las barreras generacionales, se destacó de ella este domingo, en el tributo que le ofrecieron en la Sala Manuel M. Ponce del máximo recinto de las artes.
Margo construye una constelación donde se reconoce perfectamente. Un libro suyo no se parece al libro de otro, pero los libros de Margo se parecen entre ellos, lo cual es, me parece, el piropo más grande que se le puede hacer a una escritora o escritor”.
Philipe Ollé-Laprune, escritor y editor
Meter hilo para sacar hebra. Así reza el proverbio para referirse a la habilidad de una persona que inicia una conversación con la que, de manera indirecta, sutil, casi imperceptible, es capaz de obtener información sobre otro tema, o uno derivado del planteamiento original, el cual finalmente es el verdadero tópico de su interés.
Ésta es una de las más sutiles, pero también de las más innatas y perennes habilidades de Margo Glantz (Ciudad de México, 1930), de acuerdo con la escritora y editora Julia Santibáñez.
Se trata, dijo, de una tejedora de historias que sabe sacar hebra de los detalles casi imperceptibles de la vida. “Margo encuentra un hilo que muy probablemente ni tú ni yo habíamos visto. Pero no nada más lo detecta, empieza a tirar de él y, de pronto, encuentra una riqueza insospechada en eso que apenas se asoma”, señaló Santibáñez la tarde de este domingo en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes, sentada junto a la escritora referida, quien fue objeto de un homenaje como parte del ciclo Protagonistas de la Literatura, organizado por el INBAL.
Así como lo hizo Santibáñez, por elección e invitación de la propia Glantz, de este homenaje participaron la autora Jazmina Barrera y el escritor y editor Philippe Ollé-Laprune, con la moderación de Julieta García González.
Escritura y cuerpo
Entonces fue el turno de Philippe Ollé-Laprune (París,1962), quien es amigo de la homenajeada y compilador del libro Cent ans de littérature mexicaine (Cien años de literatura mexicana, 2007), una antología que reúne obras que van desde Ramón López Velarde, Alfonso Reyes y Carlos Pellicer hasta Bárbara Jacobs, Coral Bracho y Enrique Serna, haciendo escala en Salvador Elizondo, Juan Rulfo, Elena Garro, Vicente Leñero, Inés Arredondo y, por supuesto, Margo Glantz, entre otras y otros.
Ollé-Laprune señaló que Glantz supo rodearse de amigos escritores a lo largo de su vida. “Y creo que esa cercanía con escritores quizás te ha permitido tener una presencia de la literatura muy viva dentro de ti sin sacralizarlo demasiado”, declaró el editor.
Destacó que uno de los rasgos de la obra de Glantz es la primera persona como uno de los elementos más honestos posibles para construir literatura, mismo que está lejos de demeritar la construcción de un relato.
“Me gusta pensar que has querido plantar tu pluma en este yo narrativo no por coquetería o por hacer algo distinto a lo que hacen los demás. Creo que es ahí donde tu mano está más cerca de tu mente, es ahí donde se gesta un trabajo total de escritora”, destacó el compilador. “Creo que te atrae mucho la idea de dar cuenta del funcionamiento del espíritu humano, de la conciencia, y lo haces con la primera persona y lo haces también con la presencia del cuerpo y del deseo (...) me pareció apasionante ese atrevimiento tuyo de lanzarte y poner tu pluma al servicio del cuerpo”, dijo el francés.
Margo trasciende generaciones
Finalmente, Jazmina Barrera (Ciudad de México, 1988) ofreció un testimonio sobre la influencia de Glantz en su generación de escritoras.
“Hay muchas personas con las que mi generación siente una distancia ideológica, estética y política (...) Pero eso no sucede con Margo. Por eso hice una pequeña encuesta: entrevisté a varias de las escritoras de mi generación y les pregunté cómo había influido la obra de Margo en ellas. La palabra que se repetía una y otra vez era libertad”.
Por esta razón, sumó Barrera, Margo Glantz “es una escritora de escritores, y no porque sea inaccesible para un público más amplio, sino porque leerla, al menos para mí, provoca ganas de escribir. Es una libertad contagiosa la que hay en su obra. Y somos muchas quienes encontramos en sus textos asombro, placer, pero también un ejemplo a seguir”.
Y concluyó: “Con Margo llegó a nosotros una tradición de escritura que ha sido fundamental para la ensayística que se escribe hoy en día, para la escritura fragmentaria, para los textos autobiográficos. Ha enriquecido profundamente la literatura mexicana actual”.
Agradecimientos de la autora
“Supongo que debo hablar, ¿no?”, preguntó la autora después de recibir un reconocimiento de manos de la directora general del INBAL, Lucina Jiménez, que decía: “por sus aportaciones a la literatura mexicana desde una obra compleja que dialoga con la memoria y el cuerpo”.
La autora fue sucinta: “agradezco muchísimo la presencia de todos mis amigos, sus palabras me iluminan. Descubro que soy importante”, dijo y, sobre una lectura dramatizada que también formó parte del homenaje, reconoció bromista: “oírme me da un poco de náusea, pero también me parece interesante que de repente escucho algo de lo que escribí y me parece imposible que yo lo haya escrito, pero sí, y ni modo, ahí está”.
Finalmente, adelantó que está escribiendo sus memorias. “Empecé en agosto de 2022 y llevo seis páginas. Espero que pueda completarlas antes de morirme porque tengo 94 años”.
Ficción destacada de Margo Glantz
Las genealogías(1998)
El rastro(2002)
Historia de una mujer que caminó por la vida con zapatos de diseñador(2005)
Saña(2007)
Coronadas de moscas(2012)
Por breve herida(2016)
Ciclo Protagonistas de la Literatura
Un año dedicado a las autoras
Margo Glantz 2 de marzo
Rosa Nissán7 de abril
Ana García Bergua 9 de junio
Ana Clavel1 de septiembre
Mónica Lavín10 de noviembre