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Mujeres de cine se reúnen en el FICG para hablar de violencias de género
Es necesario trabajar para la identificación de los tipos de agresiones que suceden dentro del gremio e insistir en la incorporación de protocolos de prevención y sanción, coinciden en el marco de la edición 37 del Festival Internacional de Cine de Guadalajara.
¿Cómo implementar protocolos de prevención, identificación y denuncia de violencia de género en la industria audiovisual? ¿Cómo pueden coadyuvar la administración pública y el sector privado para la homologación de procedimientos? ¿Se debe hacer distinción entre un tipo de falta y otro según su gravedad y a partir de ello aplicar sanciones?
Estos planteamientos rondaron las mesas de conversación del foro “Las mujeres en la industria audiovisual”, que este fin de semana tomó lugar en el marco de la edición 37 del Festival Internacional de Cine en Guadalajara (FICG), en voz de participantes de primera línea en la industria fílmica nacional.
El cierre de esta serie de tres mesas, este lunes, fue encabezado por la directora del Instituto Mexicano de Cinematografía (Imcine), María Novaro Peñalosa, quien estuvo acompañada por el cineasta Cristian Calónico, actual director del Fideicomiso de Promoción y Desarrollo del Cine Mexicano de la Ciudad de México, y por la productora Inna Payán, vicepresidenta de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas (AMACC).
Novaro hizo frente al sindicato
“Yo tengo 71 años y toda mi vida laboral viví violencia de género, toda mi carrera y hasta la fecha me caen veintes de acciones que eran violencia de género, algunas las tengo clarísimas y siguen a flor de piel, pero de otras me sigo dando cuenta a estas alturas de mi vida”, compartió María Novaro para coincidir con otras panelistas y participantes del público, entre ellas, la actriz Arcelia Ramírez, en que aunque hay tipos de violencia de género que resultan por demás evidentes, hay otras que no son del todo identificables. Y la directora del Imcine planteó un ejemplo.
“Escuchando estas mesas me acordé cuando el Sindicato de Trabajadores de la Producción Cinematográfica (STPC) en los años 80 tenía estatutos que decían que las mujeres no podíamos tocar una cámara y por otro lado había una ley que decía que no podías hacer una película sin el STPC. ¿Imaginan el problema que era hacer una película en mi generación? Yo hice ‘Lola’ y ‘Danzón’ sin el sindicato. Se enojaron muchísimo y me hostigaron toda la vida”, relató la cineasta, ahora funcionaria.
La postura violenta sindicalista llegó a tal grado que en el laboratorio del STPC, en los Estudios Churubusco, el negativo de su cinta “Danzón” (de 1991), que contenía una semana de trabajo en el plató, fue arruinado a propósito.
“En una junta previa habían dicho que si María Novaro se iba a seguir burlando del sindicato o qué. Yo sabía que eso era una barbaridad y metimos un juicio y les ganamos”, evoca, “pero apenas ayer me cayó el veinte de que eso también era violencia de género. Yo hice mis películas por fuera porque no me dejaban tener mujeres en el rodaje y porque estaba enojada de que había un estatuto que decía que no podía tocar la cámara siendo la directora. ¡Háganme el favor!. Eso fue violencia de género desde un sindicato. Ojalá hubiera habido una instancia a la cual hubiera podido recurrir”.
Priorizan pasos a seguir
El testimonio de Novaro llevó a reflexionar a las presentes que no necesariamente todas las y los integrantes de la industria audiovisual conocen los tipos y magnitudes de violencia de género. “Deberíamos tener un documento que explique qué es la violencia de género y cuáles son sus manifestaciones”.
De inmediato, la actriz Arcelia Ramírez apuntó que “no todo debe ser expulsión, hay que hacer una reeducación de todas y de todos. Por eso las víctimas se tardan tanto tiempo, de pronto por un asunto emocional, porque es una situación desestabilizante, dura y terrible, y te tarda en caer el veinte, te agotas en pensar en instancias que no conoces”.
La denuncia es ese paso que no dan muchas de las víctimas de violencia de género no solo en una industria como la audiovisual sino en todos los contextos. De ahí que sea necesario seguir trabajando en leyes vinculantes y transversales que permitan normalizar la incorporación de protocolos en la industria audiovisual privada.
Sobre el trabajo que le compete al sector público, afirmó Novaro Peñalosa, la estadística vertida en documentos como el Anuario Estadístico del Cine Mexicano en sus últimas ediciones dan constancia de “que sí estamos avanzando, los números lo dicen, y vamos a seguirle. Es un proceso que hay que emprender juntos, de formación, de reflexión y de acompañamiento y es importante entender que tenemos que hacerlo sin distinción de género”.
Finalmente, la titular del máximo instituto para el quehacer cinematográfico en México apuntó que el escenario ideal es aquel que muestre un cine contemporáneo mexicano hecho por mujeres sin mayores divisiones, que no haya muestras para cineastas indígenas y otro para cineastas no indígenas, sino que a todas se les incluya dentro de la misma oferta. “No más muestritas aparte”, consignó.
Algunos datos sobre las mujeres en la industria:
- 66 Largometrajes fueron dirigidos por mujeres en 2021, es decir:
- 25% solamente del total de largos realizados en el año (259)
- 43% de los filmes tuvo a mujeres a cargo de la producción
- 44% de las más de 12,000 personas empleadas en la industria fueron del sexo femenino
- 74% de las películas filmadas por mujeres tuvieron apoyos del estado
Vincúlate e infórmate con ellas:
Te compartimos un par de iniciativas de acompañamiento y asesoría contra violencia de género en la industria audiovisual.
- ¡Ya es hora!
Iniciativa fundada por mujeres de la industria audiovisual.
- Red Lucerna
Red de colectivas de mujeres en la industria de América Latina.