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Murales de Rivera vuelven a Nueva York
Ocho murales portátiles creados por el gran artista mexicano Diego Rivera en 1931 para el Museo de Arte Moderno (MoMA) de Nueva York vuelven a ser exhibidos en el mismo lugar 80 años más tarde, en una muestra que se extenderá hasta mayo del 2012.
Ocho murales portátiles creados por el gran artista mexicano Diego Rivera en 1931 para el Museo de Arte Moderno (MoMA) de Nueva York vuelven a ser exhibidos en el mismo lugar 80 años más tarde, en una muestra que se extenderá hasta mayo del 2012.
Murales para el Museo de Arte Moderno rinde homenaje a la extraordinaria aventura llevada cabo por el MoMA y Rivera en ocasión de su primera retrospectiva en la Gran Manzana: pintar in situ, en un corto lapso, una serie de obras que sería luego el eje de la muestra.
Sus murales por definición fijos en un solo sitio resultaban imposibles de transportar para la exposición. Con el propósito de solucionar este problema, el Museo trajo a Rivera a Nueva York seis semanas antes de la inauguración de la muestra y le proporcionó un estudio improvisado en una galería vacía , cuentan los organizadores al recordar la exposición original de 1931.
Ahí, trabajando contra reloj con dos asistentes, Rivera creó cinco murales portátiles que conmemoraban episodios de la historia de México.
Tras la inauguración de la muestra, el artista realizó tres murales más, inspirados en la Nueva York contemporánea, con imágenes monumentales de la ciudad durante la Gran Depresión.
La muestra original se inauguró hace exactamente 80 años, el 22 de diciembre de 1931, y era la segunda retrospectiva que el prestigioso museo neoyorquino dedicaba a un artista, luego de la del francés Henri Matisse.
La exposición, que duró cinco semanas, rompió récords de asistencia según el MoMA, que explica que por aquel entonces Rivera ya gozaba de prestigio internacional y era la figura más conocida del muralismo mexicano.
De los cinco murales sobre la historia mexicana se destaca Zapata líder agrario , uno de los íconos de la colección del MoMA, en el que el líder revolucionario aparece junto con un caballo blanco guiando a campesinos rebeldes, mientras un hacendado muerto yace a sus pies.
Otra obra que destaca por su fuerza y mensaje simbólico es Guerrero indio , en el que un azteca, vestido de jaguar, clava un puñal en el cuello de un conquistador español que porta una armadura.
Taladro neumático y Fondos congelados completan esta trilogía que describe el proceso de industrialización en Estados Unidos.
La exposición incluye dibujos y material de archivo vinculado con el paso de Rivera en Nueva York.