Museo Papalote abre un nuevo espacio para experimentar

Hoy se busca consolidar esta primera parte para cuando crezca, siga sumando socialmente hablando para la educación en México”. 

Hazel de León, gerente de servicios educativos del Museo Papalote.

El Papalote Museo del Niño inauguró la primera fase del programa ‘Creadores Papalote’, un innovador espacio para niñas y niños entre 8 y 15 años en el cual los participantes tendrán una experiencia de una hora y media para realizar proyectos de ciencia y tecnología bajo la supervisión de mentores expertos.

Al respecto, Hazel de León, gerente de Servicios Educativos de Papalote, platicó con El Economista, y dijo que desde hace tiempo el Papalote cuenta con su zona temática de laboratorio de ideas, este es el antecedente de ‘Creadores Papalote’, donde se fortalece en los niños el pensamiento del diseño. “Se trata de crear a partir de un problema y cómo se puede resolver de una forma creativa y con múltiples soluciones”.

Se tomó la decisión de ir más allá para que las habilidades que los niños tienen que fortalecer para el siglo XXI fueran retomadas, incluso para estar alineados con la Nueva Escuela Mexicana y todos los cambios educativos que se están presentando en el país.

La aventura comienza cuando los niños entran para crear una lámpara o una alcancía, dependiendo de la edad. En menos de una hora, gracias a los mentores, en lugar de los ‘cuates’, es decir jóvenes con habilidades científicas y tecnologías, comparten con los niños para que puedan concluir sus proyectos. “Hoy se está pilotando el proyecto entre familias y entre escuelas, pues son dos maneras distintas de visitar el museo. La idea es que se involucren en proyectos y que se lleven una experiencia que puedan llevar a las escuelas y por qué no, buscar seguir creciendo en esta cultura”.

Explica que la conceptualización de este espacio es generar el lugar donde la cultura maker (La cultura del hacedor, cultura fabricante, una subcultura contemporánea basada en la tecnología y en el uso de herramientas) y el enfoque STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) pudieran fusionarse en un sólo espacio y generar ideas, esta es la parte más importante de ‘Creadores’.

“En general, el laboratorio de ideas es un espacio donde el simple hecho de agarrar una herramienta detona en los niños un ¡Wow! Porque se sienten capaces de hacer cosas que no hacen en su casa y que ven que sus cuidadores sí lo hacen, este factor de Papalote, de usar herramientas especializadas para un fin, es una de las cosas que más les ha gustado a los chicos”.

“Lo que queremos es seguir generando una propuesta donde los niños puedan aprender a partir de proyectos específicos y que puedan abonar para su vida, es decir, una enseñanza más allá de pasar el examen. Esta es la metodología que usa Papalote, trabajar por pequeños proyectos, esto la verdad se empató perfecto con el nuevo modelo educativo oficial a nivel de Secretaría de Educación Pública”.

El reto de acercar al público infantil a la ciencia

De León comparte que introducir a los niños a la ciencia y la tecnología ha sido difícil, incluso siguen aprendiendo, pues se están piloteando constantemente ciertas actividades, luchando mucho con los tiempos, pues no es fácil mantener mucho tiempo a los chicos interesados, sentados y trabajando, “la escuela no nos da esta cultura de tiempos largos a pesar de que pasamos más de la mitad de nuestra vida en la escuela, los proyectos no se extienden tanto y al final del día nosotros no somos una escuela, aplicamos la educación informal, lo que pretendemos es ser este impulso para que el niño, niña o joven que venga, active su curiosidad innata”.

Recuerda que aquí un proyecto tiene que ser divertido, colaborativo y detonar un montón de aristas qué descubrir sobre la marcha.

“Cuando se conceptualizó el espacio justamente lo que se veía es que este enfoque STEM y la cultura maker no estaba permeando en nuestra infancia en general, cuando se buscó este proyecto sabíamos que queríamos generar un detonante en todos ellos y parece que se puede conseguir”.

La especialista en educación nos comparte una anécdota: “En un grupo de quinto de primaria había un niño muy frustrado porque no lograba completar el proyecto de la alcancía, por más que yo estaba al lado de él y dándole alternativas, él ya se estaba desesperando, estaba muy frustrado, llegó un punto en el que entendí que ya no me estaba escuchando, entonces su compañera de al lado le dijo `tranquilo, de los errores tenemos que aprender´. Él se le quedó viendo y le dijo: `tienes razón´, justo esto es parte de nuestro decálogo, donde entran conceptos como probar, errar y volver a probar”.

Asegura que un creador Papalote aprende de sus errores y lo intenta una y otra vez, además colabora, trabaja en equipo e impulsa a sus compañeros. Las niñas y los niños son capaces de hacer las mismas cosas y pueden compartirse de una manera equitativa.

El taller seguirá adelante en 2024 como parte de un programa piloto, el taller irá evolucionando para también generar nuevos cursos que puedan salir del museo. “Hoy se busca consolidar esta primera parte para cuando crezca, siga sumando socialmente hablando para la educación en México. Por eso se siguen buscando aliados, los patrocinadores son necesarios porque el material de ciencia no es barato”.

Papalote Museo del Niño

Actualmente, el Papalote recibe a más de 1,000 visitantes entre semana y los fines de semana se llega a más de 2,000 personas, la meta es responder a estos números para impactar día con día.

Creadores Papalote se dividirá en tres etapas:

Primera Etapa (actual): talleres de carpintería y electrónica.

2024: Se sumarán nuevos talleres y cursos, destacando “Conectadas”, un formato dirigido a niñas adolescentes para promover su participación en el campo STEM/STEAM y Maker.

2025: Ampliación de la oferta con proyectos temporales como “Metamorfosis” y eventos Maker.

nelly.toche@eleconomista.mx