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Museos de ciencia: una nueva vida
En 1970 surgió el primer museo de ciencia en México, denominado el Museo de la Comisión Federal de Electricidad.
En 1970 surgió el primer museo de ciencia en México, denominado el Museo de la Comisión Federal de Electricidad. Desde entonces y hasta ahora, estos espacios han crecido y transformado su razón de ser, ya que nuevas formas de divulgación y herramientas interactivas se han utilizado para generar conocimiento informal más allá de las aulas o centros de investigación.
Como consecuencia del crecimiento de este tipo de museos, en 1996 se creó la Asociación Mexicana de Museos y Centros de Ciencia y Tecnología (Ammccyt), la cual hoy está integrada por 35 museos interactivos y centros de ciencias. Con ello se pretende fortalecer a este tipo de instituciones, que por momentos han sufrido grandes carencias y falta de apoyo, pero que se han mantenido como parte del conocimiento colectivo en nuestro país.
En días pasados, Silvia Singer Sochet tomó protesta como nueva presidenta de esta asociación y en entrevista para El Economista platicó sobre los retos, expectativas y el valor que hoy representan estas instituciones de educación complementaria para nuestra sociedad.
Bajos presupuestos para grandes retos
La también directora general del Museo Interactivo de Economía (Mide), explicó que, en primera instancia, el reto es atraer a las personas que no están interesadas en los temas, y que los que sí están interesados, encuentren más, queremos hacer espacios mucho más abiertos y para todos .
Aunque la misión de estos espacios es promover la cultura científica y tecnológica en México, el reto no ha sido sencillo, pues para las diferentes instituciones que trabajan con ciencia y tecnología no existen grandes presupuestos y buscan la manera de optimizar sus recursos.
Ante ello, Singer dijo que uno de los mayores desafíos es revitalizar y mejorar los museos, a través de algunas estrategias para compartir el diseño de exhibiciones y temáticas que se puedan implementar a bajos costos y que, de esta manera, los museos estén mejor.
Explicó que dentro de la serie de problemáticas está el que muchos de estos museos fueron creados en su momento como iniciativas de gobierno y no tienen el soporte económico necesario, por ello tienen que generar estrategias que hagan atractivo el regresar al museo .
Agregó que, si nos hacemos más visibles y la gente encuentra nuestra utilidad y se divierte en nuestros espacios, seguramente para los museos en lo individual será más fácil organizar sus campañas de fondeo e ir consiguiendo poco a poco los recursos necesarios para poder mejorar sus instalaciones, su oferta cultural y museográfica .
Espacios no sólo para niños
Silvia Singer explicó que otro desafío importante es que somos considerados espacios para niños y aunque somos apoyo de la escuela y siempre tomamos en cuenta las necesidades curriculares, además de que somos espacios de apoyo a la educación formal y las escuelas utilizan estos museos y centros de ciencias como laboratorios y soporte, esto no sólo es así, pues se tiene la capacidad de atender a niños y jóvenes, pero también a gente de todas las edades .
Por eso es muy importante que cuando la gente nos visite encuentre una oferta muy interesante que gire en torno a temas de actualidad que nos permiten comprender mejor el mundo en el que vivimos y esto no es una situación privativa o exclusiva de los niños , agregó.
Una muestra de lo que se sugiere en el párrafo anterior se encuentra en el Mide; este museo es considerado un museo de vanguardia, por la interactividad que ofrece y el tipo de públicos que atrae, esto se logra porque hemos abrazado e incorporado lenguajes de públicos de diferentes edades , explicó Singer.
Un ejemplo es el nuevo Foro de Cambio Climático (que se aloja en el Mide), con un tema que, visto desde la forma tradicional, debería estar en un museo de ciencias o de historia natural, nosotros lo abordamos desde la ciencia misma; es decir, como el fenómeno científico del cambio climático expresado desde la química, meteorología, la física, pero también desde la economía de los países que generan las emisiones, el costo para controlarlas o hacia dónde nos puede llevar una postura sustentable, esto lo hace más atractivo para el público , dijo.
La profesionalización
Otra línea de trabajo, expresó la presidenta, irá hacia la profesionalización de quienes trabajan en museos de ciencias, porque la mayoría de ellos no vienen de esta profesión, llegan a estos puestos nuevamente designados por sus gobiernos y necesitamos que tengan herramientas para llevar a cabo su trabajo con excelencia .
Dijo que, los que trabajamos en este tipo de museos en realidad lo que hacemos es divulgación científica, me parece que el museo es el divulgador más completo, porque puede usar muchas herramientas, como el video, la interactividad y la palabra hablada y escrita .