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Neandertal y cromañón no coincidieron en la península ibérica

Analizaron los restos de cuevas de Girona, Guipúzcoa y Asturias, donde estuvieron los primeros de la especie.

La escena del encuentro de un neandertal y un cromañón parece que no ocurrió en la península ibérica. Es la conclusión a la que han llegado en los últimos tres años diferentes grupos de investigación al estudiar asentamientos clave de Gran Bretaña, Italia, Alemania y Francia.

En los últimos 25 años hemos estado hablando de que durante 8,000-10,000 años neandertales y los primeros humanos vivieron juntos. Hoy creemos que en Europa Occidental hay un lapso entre unos y otros y, por tanto, no se produjo la hibridación que en zonas como Oriente Próximo sí se dio , explica Álvaro Arrizabalaga, profesor del departamento de Geografía, Prehistoria y Arqueología.

La conclusión es parte de un estudio de un equipo internacional en el que participan investigadores de Australian National University, Universidad de Oxford, UPV/EHU, Universidad de Maryland, Universitat de Girona y Universidad de Oviedo, tras volver a datar restos de tres cuevas situadas en la ruta de entrada a los Pirineos de los primeros seres de nuestra especie: L’Arbreda (en Girona), Labeko Koba (en Guipúzcoa) y La Viña (en Asturias).

El artículo The chronology of the earliest Upper Palaeolithic in northern Iberia: New insights from L’Arbreda, Labeko Koba and La Viña se publicó en Journal of Human Evolution.

METODOLOGÍA

Para datar restos prehistóricos hasta ahora se venía utilizando el carbono 14, un isótopo radiactivo que con el paso de los años va desapareciendo. Cuando han transcurrido unos 40,000 años, es decir, aproximadamente el periodo de llegada de los primeros humanos a Europa, la porción que queda es tan pequeña que se puede contaminar fácilmente y hacer que las fechas parezcan más recientes. Fue a partir del 2005 cuando se comenzó a aplicar una nueva técnica utiliza para purificar el colágeno en pruebas de ADN. Con éste se consigue la porción de materia orgánica original, desprendiendo toda la contaminación posterior.

Con esta nueva técnica en yacimientos clave de toda Europa los científicos han llegado a las mismas conclusiones: Vemos que la llegada de nuestra especie a Europa se produjo unos 8,000 años antes de lo que se pensaba. Podemos ver las dataciones más antiguas de nuestra especie y las más recientes del neandertal y, en un marco regional concreto, no hay superposición , explicó Arrizabalaga, junto a María José Iriarte y Aritza Villaluenga, uno de los investigadores de la UPV/EHU que ha participado en el estudio.

Las tres cuevas elegidas para la investigación recién publicada se encuentran en los extremos occidental y oriental de los Pirineos, donde se produce el flujo de poblaciones y animales entre la península y el continente. L’Arbreda está en el paso oriental; Labeko Koba, en el valle del Deba, se encuentra en el pasillo de entrada por los Pirineos Occidentales; La Viña tiene el valor de paradigma, pues proporciona una secuencia magnífica del Paleolítico Superior, es decir, del comportamiento técnico y cultural de los cromañones durante la última glaciación , señaló.

La selección de restos fue muy estricta y sólo se admitieron útiles elaborados con huesos o, en su defecto, huesos con huellas claras de actividad humana, en general, con marcas de descarnizado, es decir, de cortes en las zonas de los tendones para retirar el músculo. La curva de Labeko Koba es la más consistente de las tres, que a la vez son las más consistentes de la península ibérica , explicó Arrizabalaga. En Labeko Koba se dataron 18 restos, y los resultados son convergentes con respecto a su posición estratigráfica, es decir, los que aparecieron en las capas más profundas son los más antiguos.

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