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Arte e Ideas

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Niños emprendedores, indispensables para el futuro

Hay que crear nuevas formas de acercar a los más jóvenes a nuevas oportunidades que les permitan desarrollar habilidades.

Foto: Especial

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En los próximos años, 7 millones de empleos desaparecerán y 2 millones de empleos se crearán gracias a la tecnología. Este panorama hace imprescindible pensar en nuevas formas de acercar a los más jóvenes a nuevas oportunidades que les permitan desarrollar habilidades y estar preparados para el futuro. Sobre esta lógica nació DeKids, un laboratorio que acerca a los niños a la creación de tecnología a partir de proyectos que nacen de sus ideas y sueños incentivándolos a emprender.

Tomamos como base inicial la programación y aprovechando la demanda de la creación de tecnología en nuestra vida diaria para impulsar esta idea que rompe con los paradigmas tradicionales del sistema educativo, se creó DeKids, cuenta Marco Velázquez, fundador y director de esta empresa, quién con tan sólo 22 años, pudo consolidar su idea.

Para el estudiante de UPIICSA-IPN de la carrera de ingeniería en Informática, romper el miedo lo más pronto posible, tomar riesgos y aprender de los fracasos es fundamental para mejorar este mundo. Él siempre se preguntó por qué en México no hay un Mark Zuckerberg, Elon Musk, Steve Jobs o Bill Gates.

Así se dio cuenta de que la escuela era necesaria, pero no satisfacía sus inquietudes de emprendedor. En un primer intento de crear un proyecto con gente de su edad, el día de la inauguración nadie llegó, esto fue una fortuna porque más adelante, vería en el público infantil el entusiasmo y la misma hambre de emprender que él buscaba para su proyecto: “Para emprender necesitas alguien que confíe en ti, en este caso fueron los niños”.

“Hecho es mejor que perfecto”, con esta frase arrancó en mayo de 2015 el primer esfuerzo de Marco por llevar a cabo su sueño. “Si a un niño le dices que puede volar, te pregunta cómo, nunca se cierran, si le dices que puede crear una empresa como Facebook, te dice, dime cómo se hace. Los niños por naturaleza son curiosos y quieren construir, a eso se le llama emprendimiento y hay que aprovechar ese potencial”, cuenta el empresario.

El resultado no lo es todo si no lo acompañas de una gran experiencia, Marco cuenta que éste es un proyecto para desarrollar las habilidades de emprendimiento, liderazgo, programación y finanzas, pero aquí lo más importante no es el fondo sino la forma. Primero los niños y papás presentan una entrevista de admisión, a la vez conocen el programa para saber si el niño quiere realmente estar en el proyecto. Después de ese proceso, la primera sesión se dedica a hablar de sus sueños e ideas, después los problemas que detectan en su entorno y a partir de fusionar esos dos aspectos, surgen los proyectos.

Independientemente si el proyecto del niño es una app o un restaurante, comienzan en el mundo de la programación para construir de inicio, la página web de su proyecto, pero: “de poco servirá que aprendan a crear tecnología, si nos olvidamos de su lado creativo e innovador. De lo que se trata es que los niños descubran si es fácil, difícil, si les gusta, cuánto tiempo necesitan para que su proyecto se lleve a cabo, qué necesitan, etcétera… Aquí el resultado no lo es todo si no lo acompañas de una gran experiencia”.

Marco asegura que después de esta experiencia no todos querrán ser emprendedores, tampoco todos querrán ser programadores o diseñadores. “Es por eso la importancia de experimentar cada uno de esos caminos que brinda el mundo actual”. Por ello las experiencias son variadas, hay niños que quieren vender chocolates en Marte, otros que han creado plataformas para ayudar a sus propios familiares a conseguir trabajo, también se crearon muñecos virtuales para abatir el bullying, una plataforma para niños hospitalizados, un sistema de intercomunicación para recolectar la basura, entre otras ideas.

Este emprendedor tiene la teoría de que este proyecto también será proveedor de personas adultas felices, con sueños realizados, como le pasó a él, por eso considera que ir más allá de los conocimientos técnicos es fundamental. “Nos enfocamos en romper miedos de los pequeños y desarrollar principalmente las habilidades de liderazgo, trabajo en equipo y que concluye con el súper pitch day, el día en que presentan sus proyectos, pero también el día en que las inseguridades se han ido.

El próximo curso está a un mes de comenzar y la información y registro se puede consultar desde su página de internet.

nelly.toche@eleconomista.mx

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