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Arte e Ideas

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Niños yucatecos que cantan ?y hacen sus instrumentos

Los mayas no sólo eran excelentes astrónomos o guerreros, también danzaban y cantaban. Entre sus legados musicales están los tunkules, instrumentos de percusión hechos de madera con que se daba, y aún se da, ritmo a las danzas.

Cacao, Yucatán. Los mayas no sólo eran excelentes astrónomos o guerreros, también danzaban y cantaban. Entre sus legados musicales están los tunkules, instrumentos de percusión hechos de madera con que se daba, y aún se da, ritmo a las danzas.

Chichan Paal tu Kaay (Niños que cantan) es una agrupación integrada por 11 niños de la comunidad de Cacao, a unos 60 kilómetros al sur de Mérida, que tiene la característica de que tocan música maya con instrumentos hechos por ellos mismos, en especial los tunkules, pero también utilizan caracoles, sonajas, tambores y resonancias hechas con bambú.

Todo comenzó hace dos años siete meses, cuando el escultor y músico yucateco Arsenio Rosado Manzanero regresó a Cacao, su comunidad, para darles clases de pintura a los niños, y poco tiempo después decidió enseñarles lo que él sabe hacer: elaborar piezas escultóricas en piedra y madera y de esta forma acercarlos a una actividad cultural, de recreación y diversión, pero también para evitar que caigan en malas tentaciones , dice.

El tunkul es un instrumento musical fundamental en nuestra cultura maya, lo utilizaban en las ceremonias, los rituales, y estaban diseñados con grecas; los aztecas y en la región de Mesoamérica también lo fabricaban, pero de una forma más elaborada , nos comenta Manzanero, también director del Centro de Desarrollo Artístico (CDA) de Cacao, que cuenta con 26 niños de entre 10 y 17 años.

Al estar en una comunidad maya el rescate cultural es doble, pues se les enseña tradiciones y técnicas ancestrales y se les trata de enseñar su lengua materna. De los niños que asisten al centro artístico ninguno habla maya, sólo español. Algunas palabras las entienden porque abuelos o familiares las llegan a utilizar.

Manzanero ha solicitado recursos para traer a la comunidad una maestra maya para que dé clases, pero no ha obtenido respuesta por parte de las autoridades yucatecas correspondientes.

NIÑOS CON APTITUDES

Gaspar, de 11 años, es el más animado al momento de tocar, pide a sus demás compañeros que se coloquen en sus posiciones para iniciar. Él lleva dos años asistiendo al CDA porque le llamó la atención cómo se hace el tallado en la madera.

Le gusta utilizar el cincel para darle forma a su tunkul, siempre inspirado en la cultura maya (en promedio se tardan unos tres meses en terminar su instrumento musical), pero ahora disfruta más tocar en el grupo.

Así como Gaspar, los otros 10 niños y muchachos que integran Chichan Paal tu Kaay fueron seleccionado de entre los 26 niños que asisten al centro artístico de Cacao porque tienen más aptitudes para tocar algún instrumento.

Esta agrupación tiene sólo siete meses de haberse conformado y ya tiene un repertorio de cinco canciones mayas (más sonidos que letra), entre ellas Tux Kabin Alux , Tipi Topo y Koox Cacao ; y una en español, Yo soy de Yucatán , todas escritas en conjunto por el maestro y los niños.

Maderas como cedro, caoba, zapote o ciricote son las que utilizan los niños para elaborar sus instrumentos. Cabe mencionar que los insumos los provee el maestro, ya que en este año no ha recibido apoyo gubernamental. Un pedazo de madera le puede costar desde 150 pesos hasta 600, por eso anteriormente asistía tres veces por semana al CDA, pero ahora lo hace los sábados, porque le es difícil costear los gastos.

De los 26 niños, 15 forman parte del taller de escultura. Las formas y tamaños dependen de la edad y las aptitudes de cada uno.

Utilizan piedras de la región como caracolillo, ticul, subterránea, toctunich (la piedra mas dura de esta región) o piedra jaguar. Han hecho trabajos en relieve o esculturas tridimensionales en forma de peces, jaguares, cochinitos o pirámides.

RECURSOS A TRAVÉS DE LAS VENTAS

Niños que cantan se ha presentado en ferias o eventos culturales tanto en Mérida como en otras comunidades cercanas, ocasiones que aprovechan para vender sus instrumentos o esculturas, las cuales alcanzan precios desde 150 pesos hasta 1,000 pesos. De lo vendido, 60% se lo queda el autor y 40% restante se reinvierte para la compra de materiales.

El maestro Arnesio Rosado Manzanero tiene 10 modelos de tunkules registrados con derechos de autor, loa cuales tienen forma de cochinitos, de grillo, tukulkan, chango, elote o perro.

También de estas ventas obtiene recursos para invertirlos en el Centro de Desarrollo Artístico de Cacao, pero sin duda requiere más apoyo financiero para poder continuar con este proyecto cultural y acercar el conocimiento a los niños de esta comunidad maya.

diana.salado@eleconomista.mx

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