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Arte e Ideas

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No es vandalismo, es una manifestación: Rodrigo de la Sierra

Los artistas plásticos se han posicionado a favor de las manifestaciones feministas en los monumentos que existen en el espacio público.

La multitud jacaranda avanza por avenida Juárez hacia el zócalo, es 8 de marzo, y como es costumbre en las manifestaciones feministas —con mayor ímpetu desde el 16 de agosto del 2019— la pintura verde, rosa, roja y morada se hace presente en los monumentos artísticos de la Ciudad de México.

Las encapuchadas que portan las latas de aerosol se enfrentan primero con un hombre que las agrede físicamente y corre despavorido luego de que la multitud también le responde con empujones; luego una mujer hace rabieta y se sube a proteger con el cuerpo y vociferando insultos hacia las manifestantes que pintaron consignas en la estatua de “Francisco I. Madero Cabalgando”, frente al Palacio de Bellas Artes.

Algunos medios graban y el video se vuelve viral en las redes sociales, lo que desata comentarios de los comunicadores que hacen alusión a la “valiente” mujer que se interpuso entre la pintura y la estatua. Sin embargo, horas después el posicionamiento del propio artista, Javier Marín, se viraliza el doble y no deja lugar a dudas. “¡Bien!”, les escribe. Él está del lado de las manifestantes.

“Por eso se instaló sin pedestal, para que el padre de la democracia fuera parte de las manifestaciones sociales y democráticas. Ojalá se quedara así como testimonio de esta protesta”, respondió. Javier no necesita que nadie defienda su obra.

Similar fue la postura del escultor Rodrigo de la Sierra, creador de Timo, quien apenas llegó de un viaje de Estados Unidos se enteró de lo sucedido en las manifestaciones por el Día de la Mujer y el paro del #9M, y también fue claro en su “apoyo total”, escribió.

El artista se debe a la gente

En entrevista con El Economista, Rodrigo de la Sierra expresó: “Un artista es por y para la gente. Entonces, si una demanda necesita ser escuchada sería ilógico que yo quisiera estar en contra de eso, esto no es vandalismo, es una manifestación”.

Su escultura monumental “Premio Mayor”, en materiales de acero y bronce del año 2018, fue intervenida con consignas de denuncia por parte de las mujeres que se reunieron en la Plaza de la Revolución y cuya pieza se encuentra en el mismo lugar, luego de que el artista la donó a la Lotería Nacional.

“Las mujeres ocuparon su espacio público para manifestarse, están poniendo un postulado, una declaración. Ahí no están agrediendo la obra. Claro que tengo que tomar un partido y claro que la obra pasa a segundo término, se vuelve un gran lienzo para que puedan manifestarse, porque no es un acto vandálico, es una manifestación. Ésa es la gran diferencia, los actos vandálicos, los actos delictivos, ésos los repruebo, pero eso no es lo que estas personas están haciendo”, comentó.

Al igual que el artista Javier Marín, el creador de Timo, que representa al ser humano de una forma sarcástica, dijo que las pintas se pueden limpiar, pero ojalá esto pasara cuando los males que aquejan a la población femenina desaparezcan.

“Somos entes que estamos enclavados en nuestro lugar y tiempo, no nos podemos despegar. Parte de la historia es todo lo que va sucediendo, muchas veces con agua y jabón se puede borrar la historia o se quiere borrar la historia, pero no, la pieza en un futuro se va a limpiar, pero ojalá sea cuando sean escuchadas estas personas. Obviamente su solución no va a ser como por arte de magia, pero sí que haya una atención y preocupación para con estos problemas que están sufriendo: los feminicidios, las desapariciones, los secuestros, la trata”, compartió con este diario.

katia.nolasco@eleconomista.mx

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