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Arte e Ideas

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No quiero ser ni soy famoso: Gabriel Orozco

El Museo de Arte Moderno de NY abre sus puertas al genio mexicano con una retrospectiva de sus 20 años de carrera.

Siempre viste de negro, es hermético, medio sangrón, muy polémico... y un genio.

Así es Gabriel Orozco (Xalapa, 1962), artista mexicano que el domingo abre al público una exposición retrospectiva en el Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA).

Una caja vacía de zapatos, balones de futbol ponchados, un cráneo pintado y libros hechos con polvo son algunas de sus obras que actualmente se cotizan a altos precios en el mundo.

Al artista le molesta la fama, las fotos y las entrevistas; sin embargo, con los años y el reconocimiento, se ha vuelto menos huraño, pero sigue diciendo: No quiero ser ni soy famoso .

Aquí, algunas reflexiones que el artista nos confió en diferentes lugares y momentos de su vida, a veces a regañadientes pero otras de muy buen humor.

Su cuna: el extranjero

¿Desde niño supiste que serías artista?

No. Pero es cierto que desde niño dibujaba y siempre tuve algunas obsesiones como los planetas, la geometría, el fluir de la naturaleza, las esferas, el movimiento y mil cosas más .

La historia de Orozco empieza en la Escuela Nacional de Artes Plásticas de la UNAM y continúa en el Círculo de Bellas Artes de Madrid.

Su primer bombazo artístico fue mandar una caja vacía de zapatos a la Bienal de Venecia en 1993. Le llovieron críticas pero también elogios.

Para ese 1993, el artista ya había expuesto obra en el MoMA y fichado con la prestigiosa galería Marian Goodman.

Tu carrera la hiciste en el extranjero. ¿Fue una casualidad?

Fueron situaciones que me tocó vivir y me fui por el mundo a trabajar y aprender hasta que las autoridades culturales de México se dieron cuenta de mi labor y me pidieron regresar para hacer algunos trabajos.

Pero te repito, fueron situaciones y no es algo que me cause problema. Creo que mi crecimiento fue mucho mayor de lo que hubiera sido de haberme quedado en México .

Bajo el cuidado de Fox

En el 2001, el Museo Tamayo le abre las puertas con una gran exposición y Gabriel Orozco se va también a las nubes mexicanas.

Luego el gobierno de Vicente Fox lo arropó y fue la estrella de la delegación mexicana en la Feria Arco en España. Después, le encargaron el famoso esqueleto de ballena para la polémica Biblioteca

Vasconcelos por 3 millones de pesos.

Para el 2006, el artista recibió un homenaje en Bellas Artes, en las ocho salas se mostró una retrospectiva de su trabajo.

Hacer exposiciones retrospectivas me da la oportunidad de mostrar que soy mucho más que una caja de zapatos o balones ponchados. Espero que el público se dé cuenta de todo el proceso que tuve antes de llegar a otras piezas, digamos más famosas , dice el artista.

¿De qué manera podemos definir el arte que haces?

Es una constante exploración de la vida a través de disciplinas como el video, el dibujo y la instalación con los que encuentro nuevos lenguajes .

No tienes un estudio como otros artistas...

Es cierto, por eso siempre cargo con un cuaderno de trabajo. Tengo miles de páginas con bocetos y cosas que me interesan y que veo en mis viajes cuando ando en mi Jeep o si voy caminando por las calles: todo es materia de creación .

En la rueda de prensa por la exposición en el MoMA que abre el domingo, Orozco comentó: Quiero que la gente vea mi trabajo y disfrute lo poético que implican las cosas sencillas , sobre lo que a veces predomina, que es lo virtuoso-técnico.

Hasta hace unos años se creía que se debía ‘apantallar’ con todo un andamiaje tecnológico detrás del arte, pero no es así .

Tour Orozco

MoMA

Fecha: Hasta el 1 de marzo alojará la exposición; luego irá al Kuntsmuseum Bassel; al Pompidou, de París; y finalmente al Tate Modern de Londres.

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