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Otorgan la Medalla José Vasconcelos 2023 a la filósofa Juliana González
"El reconocimiento de lo filosófico en esta realidad que vivimos es fundamental. En mi caso es esencial hasta lo más profundo y espero poder transmitir a los lectores este honor que representa para mí recibir esta condecoración”, compartió la galardonada por el Seminario de Cultura Mexicana.
Este año la Medalla José Vasconcelos que otorga el Consejo Nacional del Seminario de Cultura Mexicana para honrar aquellas personas que han llevado a cabo una gran labor de difusión cultural en nuestro país, fue concedida a la doctora en filosofía y letras Juliana González Valenzuela.
Ella es licenciada, maestra y doctora en Filosofía por la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, profesora emérita adscrita al Colegio de Filosofía de la Facultad e investigadora emérita del Sistema Nacional de Investigadores. Sus principales líneas de investigación son Ética, Metafísica y Ontología.
A propósito del reconocimiento, El Economista conversó con la doctora González, quien dijo: “Para mí es todo un honor, significa algo muy importante, para cualquier mexicano que estuviera en una situación así, sería verdaderamente honroso, hasta lo más profundo. Estoy muy contenta porque también se premia a la filosofía, esto es importante porque parecería que la filosofía no representa el mundo, pero es decisiva. El reconocimiento de lo filosófico en esta realidad que vivimos es fundamental”.
Asegura que la filosofía nunca ha dejado de ser en nuestra tradición occidental --aunque también en otras tradiciones--, “una palabra, un sentimiento, una concepción y una manera de penetrar en la vida fundamental”. Dijo que para todos filosofar y sus saberes deberían estar presentes en la vida cotidiana, porque es inherente a los seres humanos, en mayor o menor profundidad, con mayor o menor conocimiento, pero “siempre filosofamos”.
Preguntarnos el porqué del bien y del mal, por qué el sentido de la vida o no, “todo esto sin duda es parte de la condición humana y se vuelven decisivas cuando además la filosofía entra en la cultura de todos los pueblos y todas las naciones”.
Más filosofía en todas partes
González Valenzuela asegura que se necesitan espacios para pensarnos, pero sobre todo más acción de parte de los filósofos o de quienes están cerca de la filosofía para transmitirlo a la comunidad y a la sociedad. También “necesitamos instrumentos de comunicación que se unan a este objetivo. Las revistas, los periódicos, los maestros en las escuelas, existe una profunda necesidad de que el pensar filosófico pueda distribuirse por todos lados”.
Argumenta que también es importante el acercamiento con los niños, “muchas veces están totalmente perdidos del asunto, pero hay otras veces, cuando se les da acceso, que son verdaderamente impresionantes por su capacidad de penetrar en las grandes preguntas filosóficas. A veces la gente se alarma de lo que pueda decir un niño, sería mejor escucharlos con atención y hacerles caso”. La presencia de la filosofía en la infancia es fundamental, recalca, y aunque está ocurriendo ahora en niveles muy primitivos, “estoy feliz de que esto ocurra y esperemos aumente”.
Una orgullosa humanista
La formación de la galardonada no fue exclusivamente filosófica, se enriqueció con cursos y seminarios de otras disciplinas humanísticas, en especial de literatura, historia del arte, teatro y psicoanálisis. Este amplio horizonte cultural le permitiría, posteriormente, analizar con profundidad y claridad la crisis existencial que vive el hombre contemporáneo y plantear, con una mayor riqueza de perspectivas, los fundamentos y valores que dan sentido a la acción humana.
“Mis inquietudes son por la cultura en general, porque me importa el ser humano, desde que era muy jovencita estaba muy atenta a todas las manifestaciones de la humanidad en su arte. La pintura ha sido para mí desde joven una atracción tremenda, también el teatro me fascina, la capacidad de los seres humanos de escribir una obra literaria, todo esto es grandioso y lo verdaderamente importante del ser humano es esta capacidad de crecer y llegar a la realización humana. Todos necesitamos humanizarnos y esto se da en el ejercicio de las funciones espirituales”.
“Toda mi vida, desde jovencita ya estaba yo envuelta por la filosofía, pero a medida que fui creciendo me fui definiendo más por este amor. Fue cuando entré a mi carrera filosófica en la Universidad Nacional Autónoma de México, donde tuve los mejores maestros, fue una suerte porque en esa época llegaron a México los grandes pensadores mexicanos que venían de España y otros lados y que por razones históricas llegaron al país y fueron capaces de generar toda una escuela de filosofía mexicana que no debemos olvidar y que ha sido tan importante, pues generó más institutos y escuelas”.
Asegura que en México hay una tradición filosófica “muy importante, muy viva y muy grande, esto es lo que vale”.
La filosofía, un camino para todos
González Valenzuela también ha sido directora de la Facultad de Filosofía y Letras y miembro de la Junta de Gobierno de la UNAM, miembro de la Junta de Gobierno de El Colegio de México y del Instituto Nacional de Medicina Genómica. Es miembro titular del Institut Internacional de Philosophie de Francia. Ha participado como Consejera de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, de la Comisión Nacional de Bioética, del Consejo Consultivo de Ciencias, presidenta de la Asociación Filosófica de México y miembro del Comité Editorial de la Enciclopedia Iberoamericana de Filosofía (España).
Para ella es fundamental que las oportunidades que ella ha tenido se sigan replicando en otras mujeres y también en hombres. “Es un camino que todas las mujeres debieran poder recorrer si así lo desean. Hombres y mujeres debemos de recorrer y ser representantes, actuar desde la conciencia y de la importancia de generar una sociedad, un mundo, un país cargado de valores verdaderos ante tiempos oscuros y difíciles, cargados de poca esperanza. Pero debemos tratar de trascender y transmitir el universo de la valoración humana igualitaria. Humanizarnos hasta lo más profundo de nuestro ser y lograr con ello la plenitud de la vida”.
Acerca de la presea
La Medalla José Vasconcelos es una presea de 8 centímetros de diámetro, 8 milímetros de grosor, de una onza troy de plata. En el anverso tiene el nombre de “José Vasconcelos”, en el reverso en media luna, “Seminario de Cultura Mexicana”, al centro lleva el sello del Seminario, y el nombre de quien la recibe y la fecha. Además, se otorga un diploma que certifica su recepción.
En lo que va del siglo XXI, otros de los personajes condecorados han sido: Josefina Zoraida Vázquez, José Sarukhán Kermez, Ruy Pérez Tamayo, Carlos Prieto, Luis Ortíz Macedo, Elisa Vargaslugo, Luis Herrera de la Fuente, Gabriel Vargas Bernal y Miguel Huerta Maldonado.
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