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PILARES CDMX recibe el premio Construir Igualdad
La UNESCO reconoció las aportaciones del Programa: Puntos de Innovación, Libertad, Arte, Educación y Saberes en la capital mexicana.
El Centro Internacional para la Promoción de los Derechos Humanos (CIPDH) de la UNESCO reconoció este jueves al Programa PILARES de la Ciudad de México con el Premio “Construir igualdad 2020”.
El CIPDH, perteneciente a la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura reconoce anualmente las políticas públicas locales de Latinoamérica y el Caribe que se destaquen en materia de igualdad, diversidad y no discriminación.
De entre 68 postulaciones de 42 ciudades de 8 países de la región, tres de ellas fueron distinguidas con el Premio Construir Igualdad, entre ellas la Ciudad de México recibió el premio en la categoría Ciudades de más de un millón de habitantes, por el programa Puntos de Innovación, Libertad, Arte, Educación y Saberes (PILARES); en la categoría de Áreas Urbanas de hasta un millón de habitantes, el ganador fue el Centro Especializado de Atendimento à Mulher – CEAM Brasilete Ramos Caiado, de la ciudad de Goiás, Brasil; y hubo una mención especial para el Programa Nueva Oportunidad, de la ciudad de Rosario, Argentina.
La jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum Pardo, fue la encargada de recibir el premio y agradeció a la UNESCO haber considerado el programa PILARES para esta distinción, que en el fondo, dijo, tiene el objetivo de lograr la igualdad.
“Nosotros consideramos que la educación, la salud, la cultura, el deporte, son derechos y que como tales, son la única forma de disminuir desigualdades, al haber considerado estos derechos, mercancías, lo único que provocó fue una enorme desigualdad. El programa PILARES lo que busca es acercar esos grandes derechos a la población, y particularmente a la población de menores recursos económicos”, dijo Sheinbaum.
“Las políticas exitosas son trabajo de equipo y que trascienden las gestiones”, asegura Roberto Saba, miembro del jurado y especialista en materia de no discriminación, quien además apuntó que el ejercicio de los derechos humanos y la justicia es local, esto quiere decir que todo esto pasa en la vida cotidiana, en la casa, en el barrio, en la escuela, en las plazas, y por lo tanto en las ciudades, por ello los gobiernos deben enfocarse en herramientas para no hacer distinciones en el trato y remover los obstáculos que contribuyan a cristalizar la situación de desigualdad estructural.
Durante la ceremonia virtual de premiación que se llevó a cabo este 7 de enero, Saba dijo que los ejemplos los tenemos en estos proyectos ganadores, “hay muchas situaciones en los que grupos de personas se encuentran sometidos a situaciones de desventaja sistémica y estructural de los que no pueden salir si no es a partir de políticas públicas instrumentadas por los gobiernos”. Por ello aseguró que las ciudades pueden hacer mucho por las desigualdades, que son muy profundas, “tenemos grupos de migrantes, mujeres, pueblos originarios, personas con discapacidad, ancianos, jóvenes, todos ellos con diferentes situaciones que requieren de la intervención y políticas públicas apropiadas”.
Proyectos para evitar la segregación geográfica, el acceso a la educación, la movilidad urbana, el acceso a servicios públicos esenciales en las ciudades, violencia contra la mujer en la vía pública, accesibilidad de personas con discapacidad, entre otros, son los proyectos bienvenidos, además de que sirven para que otros los repliquen.
El ejemplo mexicano
Claudia Sheinbaum explicó que durante muchos años se impuso en México y lugares de América Latina un modelo económico que consideró que la educación, la salud, la ciencia o la cultura eran mercancías y no derechos, lo que provocó que millones de jóvenes dejaran de tener acceso particularmente a la educación y la cultura, lo que provocó niveles de desvinculación con la sociedad y acercamiento a prácticas delictivas de miles de jóvenes, particularmente en la Ciudad de México.
Transformar esa visión es parte del proyecto del gobierno actual, expresó la funcionaria, “nosotros consideramos que todas esas áreas son derechos y como tales, son la única forma de disminuir desigualdades. El programa PILARES lo que busca es acercar estos derechos a la población particularmente la de menores recursos económicos”.
Se trata de 260 espacios en operación a lo largo de la Ciudad de México que pretenden impactar a un millón de personas, particularmente en zonas de mayor marginación, cada uno de estos lugares está acondicionado para impartir actividades físicas, deportivas y recreativas, aunque por la pandemia por ahora solo ofrecen actividades a distancia.
“Durante 50 años en la Ciudad de México, con 9 millones de habitantes y perteneciente a una zona conurbada de 22 millones, solo existieron 250 casas de la cultura, en dos años y medio se construirán 300 espacios innovadores que permitan a la ciudadanía y principalmente a los jóvenes por ejemplo, tener el acceso a la educación a través de un programa llamado ciber escuela, para poder concluir desde primaria hasta universidad con educación a distancia, pero con tutores y formadores educativos”.
Sheinbaum Pardo concluyó que para lograr el acceso a los derechos, disminuir desigualdades y construir una mejor sociedad se necesita que el gobierno invierta, “no estamos en contra de que la iniciativa privada invierta también en estos accesos, pero es una obligación del Estado proveer educación (...) nuestro objetivo es que PILARES no solo sean 300 espacios, sino que se conviertan realmente en un proceso de igualdad y derechos”.
El premio se propone ayudar a visibilizar estas políticas para contribuir a posicionarlas como referentes, promoviendo el intercambio de experiencias en la región. Asimismo, se busca resaltar el rol estratégico de los gobiernos locales, en el marco de la Agenda 2030 y en línea con el ODS número 11, sobre ciudades y comunidades sostenibles.
En la ceremonia también estuvieron presentes Rosaura Ruiz Gutiérrez, secretaria de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación de la Ciudad y Jacinto Samuel Salinas Álvarez, coordinador general de Inclusión Educativa e Innovación